Por mucho que nos guste, la sobreabundancia en el mercado de las series puede saturar. No solo porque la cantidad de material disponible amenace con sepultarnos, sino también porque obliga a elegir en cuál de las principales plataformas va a gastarse uno el dinero. Y si a eso le sumamos la obsesión por no perderse los shows de última hora, entonces nuestra salud mental se tambalea...
Así pues, es buen momento para recordar que existe una plataforma a la que todos tenemos acceso gratuito, y que permite disfrutar de un catálogo mastodóntico con solo un clic. Hablamos de RTVE Play, la versión digital de la cadena pública, y de su enorme archivo.
Desde los clásicos más recientes (El Ministerio del Tiempo, Merlí, Águila Roja) a los éxitos de tiempos remotos (con Verano azul a la cabeza), pasando por títulos de culto, RTVE Play ofrece una cantidad apabullante de series para elegir. La lista se irá actualizando conforme se estrenen (y veamos) nuevos shows que merezca la pena incorporar. A continuación, el ranking completo con las mejores series clásicas de RTVE Play.
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Cuando toca hablar de esta serie, eso de "parece española" se convierte en un elogio. Solo ella ha sabido combinar las aventuras de ciencia-ficción, con sus paradojas temporales y todo, con la épica del funcionario chupatintas y sus secundarios inolvidables, desde doña Angustias hasta Velázquez: en este ministerio, todos querríamos sacarnos plaza (salvo si nos mandan a Atapuerca). -
Las adaptaciones de clásicos literarios han sido una constante en la trayectoria de TVE, pero este caso es especial: el novelista Juan Marsé y el poeta Jaime Gil de Biedma llevaron a la pantalla la muy morbosa y truculenta novela de Josep Maria de Sagarra sobre los vicios de la burguesía barcelonesa, con grandes nombres en el reparto (Josep Maria Pou, Maribel Verdú) y una producción de lujo. -
Una de las mejores series de la historia reciente de TVE sigue haciendo las delicias de los aficionados al misterio: Carles Francino se pone en la piel del detective decimonónico creado por el murciano Jerónimo Tristante, resolviendo los crímenes más siniestros en aquel Madrid de la Restauración siempre generoso en intrigas y corruptelas. -
En las antípodas de las series judiciales 'made in USA' (por no hablar de 'Verano azul' y 'Farmacia de guardia') Antonio Mercero nos presenta a tres abogados del Madrid ochentero (Juan Echanove, Carme Elías y Juan Luis Galiardo) que sobreviven entre clientes con caños en la vena, funcionarios corruptos y policías de guantada fácil. La segunda temporada, estrenada diez años después, también vale la pena. -
¿La serie española definitiva? Probablemente, o al menos la que más se ha ganado su estatus de clásico. Con esta antología de historias de terror, Chicho Ibáñez Serrador no solo logró premios internacionales y el reconocimiento debido a uno de los grandes innovadores de la TV en nuestro país: también quedó como uno de los grandes especialistas en driblar y regatear a los censores del franquismo. -
A los españoles nunca se nos ha dado bien la comedia romántica: por eso sorprende encontrarse con esta miniserie cuyos guiones (firmados por la escritora Rosa Montero) llegaron dispuestos a romper tabúes a golpe de screwball. Si se estrenase hoy, sospechamos que la historia de amor entre los protagonistas Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón sería calificada de "basura woke" por más de uno... -
Algunos profesores de Historia aún la siguen odiando, pero eso nos da igual: si creciste en los dosmiles, es más que probable que tu imagen de la aventura sea la de un ninja (con katana y todo) que reparte justicia en la Castilla del Siglo de Oro. Así nos lo enseñaron David Janer y un Javier Gutiérrez que, tras darse a conocer como Sátur, no tardaría en levantar el vuelo. -
A grandes rasgos, la humanidad se divide en dos facciones: aquellos a quienes les hubiera gustado estudiar en el madrileño colegio Las Encinas para hincharse a vicio y a fornicio, y quienes suspiran por haber tenido un profesor de Filosofía como Francesc Orella en el instituto Bahía Blanca de Barcelona, para así aprenderlo todo sobre esos pensadores que prestan sus nombres a cada episodio. -
Antes de sacarse la oposición para el Ministerio del Tiempo, Javier Olivares convirtió a Michelle Jenner en toda una reina católica, con Rodolfo Sancho como su consorte haciendo valer lo de "tanto monta, monta tanto". Por mucho reparo que uno le pueda tener a la figura protagonista, 'Isabel' (la serie) se las apañó para ofrecer una mirada diferente a la habitual exaltación de glorias del pasado. -
Cuatro años antes de 'Los santos inocentes', el director Mario Camus demostró ser una de las miradas más brillantes de nuestra 'generación TV' particular adaptando la novela de Pérez Galdós sobre dos mujeres (la adinerada Maribel Martín y una Ana Belén de lo más desgarrado y proletario) empujadas hacia la infelicidad por el muy asesinable burguesito interpretado por François-Eric Gendron. -
Imanol Uribe y Pedro Olea fueron dos de los cineastas que trabajaron en esta antología de terror, centrada en relatos sobre el noble arte de la brujería y sus satánicas implicaciones. 'La luna negra', el capítulo dirigido por Uribe con Fernando Guillén, Lydia Bosch y Jose Coronado, sigue siendo capaz de provocar pesadillas. -
