Contiene SPOILERS de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder' 1x08
A primera vista, las líneas argumentales de El señor de los anillos: Los anillos de poder se dirigen todas hacia un único destino. Pero eso no quiere decir que los showrunners Patrick McKay y John D. Payne vayan a privarse de jugar con nosotros al despiste.
De esta manera, en el episodio que cierra la primera temporada del show más tolkieniano, asistimos a revelaciones que dejarán a algunos con los pelos de punta, mientras que otros reaccionarán a ellas señalando a sus amigos y exclamando "¡Ja, ja!" como un Nelson Muntz que se hubiese empollado El Silmarillion. ¿Estáis preparados para descubrirlas?
Episodio 8: 'Aliados'
¿Habéis oído eso? Son varios millones de teorías fan gritando a la vez y después enmudeciendo para siempre. Porque, según el stinger de este último episodio de la temporada, Sauron ha estado entre nosotros todo este tiempo… ¡y era el Extraño! Al menos, eso da a entender la actitud de las tres pálidas místicas arrodillándose ante el amigo de los pelosos.
Tras la brusca recalificación de las Tierras del Sur, y tras los títulos de crédito, Galadriel cabalga hacia Lindon con un exánime Halbrand en la grupa de su caballo. Mientras la medicina élfica hace lo que puede para salvar a su amigo, la guerrera aprovecha para limar asperezas con su amigo Elrond. En cuanto a Celebrimbor, descubre que la cura de urgencia le ha sentado estupendamente al mocetón humano, y que este además tiene mucha conversación acerca de metales y aleaciones.
Como entre herreros se entienden, el rey orfebre no tarda en mostrar más de lo que debiera acerca de sus planes para crear el arma élfica definitiva, recibiendo algunos consejos acerca de cómo incrementar el poder de las tres joyas. “Considéralo un regalo”, dice el humano: ¿no era una especialidad de Sauron hacer regalos con truco?
En Númenor, la agonía del rey lleva a Ar-Pharazôn a anunciar la construcción de un monumento ciclópeo, faraónico incluso. Para ganar esta oportunidad, Eärien obtiene el permiso para pasar una hora al día con el monarca… quien, en sus delirios, la confunde con su hija Míriel, lanzando advertencias sobre la inminente ruina de la isla. Para colmo, la joven arquitecto descubre la cámara secreta del Palantir...
Una reunión entre Gil-galad, Elrond, Celebrimbor y Galadriel aporta más información acerca de sus planes para crear el Arma Élfica Definitiva. Aunque sus aliados están de acuerdo en eso de concentrar el mayor poder de la Tierra Media en un objeto mágico, el rey de Lindon es partidario de organizar un éxodo hacia las Tierras Imperecederas… y Galadriel se pregunta de dónde ha sacado Celebrimbor esas nuevas ideas.
Convencidísimas de que el Extraño es, efectivamente, Sauron, las místicas le comunican que esas estrellas que busca desde el comienzo de la temporada solo son visibles en la tierra de Rhûn, en el lejano oriente. Para recuperar su memoria y sus poderes, el Señor Oscuro deberá viajar a esa lejana provincia, cuya mera mención parece ponerle en modo overdrive. ¿Estamos seguros de que esto es verdad, o se trata de un pérfido plan para manipular al poderoso, pero ingenuo, señor con barba?
Los pelosos confían en que sea lo segundo. Su ingenuidad, con intento de rescate incluido, resulta en una herida grave para el señor Conejera y en la captura de Nori y Poppy. Para pasmo de las tres hechiceras, eso sí, el Extraño se toma bastante mal este acto de agresión: ¿será que, como le dice Nori, él es el último responsable de decidir sobre su identidad?
Tras una accidentada batalla, las místicas llegan a una trágica conclusión: el Extraño no es Sauron, sino “el Otro, el Istari”. Y aquellos versados en el lore tolkieniano saben qué quiere decir esto último. Damas, caballeros y derivados, aquí está nuestro amigo Gandalf el Gris, empleando a lo grande sus poderes para revelar el auténtico (y cadavérico) aspecto de las brujas y convertirlas en sendas nubes de mariposas. Una pena que esa intervención llegue demasiado tarde para evitar la muerte de Sadoc Conejera.
