Final explicado de 'Ataque a los titanes': quien no conoce su historia está condenado a repetirla

'Ataque a los titanes' terminó tras diez años en emisión. Te contamos los aspectos más relevantes vistos en el episodio final de una de las series de anime más importantes de los últimos años.
Escena de la batalla final de 'Ataque a los titanes'.
Escena de la batalla final de 'Ataque a los titanes'.
Ataque a los titanes
Escena de la batalla final de 'Ataque a los titanes'.

Todo ha terminado. Ataque a los titanes nos deja después de diez años de acción y drama en dosis descomunales. Una de las series de anime más importantes en la actualidad puso punto y final a su historia tras la emisión el pasado 5 de noviembre en Crunchyroll del episodio que adaptaba el final del manga, creado por Hajime Isayama. Ha sido un viaje largo, especialmente esta última temporada, que empezó en 2020 y ha sido dividida en dos partes de 16 y 12 capítulos respectivamente, seguidos de dos especiales de larga duración.

Muchos fans en todo el mundo esperaban este desenlace. Los seguidores del anime, para ver por fin si los héroes eran capaces de detener el Retumbar iniciado por Eren Jaeger. Los lectores del manga, para comprobar si la adaptación realizada por el estudio MAPPA estaba a la altura. El resultado, sin lugar a dudas, no ha dejado indiferente a nadie. Te explicamos todo sobre el cierre de esta historia tan espectacular.

La batalla entre cielo y tierra

El episodio final está dividido en tres partes. La primera, llamada La batalla entre cielo y tierra, retoma la acción donde terminó el especial del pasado mes de marzo, con los héroes entrando en escena a bordo de un avión para detener el Retumbar y salvar lo que queda de humanidad. Los protagonistas se lanzan al vacío para alcanzar la mole de huesos en la que se ha convertido Eren.

MAPPA ha realizado una gran labor al animar esta batalla, pues era un reto enorme desde el principio: en un escenario en movimiento, los protagonistas se desplazan a gran velocidad con sus equipos de maniobras mientras luchan contra las versiones de los nueve titanes cambiantes que el Fundador está generando gracias al poder de Ymir. Hay que destacar la labor en la dirección por parte de Yuichiro Hayashi y Arifumi Imai, ya que hasta el propio Isayama reconoció que había dibujado un final para el manga que sería muy complicado de adaptar.

Los aliados tenían como objetivo utilizar el poder destructivo de la transformación del Titán Colosal para despedazar la enorme columna vertebral del Fundador, pero esto dejó de ser una opción cuando Ymir atrapó a Armin Arlert para evitar que se transformara. Esto dejaba tres frentes abiertos: encontrar a Eren, también a Zeke y, además, rescatar a Armin. Mientras, el grupo de protagonistas se enfrenta a incontables riesgos y, aunque se ven motivados por la llegada de Annie, Falco y Gabi, afrontan momentos en los que la esperanza se pierde casi al completo.

Este especial cuenta con un gran número de referencias y alusiones presentes desde el inicio. Una de ellas se podría encontrar en la aparición de los titanes en las costillas del Fundador. Todos están manejados por pequeños hilos, como si fueran títeres de Ymir que tratan de evitar que los guerreros se acerquen a Eren. Pero también podría interpretarse como una representación de un árbol genealógico en el que cada titán encarna a todas las generaciones que, durante 2000 años, han perpetuado el círculo de odio y violencia entre humanos.

Imagen de la batalla final en 'Ataque a los titanes'.
Imagen de la batalla final en 'Ataque a los titanes'.
Ataque a los titanes

Un sueño muy largo

La segunda parte empieza donde termina la primera, con Armin en el Camino encontrando a Zeke. El joven comandante había pasado buena parte del primer acto lamentándose por haber sido capturado con tanta facilidad y mostrando el odio que sentía hacia sí mismo por todos los errores que había cometido. Sin embargo, no tarda en darse cuenta de que no está muerto, sino que se encuentra en el espacio ajeno a la vida y la muerte que fue creado por Ymir y que conecta a todos los eldianos, sus descendientes.

Zeke, que llevaba en el Camino desde que se inició el Retumbar, mantiene una conversación de gran contenido filosófico con Armin. El hermanastro de Eren sostiene que el sentido de la vida únicamente es multiplicarse y se lamenta por no haber completado su plan de eutanasia para terminar con la estirpe de Eldia. Él no encuentra la lógica a aferrarse a seguir viviendo, puesto que la muerte es inevitable. Además, reconoce que no fue capaz de entender a Ymir, que durante 2000 años había permanecido en ese espacio obedeciendo la voluntad del rey Fritz.

Armin, por su parte, explica lo que para él da sentido a la vida. Lo hace mediante una hoja que encuentra debajo de la arena. Este objeto le recuerda a los momentos cotidianos que compartió con Eren y Mikasa en su infancia, alegando que en ocasiones sintió que había nacido únicamente para jugar con ellos. Mientras, Zeke lo que ve es una pelota de béisbol, haciendo alusión a cuando jugaba con su padrastro Ksaver. Así, el hermanastro de Eren comprende que la vida no necesita una explicación, sino que merece ser vivida por los momentos que otorga.

Armin recuerda sus momentos más felices junto a Eren y Mikasa.
Armin recuerda sus momentos más felices junto a Eren y Mikasa.
Ataque a los titanes

Mientras, los héroes están en serios problemas, pero los cascarones de los titanes cambiantes más recientes comienzan a ayudarles. Esto se debe a que los difuntos Bertholdt, Grisha Jaeger, los hermanos Porco, Ymir (no confundir con la Fundadora) y Ksaver habían escuchado a Armin, lo que pudo despertar su voluntad. Mikasa aprovecha esta situación para liberar a Armin de la boca del titán en la que estaba atrapado. Por otro lado, Zeke aparece en uno de los huesos y, sabiendo que no merece vivir más, deja que Levi Ackerman aparezca y le corte la cabeza, finalizando así la última misión que le había dejado Erwin Smith.

De esta forma se interrumpe el Retumbar. Mientras tanto, Jean consigue detonar los explosivos en el cuello del Fundador y Armin se transforma en el Titán Colosal para destrozar la mole de huesos. Los héroes escapan de la escena y consiguen reencontrarse con sus familiares, pero la batalla no ha terminado. Eren sigue vivo y se transforma en otro titán similar al de Armin. Además, el organismo desconocido responsable de la creación de los titanes se muestra y trata de volver a unirse a Eren, aunque Reiner usa su Titán Acorazado para evitar que todo se reinicie.

El gusano, si es que se le puede denominar de esa forma, libera un gas parecido al que Marley usaba para transformar a los eldianos en titanes. Los protagonistas rápidamente se dan cuenta, por lo que los portadores de los titanes cambiantes junto a Mikasa y Levi (son Ackerman, no tienen la sangre de Ymir), huyen del Fuerte Salta y se disponen a acabar definitivamente con Eren mientras ven cómo sus seres queridos se transforman. En este momento, se nos muestran unos recuerdos que Eren había implantado en Mikasa sobre cómo hubiera sido su vida si hubieran escapado juntos. Pero la realidad es otra, ellos nunca huyeron, Eren había iniciado el Retumbar y ahora tenía que ser Mikasa quien terminara todo al introducirse en la boca del titán y cortar la verdadera cabeza de Eren. La escena posterior, en la que la heroína sostiene la sien de su amado y le besa, quedará grabado en la retina de todos los fans por su enorme tristeza y su profundo simbolismo.

Mikasa se despide de Eren después de matarlo.
Mikasa se despide de Eren después de matarlo.
Ataque a los titanes

Hacia el árbol en la colina

El último acto comienza con los recuerdos que Eren había implantado en la memoria de Armin. En ellos, ambos recorren los paisajes con los que siempre soñaron cuando eran pequeños mientras hablan sobre el Retumbar y todo lo que les había llevado hasta ese momento. Existía mucha controversia respecto a este momento cuando apareció en el manga, ya que mucha gente interpretó que se trataba de dar una justificación al genocidio llevado a cabo por Eren. Sin embargo, el anime ha sabido conducirlo de otra forma y simplemente le da contexto, pero no le quita ninguna culpa al protagonista, puesto que no hay manera de excusarlo. 

Se nos muestra el lado humano de Eren, un chico que no quiere morir, no está dispuesto a renunciar a su amor por Mikasa y desea permanecer junto a sus amigos, pero que es esclavo de su propio destino al no ver otra solución posible. Desde que vio el futuro al tocar la mano de Historia Reiss, trató de evitarlo, pero todas sus decisiones le llevaban al Retumbar. Además, no ser capaz de distinguir pasado, presente y futuro terminó por desestabilizar su mente. La única opción para Eren era el exterminio y que sus amigos le parasen para convertirse en héroes. El propio Armin le recrimina su egoísmo, pero asume parte de la culpa al considerar que ha formado parte de todo.