Un año después de la legalización del divorcio en España, Ana Diosdado escribe y protagoniza junto a Imanol Arias esta serie sobre dos abogados especialistas en rupturas matrimoniales. Con su tono de tragicomedia, 'Anillos de oro' no solo es una serie válida por sí misma, sino que también sirve para reivindicar a una autora que dejó otros shows notables como 'Segunda enseñanza' (también en RTVE Play). -
Puestos a homenajear a Concha Velasco, bien está recuperar uno de los trabajos más arriesgados de su carrera: dirigida por Josefina Molina y con Carmen Martín Gaite al guion, esta miniserie sobre la mística abulense desafió al público de los 80 poniendo a la 'chica yé-yé' en el centro de una biografía más cercana a Bresson o Dreyer que a la recreación histórica habitual en TV (entonces y ahora). -
Sí, es ella: la serie del "Chanquete ha muerto", del "que ni el viento la toque" y de las mil y una reposiciones. Ahora que su presencia en la cultura pop española ha menguado, es el momento de regresar a las playas de Nerja para entender por qué estas vacaciones ochenteras que imaginó Antonio Mercero han pasado 41 años generando chistes y nostalgia a partes iguales. -
A falta de una 'Víbora Negra' que le saque los colores a nuestra historia, Fernando Fernán-Gómez (director, guionista y actor principal: ahí es nada) nos presenta a Lucas Trapazo, un timador de poca monta que viaja por la Europa del siglo XVI con el estómago vacío y la cabeza llena de planes que siempre salen mal. Mucho más divertido que una lección sobre la novela picaresca, eso está claro. -
Nuri (Carme Conesa) y Charo (Diana Peñalver), actrices en paro que sueñan con el estrellato entre ñapa y ñapa, se ganaron un bien merecido fandom cuando llegaron a la pantalla en 1991. Ahora, sus peripecias siguen resultando divertidísimas, y además suponen un retrato de ese Madrid que acabaría pereciendo entre pisos turísticos, obras a mansalva y ordenanzas de orden público. -
Seria competidora con 'Las chicas de hoy en día' por la sintonía más pegadiza de la TVE noventera, 'La mujer de tu vida' contó con directores de relumbrón (Fernando Trueba, Gonzalo Suárez, Jaime Chávarri...) e intérpretes con tronío (de Carmen Maura a Antonio Banderas, pasando por Verónica Forqué y Victoria Abril) para ofrecer una antología de comedias románticas marcadas por el azar y el caos. -
Impulsada por el productor Pedro Costa Musté, esta serie antológica (también con repartos y directores de gran tonelaje) llevó a la pantalla algunos de los asesinatos más truculentos y célebres de la crónica negra española, muchos de ellos aún sin resolver. Tras dos temporadas en 1985 y 1990, 'La huella del crimen' regresó con una última etapa compuesta por tres telefilmes. -
Apodada 'Gritada central' por el estentóreo volumen de sus diálogos, esta serie fue, salvando todas las distancias que se quieran, nuestra émula de 'Corrupción en Miami', aunque con sordidez ibérica en vez de flamencos rosas. En el reparto destacaban Assumpta Serna, Ana Duato, Jose Coronado y un Imanol Arias que se convertiría en protagonista absoluto a la altura de la segunda temporada. -
Hasta los más antitaurinos lo tendrán difícil para resistirse a la desvergüenza de Paco Rabal en esta serie, creada a partir de un episodio de la antología 'Cuentos imposibles' y dirigida, al igual que aquella, por el gran Jaime de Armiñán. Matador en horas muy, muy bajas, José Álvarez 'Juncal' sobrevive en Sevilla a base de cara dura mientras su hijo, que no quiere ni verle, triunfa en las plazas. -
Mucho antes de 'Amar en tiempos revueltos', TVE ya había abordado con sus series las historias ambientadas durante la II República y la Guerra Civil. Aquí, con 2.300 millones de pesetas de presupuesto (13 millones de euros), un Mario Camus de vuelta por sus fueros televisivos adaptó la trilogía de novelas autobiográficas que Arturo Barea escribió desde el exilio. -
Otra obra literaria, en este caso la trilogía escrita por Gonzalo Torrente Ballester, sirve de arranque para una de las series más lujosas producidas por TVE durante los 80, con Eusebio Poncela en el rol de un psiquiatra atrapado (sin querer) en las disputas entre caciques que luchan por controlar un pueblo de la costa gallega. -
Fernando Valverde y una Verónica Forqué tan entrañable como siempre son los cabezas de la familia con la que TVE se sumó (con más ternura que insultos, eso sí) a la moda de las sitcoms proletarias despertada por 'Matrimonio con hijos' y 'Roseanne'. En la familia de marras, por cierto, también figuran María Adánez y Silvia Abascal, jovencísimas ambas. -
En España nunca hemos tenido a un Jerry Seinfeld, pero sí a un José Sacristán ("Pepe Sacristán" en los créditos) cuyo personaje en esta serie compaginaba la carrera de monologuista con los altibajos de una vida personal tirando a desordenada y las excentricidades de una familia que incluía a Gabino Diego y Alberto Closas. Todo ello con Alfonso Ungría de director. -
Lo bueno que tienen (o tenían) las televisiones públicas es su capacidad para permitirse excentricidades como esta antología de trece mediometrajes dirigidos por personajes de lo más diverso (del artista Ceesepe al cantautor Luis Eduardo Aute) y también por outsiders ilustres de nuestro cine como Adolfo Arrieta o, sobre todo, Iván Zulueta: 'Párpados', el último capítulo de la serie, fue también la última obra maestra filmada por el autor de 'Arrebato'.
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