La gran crisis de Hollywood ahora mismo está vinculada a la huelga de guionistas, pero aún sin tener al sindicato en pie de guerra las cosas seguirían pintando feas para el streaming. El entramado de plataformas atraviesa una sucesión de terremotos que evidencian que la burbuja ha pinchado, mientras muchas de estas intentan salvar los muebles con severas reestructuraciones. Es por ejemplo lo que está ocurriendo en Paramount Global. Su gran prioridad es que Paramount+ pueda competir en igualdad de condiciones con agentes como Netflix o Max.
Y, para ello, Chris McCarthy ha sido puesto al frente de las distintas filiales televisivas de la major. Esto implica que ahora tiene control sobre MTV, Comedy Central o, sí, Showtime, cuya programación ha resuelto integrar al catálogo de Paramount+ en EE.UU. El movimiento se hizo efectivo esta semana, con el canal de cable siendo absorbido por el streaming dentro de un plan que también contempla priorizar las grandes propiedades intelectuales que Showtime pueda tener en nómina.
En base a eso, McCarthy quiere construir grandes universos de ficción a partir de marcas como Billions (que estrenará su última temporada con la idea de continuar a través de spin-offs) o Dexter, y siguiendo el modelo tan lucrativo de Star Trek. Una consecuencia de este plan es la cancelación de proyectos que se no se ajustan a la visión de McCarthy, y hoy The Hollywood Reporter se hace eco de hasta cuatro series que han sido dejadas de lado sin haber empezado a materializarse.
En semanas previas McCarthy ha cancelado Ripley, American Gigolo o The L Word: Generation Q, y ahora han corrido el mismo destino (pero sin emitir ni un solo episodio) las series Gattaca, Sweetness, Seasoned y Split. Gattaca fue un título muy publicitado en su momento, pues pretendía actualizar la conocida película original de ciencia ficción. Ethan Hawke y Uma Thurman la protagonizaron en 1997, con Andrew Niccol dirigiendo una elaborada distopía que nos presentaba a una sociedad determinada por la eugenesia.
A través de Gattaca sus creadores, Howard Gordon y Alex Gansa, regresaban a Paramount Global, pero la directiva ha echado el freno. La única opción de que siga adelante es que alguna otra compañía adquiera el proyecto, al igual que ocurre con los otros tres programas que llevaban meses de desarrollo y partían con ciertas expectativas. Sweetness es creación de Emerald Fennell (directora de Una joven prometedora), anunciada como la historia coral de varias mujeres furiosas.
Seasoned, por otro lado, iba a centrarse en la “tumultuosa relación de un exitoso, comprometido y ligeramente loco matrimonio”. Este matrimonio está integrado por Mandy Patinkin y Kathryn Grody interpretándose a ellos mismos, siendo creada la serie por su hijo Gideon Grody-Patinkin. El proyecto, por ahora, se queda en nada.
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