Mientras tanto, la fuerza expedicionaria de Númenor vuelve a su isla con el metafórico rabo entre las piernas. Puestos a consolarnos con algo, Míriel hace lo que puede por pillarle el tranquillo a eso de haber perdido la vista, recibiendo de mala gana la ayuda de Elendil. Favor con favor se paga, así que la regente intenta en lo posible ayudar a su leal marino a asumir la (presunta) muerte de su hijo Isildur.
A ella también le espera un duro golpe (otro más) cuando la flota arriba al reino insular, ya que su padre ha exhalado su último suspiro.
En Eregion, Celebrimbor y el resto de los elfos descubren que, para forjar un metal místico como el mithril, no basta con materiales marca ACME. Y, una vez más, Halbrand parece tener las mejores ideas al respecto… Según le explica a Galadriel, la clave está en concentrar el poder en objetos de pequeño tamaño, pero la guerrera corta su charla técnica revelando que le ha pillado: el linaje de los reyes de las Tierras del Sur cayó hace mil años, con lo que el humano es un impostor.
Con suma frialdad, Halbrand (¿le seguimos llamando así?) le suelta a la elfa aquello que todos sospechábamos ya: que tiene muchos nombres, y uno de ellos empieza con “S”. Desesperada, Galadriel trata de emprenderla con él puñal en ristre, pero solo consigue verse bajo un ataque telepático que primero la retrotrae a sus años en Valinor junto a su hermano, y después a su encuentro en alta mar con el joven que, ahora lo sabe, ha sido la máscara de su peor enemigo.
Tratando de llevarla a su terreno, Sauron le promete que sus intenciones son buenas, que él sí que la entiende y que si le baila el agua la convertirá en una reina “más hermosa que el sol y fuerte como los cimientos de la Tierra” para gobernar a su lado.
En los mundos de Tolkien, como sabemos, no hay hueco para el relativismo moral, con lo que Galadriel se muestra incorruptible pese a las dulces palabras del Enemigo. Antes de despedirse, este deja caer un hecho terrible: si Sauron sigue vivo y vuelve a ser una amenaza, es por culpa de ella y solo de ella…
Por suerte, Elrond salva a Galadriel de ahogarse (real y metafóricamente). Sin tiempo para explicaciones, la guerrera elfa corre hacia la fragua de Celebrimbor, donde explica que Halbrand se ha ido, que nunca volverán a verle y que será mejor que, en lugar de un Arma Élfica Definitiva, dividan el poder del mithril y las joyas en tres artefactos.
La elaboración de esos artefactos, sin embargo, requiere de oro y plata traídos de Valinor… y la última reserva disponible está en la daga que Galadriel heredó de su hermano Finrod. “La auténtica creación exige sacrificios”, explica Celebrimbor.
El Extraño, por su parte, parece haber vuelto a sus cabales tras siete episodios y medio con la edad mental de un niño. Durante su conversación con Nori, explica que “Istari” puede significar “sabio” o “mago”, y que su misión en la Tierra Media exige un viaje a las tierras de Rhûn. Es decir, una aventura… y la joven Brandipié es uno de esos pelosos atraídos perversamente por la idea de correr aventuras. Sus padres lo saben, y hasta le tienen preparada ya la mochila. Es el momento de una emocionada despedida y el comienzo de un largo viaje.
¿Recuerdas eso de “tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo”? Pues vamos a ser testigos de su creación: gracias a Galadriel, que se despoja de su preciado puñal, Narya (el anillo del aire), Nenya (el anillo del agua) y Vilya (el anillo del fuego) están cobrando forma. Al final del largo proceso metalúrgico, Elrond qle echa a Galadriel una mirada de las que valen mil palabras: su mejor amiga ha metido la pata hasta el fondo, y él lo sabe.
Porque en los yermos de Mordor, al pie del Monte del Destino, el sujeto anteriormente conocido como Halbrand se dirige hacia las faldas del volcán. Sauron ha vuelto, y sus planes incluyen otro anillo. Un anillo para dominarlos a todos, un anillo para encontrarlos…
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios