¿Por qué las máscaras de 'La casa de papel: Corea' son diferentes? Este es su significado

¿Por qué no Dalí? El remake coreano de la serie española aporta pocas diferencias, pero esta es significativa.
La casa de papel: Corea
La casa de papel: Corea
Cinemanía
La casa de papel: Corea

Pocas series españolas pueden presumir de haber causado un impacto mundial tan grande como La casa de papel. Al pasar desde Atresmedia a Netflix, la serie creada por Álex Pina comenzó a andar por un camino de baldosas amarillas que la llevó hasta convertirse en un fenómeno de masas a nivel global, logrando que varios de sus elementos se convirtieran en iconos reconocibles en todo el planeta: de los particulares monos rojos que visten los personajes hasta el himno antifascista Bella ciao.

El éxito de La casa de papel fue tan descomunal (es la cuarta serie más vista de todos los tiempos en Netflix, solo detrás de El juego del calamar, Stranger Things y Los Bridgerton) que la plataforma no se lo ha pensado dos veces ante la oportunidad de sacarle todo el partido posible una vez terminadas sus cinco temporadas. Además de proseguir la historia en un videojuego, se puso en marcha un remake coreano que acaba de empezar bajo el título La casa de papel: Corea.

'La casa de papel: Corea': similitudes y diferencias

Salvo por el cambio de idioma, reparto y un número de episodios mucho menor (la temporada consta de doce, de los cuales se ha estrenado un primer bloque de seis), el remake coreano de La casa de papel se atreve a aportar pocas diferencias respecto a la serie protagonizada por Úrsula Corberó, Álvaro Morte y compañía. 

El cambio más significativo tiene que ver con la ambientación, ya que en La casa de papel: Corea se ambienta en un futuro próximo en el que la reunificación de Corea del Sur y Corea del Norte es una realidad casi palpable con evidentes problemas de desigualdad económica. Así, el robo que planean los protagonistas tiene como objetivo una casa de la moneda en la recién creada Área Económica Conjunta de la península coreana.

La introducción de las particularidades sociales de las dos Coreas (algunos protagonistas son inmigrantes huidos de Corea del Norte) es la aportación más llamativa, aunque no pasa del maquillaje argumental para hacer un remake consciente de su naturaleza de pieza de acompañamiento. Por ejemplo, otro cambio notable es que no se escucha Bella Ciao, pero la canción da nombre a la cafetería donde se planea el golpe.

De la cara de Dalí a las máscaras Hahoe

Las máscaras con la cara de Dalí que llevaban los atracadores de la versión española también dieron la vuelta al mundo como un elemento muy reconocible de La casa de papel. Además de ser una pieza de merchandising  muy golosa, en los últimos años distintas reproducciones y variaciones han llegado a utilizarse en movilizaciones y protestas populares, de Puerto Rico a Myanmar y Hong Kong.

Dalí / Yangban
Dalí / Yangban
Cinemanía

No obstante, eso ha cambiado en La casa de papel: Corea. En este caso, los protagonistas no portan máscaras con el rostro del pintor catalán, sino unas muy enraizadas en la cultura coreana: las máscaras de Hahoe (o Hahoetal). Se trata de una tradición milenaria cuyo origen se remonta al siglo XII y que terminó convirtiéndose en una danza que ha sido nombrada Patrimonio Cultural Intangible por las autoridades del país.

En la aldea de Hahoe, situada en Andong, al este del país, es donde se sitúa el nacimiento de una peculiar danza que se hacía con unas máscaras muy llamativas hechas con madera de aliso y cáscaras de fruta recubiertas con hanji (el papel tradicional coreano). Este ritual relacionado con el culto a los dioses fue evolucionando hasta convertirse en un espectáculo teatral con una docena de personajes muy definidos. 

La casa de papel: Corea
La casa de papel: Corea
Cinemanía

Uno de ellos es Yangban, el elegido para las máscaras de La casa de papel: Corea. En las representaciones de Hahoe, su rol es el de un adinerado y poderoso aristócrata de prominente nariz cuya fanfarronería suele ser respondida con sonoras burlas. El diseño de la máscara, con una barba/barbilla móvil, permite a los actores representar al personaje sonriendo o enfadado según la inclinación de su cuerpo.

Según ha contado Park Hae-soo, el actor de El juego del calamar que da vida a Berlín en esta versión de la serie, cumple un papel similar a la máscara de Dalí en España porque "representa la crítica contra los poderosos y tiene sentido del humor".

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento