'Futurama' ha vuelto (otra vez): así han sido las accidentadas idas y venidas de una serie de culto

Ni 'Los Simpson' habrían sido capaces de predecir el recorrido televisivo de su serie hermana.
Fotograma de 'Futurama'
Fotograma de 'Futurama'
Cinemanía
Fotograma de 'Futurama'

Ya es oficial: ha vuelto por tercera vez Futurama, ''la otra serie'' de Matt Groening; aquella que se resiste a permanecer muerta. Desde su estreno a finales del siglo XX en Estados Unidos dentro de la cadena Fox un 28 de marzo de 1999, las desventuras de Fry, Leela y Bender en la Nueva Nueva York del siglo XXXI se han mantenido en un continuo ir y venir de cancelaciones e inesperados regresos.

Por el camino, encontramos en su historia hasta tres cadenas distintas y cuatro películas exclusivas para DVD. Mientras Los Simpson se ha situado firme y eterna en su mismo canal y su mismo día durante décadas, la alternativa de ciencia-ficción y también mucho más de culto ha tenido que luchar constantemente por su supervivencia.

¿Pero por qué una serie que nunca ha conseguido tener el seguimiento suficiente como para mantenerse a flote durante más de cinco años en antena sigue regresando una y otra vez a nuestras pantallas? ¿No han sido ya suficientes las oportunidades? Y, es más… ¿no se ha contado todo lo que se podía contar con estos personajes ya? Todo esto y bastante más se pregunta The Impossible Stream, una entrega llena de metaficción y el primer episodio nuevo de Futurama en diez años, que ya está disponible en Disney+

Aunque a lo mejor esta misma cuestión es la clave de su eterno retorno: la capacidad de reírse de sí misma y el hecho de que, como sátira futurista de nuestro presente, siempre haya tenido nuevas excusas para formar historias de actualidad. O quizás la clave sea ni más ni menos que, ahora más que nunca, puede que haya un hueco para ella.

Los inicios de 'Futurama' y su (primer) episodio final

En 1999, la llegada de Futurama tenía todo el sentido del mundo. A finales de los noventa, la animación occidental para adultos por fin había dado en la diana que justificaría su existencia continuada más allá de Los Simpson tras una década de fallidos intentos de replicar su éxito: South Park y El rey de la colina en 1997 habían demostrado que sí había vida fuera de Springfield. 

Sin duda, estos aires de cambio en el horizonte fueron fundamentales para que Groening, junto con el guionista David X. Cohen, comenzara a desarrollar un nuevo proyecto alejado de la supuesta cotidianidad de la familia amarilla. Si la competencia estaba evolucionando, no se podía quedar uno atrás.

Futurama era, por tanto, un proyecto que mantenía unas todavía necesarias raíces de sitcom con sus tramas de oficina pero que también traía una cierta intención de continuidad e intriga y que, sobre todo, también respondía a las sensibilidades de las raíces pulp del género de la ciencia-ficción de los años cincuenta y de la Star Trek original de los sesenta. 

Tras algunos retrasos, Futurama al final aterrizó en Fox solo dos meses después de la Padre de familia de Seth MacFarlane, con una gran campaña publicitaria que permitió al episodio piloto convertirse en uno de los pequeños fenómenos televisivos del año. No obstante, no hubo que esperar demasiado tiempo después para confirmar que Fox no iba a tratar con tanto cariño a esta nueva producción como a su venerable hermana mayor.

Marcando un calendario de estrenos difícil de seguir y del todo irregular, moviéndola constantemente de día de emisión y en definitiva haciendo con todo ello que su público potencial perdiese el interés, cuatro temporadas de producción se convirtieron al final en cinco de emisión según se iban acumulando capítulos sin estrenar año tras año. 

Y, a pesar de que el programa fue en general reconocido por su gran calidad durante estos primeros cinco años, y hasta galardonado con un Emmy al Mejor Programa de Animación en 2002 —las otra cuatro veces perdió contra un El rey de la colina y tres contra Los Simpson respectivamente—, no fue suficiente para garantizar su permanencia en la parrilla.

Fotograma de 'Futurama'
Fotograma de 'Futurama'
Cinemanía

El 10 de agosto de 2003, en la programación estival y como quien se quita peso muerto de encima, se estrenó The Devil's Hands Are Idle Playthings, el que estaba destinado a ser el primer final definitivo de Futurama. La última escena del capítulo escrito por Ken Keeler parecía prometer una resolución positiva o como mínimo muy esperanzadora fuera de cámara para el romance imposible entre sus protagonistas humanos Fry y Leela. 

Ahí residía lo que resultaría clave para las siguientes vidas del programa, sobre todo una vez ya se habían resuelto más o menos los escasos misterios que la serie se había guardado en la manga desde el principio; esto es, por qué Fry había sido mandado hasta el futuro y de dónde salía exactamente la supuesta especie cíclope de Leela.

Las películas de 'Futurama'

Sin embargo, el regreso triunfal en 2005 de otra serie de animación para adultos cancelada lo cambió todo. Padre de familia, que también había terminado en la misma Fox en 2002 por bajas audiencias, se había convertido en ese escaso tiempo en todo un fenómeno entre sus reposiciones en el contenedor Adult Swim del canal temático Cartoon Network y las ventas excepcionales de sus tres temporadas en DVD. 

