Sin edulcorar fue el resultado de un insólito debut. A sus 70 años y siendo una celebridad desde los ochenta, Jerry Seinfeld ha dirigido su primera película. Pese a que Seinfeld, la serie que no trataba sobre nada, tuvo nueve temporadas, él no dirigió un solo episodio. Eso sí, escribió muchos, y los protagonizó todos. Sin edulcorar, disponible en España gracias a Netflix, ha sido su primera vez al otro lado de la cámara.
Pese a ser uno de los actores más ricos del mundo, Jerry Seinfeld es, ante todo, un monologuista. En su programa de entrevistas Comedians in cars getting coffee, demuestra hasta qué punto está atrapado en la stand-up. Cualquier conversación frívola lo lleva a filosofar agudamente sobre por qué llamamos cornflakes a los cereales, o si las gallinas criadas en espacios abiertos disfrutan, de verdad, de estos espacios. “¿La gallina está como John Wayne en el Monument Valley?”. le pregunta a Larry David en un episodio, mientras su mentor apura un humeante café.
¿Se arrepiente Jerry Seinfeld del final de su sitcom?
Con motivo de la promoción de Sin edulcorar, Jerry Seinfeld le ha concedido una entrevista a GQ, donde habla no sólo de la película, sino de la serie El show de Larry David. Jerry Seinfeld interviene en el último episodio, un remedo irónico del final de Seinfeld, en el que su protagonista es encarcelado en un juicio absurdo. La despedida de Seinfeld, genial para algunos espectadores, fue criticada duramente en los Estados Unidos.
En su último capítulo, Jerry, George, Kramer y Elaine eran sentenciados a prisión durante un año en virtud de la ficticia ley del buen samaritano, que los obligaba a asistir a un hombre en apuros. En su lugar, Jerry y sus amigos se reían a carcajadas de una persona con sobrepeso a la que atracaban.
Seinfeld acababa con su protagonista, vestido con el uniforme penitenciario, deleitando a asesinos, violadores y drogadictos con un monólogo. En la entrevista para GQ, Seinfeld reconoce que, tras estos años, este final le ha “molestado un poco”. Su entrevistador se muestra atónito e intenta animarlo al decirle que a él si le gustó.
Seinfeld le devuelve la perplejidad y responde que cree que pudieron hacerlo mejor. Para él, Mad Men es el epítome del final perfecto, y Seinfeld se queda muy lejos de este modelo. “Pero no me arrepiento”, añade, al tiempo que reconoce que, quizá, tantas críticas han afectado a su perspectiva.
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