Deportes de motor

El apaño de Toby Price para arreglar la rueda rajada de su moto en la maratón del Dakar: bridas y cinta americana

Quienes hayan practicado motocross alguna vez saben que siempre es conveniente llevar unas pocas herramientas para hacer reparaciones rápidas en caso de caída o imprevisto en plena naturaleza. En el Dakar no es menos, y las habilidades mecánicas de los pilotos pueden suponer la diferencia entre un abandono o continuar en carrera.

Esos conocimientos se vuelven imprescindibles en la etapa maratón, en la que no hay asistencias para los competidores. Disputada en dos jornadas, la gran diferencia con respecto a una etapa normal es que al llegar al vivac de la primera tienen que ser los propios pilotos y copilotos quienes se ponen manos a la obra para reparar posibles desperfectos y poder salir al día siguiente a la segunda parte.

Toby Price, uno de los grandes favoritos del Dakar en motos y dos veces campeón, ha protagonizado en este sentido una de las imágenes de esta edición del raid. A pocos kilómetros de la meta de la etapa 7, en Sakaka, sufrió un problema serio en su KTM: se le rajó el neumático trasero

Las motos no llevan, lógicamente, rueda de repuesto y al no tener a su equipo de asistencia disponible, tiró de ingenio. Cogió dos elementos imprescindibles para la mecánica desde tiempos inmemoriales, bridas y cinta americana, amarró la parte rota del neumático para recomponerlo y lo dejó apañado para poder salir a rodar este lunes en la etapa 8.

Detalle de la reparación de la moto de Toby Price
A.S.O/E.Vargiolu/DPPI

Aunque la solución parezca un tanto peregrina, el australiano comenzó el día como la referencia sobre sus rivales y fue el más rápido desde los primeros kilómetros. No le faltaba motivación: acabó la etapa 7 a sólo 1 segundo del líder de la general, el chileno Nacho Cornejo.

Al final, fue el de Honda quien se impuso, pero Price le plantó batalla hasta los últimos kilómetros del día: se quedó a 1 minuto y 5 segundos de ganar. Él mismo pedía antes de empezar el día que se cruzaran los dedos para que aguantara y, finalmente, lo hizo.

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