Cuando las aventuras de los Griffin regresaron con nuevas historias a Fox, volvieron coronados como uno de los programas más sonados de la televisión estadounidense del momento. Si se habían equivocado con Padre de familia… ¿habría pasado también con Futurama?

A finales de abril de 2006, mientras la cadena Comedy Central estaba negociando con mucho interés para hacerse con los derechos de emisión de las preciadas reposiciones de Futurama, Fox les presentó una nueva propuesta: 

Ellos producirían dieciséis capítulos completamente nuevos, que se estrenarían primero como cuatro películas directas a DVD para luego llegar a la segunda cadena como una nueva temporada. El trato parecía beneficiar a todo el mundo, así que no se tardó demasiado en darle el visto bueno. Futurama volvía a estar en funcionamiento fuese como fuese.

Fotograma de 'Futurama'
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Cinemanía

Tras las cuatro películas lanzadas en formato físico entre 2007 y 2009 a razón de una cada seis meses más o menos, el desenlace no se hizo esperar. Aunque la cuarta y última película terminaba dejando un enorme cliffhanger en el aire que, de no resolverse, podía a la vez ser un final amargo para todos sus personajes, los ánimos estaban altos. 

Estaba claro que Comedy Central quería que siguieran trabajando con ellos. Fry y Leela se daban la mano y se besaban antes de pasar por un agujero de gusano hacia lo desconocido.

'Futurama' vuelve al panorama televisivo

Poco más de un año después, durante el verano de 2010, Futurama volvía con nuevos episodios en Comedy Central, esta vez sin tener que estar estructurados previamente como películas. Esta nueva etapa estuvo formada por dos temporadas de veintiséis capítulos divididas entre dos entregas de trece cada una, lo que nos coloca por lo tanto ya en 2013. 

Tras estos cuatro veranos consecutivos, no obstante, Comedy Central la canceló. En su nuevo episodio final, Meanwhile, Fry y Leela se veían dentro de un bucle espacio-temporal que les permitía envejecer mientras el mundo a su alrededor estaba completamente parado.

Con esta premisa de amor más allá de las fronteras de lo físicamente razonable, Futurama seguía colocándose al lado de titanes de la ciencia-ficción como Doctor Who. Fry y Leela ya habían sido pareja formal durante los años Comedy Central, y acababan la serie que se había caracterizado en parte por su romance casados y habiendo podido vivir toda una vida plena juntos... a su manera. 

Una vida que tenían la oportunidad de vivir de nuevo en bucle, gracias a un invento del profesor Farnsworth. Y eso era todo. De momento.

Hulu, Fulu y la era del contenido en plataformas

“¿Cómo puede una serie ser cancelada tantas veces por tantas cadenas?” se pregunta Bender furioso en el primer episodio de esta nueva temporada de 2023. La respuesta también debería pasar por cuestionarse qué es lo que hace que Futurama siga teniendo décadas después una oportunidad tras otra.

Hay factores importantes a tener en cuenta como una base fan muy acérrima que ha conseguido siempre mantener en el candelero cultural un programa que nunca ha sido en realidad mayoritario, pero también el innegable potencial comercial del mismo. Pero, sobre todo, la clave es que estamos inmersos en la temible “era del contenido”. Y hace falta contenido.

Aunque los últimos meses nos han demostrado la verdadera realidad de la inestable burbuja de los servicios de streaming vía suscripción, no cabe duda de que al menos ha puesto en valor la permanencia en el imaginario colectivo de las comedias de situación autoconclusivas. 

Fotograma de 'Futurama'
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Cinemanía

Un género fundamental que podía verse ya anticuado en los años de los atracones masivos de temporadas, pero que, todo lo contrario, ha salido reforzado como una opción a tener en cuenta por la facilidad con la que da pie a frecuentes revisionados sin orden ni concierto. Es decir… como se hacía en la tele de toda la vida.

La última vez que Futurama terminó definitivamente y para siempre, allá por el 4 de septiembre de 2013, Netflix apenas había empezado a estrenar series de producción propia con la primera entrega de House of Cards. Ahora, en el primer episodio de la octava y flamante temporada de Futurama —o la undécima, depende de a quién le preguntes, mejor ni nos metamos en eso— titulado The Impossible Stream, el protagonista Philip J. Fry tiene que recuperar el tiempo perdido y se propone ponerse al día con todas las series que existen.

Con tantas plataformas todopoderosas y opciones infinitas, Fry no tarda de convertirse en una pieza más de una maquinaria mortal que no parece tener forma fácil de parar. Como ha pasado siempre, que Futurama se sitúe en el siglo XXXI no significa que no responda directamente a la actualidad del siglo XXI coetánea a su emisión.

En los primeros diez minutos de esta nueva Futurama ya encontramos chistes relacionados con las plataformas de streaming, los atracones de series, los NFTs, las personas no binarias, la corrección política en el humor, los aceites de CBDs… como si tuviesen que aligerar para ponerse al día. 

Con mayor o menor éxito, esto forma parte fundamental del ADN de la propuesta: en los primeros episodios emitidos en 1999 teníamos parodias a Titanic y Armageddon, a Ally McBeal o al temido efecto 2000. Queda por ver si esta tercera (o cuarta) etapa para Futurama mantendrá el nivel de al menos las últimas entregas anteriores, pero de momento celebremos que el futuro parece más vivo que nunca. Aunque las plataformas solo lo vean como una casilla más de sus enormes catálogos.

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