Después de las visiones, los protagonistas por fin experimentan un gran alivio tras haber vencido de manera definitiva. Eren ha muerto, los eldianos han vuelto a ser personas y el poder de los titanes ha desaparecido definitivamente. Se produce aquí una emotiva escena en la que los difuntos aparecen a modo de espejismo para despedirse de los héroes por última vez. Todo ha acabado, la humanidad puede empezar de nuevo.

Tres años después, el grupo formado por Armin, Reiner, Jean, Connie, Pieck y Annie son embajadores de la paz y regresan a Paradis con el fin de evitar nuevos conflictos. Allí había permanecido Mikasa todo este tiempo, ya que acudió al árbol de la colina que aparece en el primer episodio y allí le dio sepultura a Eren. Por otro lado, Gabi, Falco, Yelena, Onyankopon y Levi ayudan a la sociedad a reconstruirse. Todos ellos, ensalzados por la sociedad como héroes, viven largas vidas tal y como quiso Eren. Un final que no es completamente feliz por el profundo significado que esconde.

El paralelismo entre Ymir y Mikasa

Ymir había pasado 2000 años encadenada a la voluntad del rey Fritz y su linaje. Lo hizo por el amor que le profesaba a su esposo, pese a que este a su vez era quien lo esclavizaba (un claro síndrome de Estocolmo). Durante dos milenios, ella permaneció obedeciendo la voluntad de los descendientes de la familia real. El único que logró entenderle fue Eren, por lo que ella le dio los poderes del Fundador.

Sin embargo, quien realmente liberó a Ymir fue Mikasa. Ella demostró que un amor incondicional no implica un vínculo de esclavitud. Aunque amaba a Eren, supo que debía matarlo y así lo hizo. Esto fue decisivo para que la joven con poderes divinos dejara soltar todo lo que había vivido y acabara definitivamente con el poder de los titanes, desprendiéndose también de su ciega lealtad al rey Fritz.

El ave y la libertad

Las aves han tenido mucha importancia durante toda la serie. Desde las alas de la Legión de Reconocimiento hasta el simbolismo de la última escena de Mikasa a los pies del árbol donde descansa Eren. Este momento en el que un pájaro le acomoda la bufanda causó mucho debate, puesto que hubo quienes interpretaron que era una reencarnación, aunque puede interpretarse más bien como una despedida metafórica antes de que Mikasa finalmente decida seguir con su vida.

Mikasa contempla al pájaro mientras este se aleja.
Mikasa contempla al pájaro mientras este se aleja.
Ataque a los titanes

El ciclo de violencia interminable

Esta es la materia central de la serie, no hay duda. Incluso en el capítulo final, en medio del Retumbar, eldianos y marleyenses no pueden evitar el enfrentamiento mutuo. Tres años después de la victoria sobre Eren, Paradis es la mayor potencia militar y vive con el temor de una represalia del resto del mundo. Parece que nadie ha aprendido la lección pese a que los titanes ya no existan.

Además, los créditos nos muestran algo más que a los protagonistas disfrutando de largas vidas a través de escenas alrededor del árbol. También nos enseñan cómo pasan los años y las guerras vuelven, siendo algo inherente a la naturaleza del ser humano. Por otro lado, el árbol donde está enterrado Eren crece hasta convertirse en uno similar al que Ymir encontró antes de convertirse en titán. Un chico y su perro lo ven y deciden adentrarse en sus profundidades, al igual que lo hizo la Fundadora. No debe interpretarse esto como una posible segunda parte, sino como la moraleja de la obra: la historia siempre se repite.

El final de Ataque a los titanes no pretende justificar el genocidio de Eren, que había acabado con el 80% de la población. Esto solo sirve para acabar con el poder de los titanes y darle a los protagonistas las largas vidas que Eren quería que viviesen. Sin embargo, es inevitable que el círculo de violencia vuelva tarde o temprano. Es un mensaje agridulce pero realista, al igual que esta serie ha escenificado mediante historias ficticias la propia realidad del ser humano. Una obra maestra del género que ya ha bajado el telón y que será recordada por muchos.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento