Fue en 2005 cuando, de la mano de Dreamworks, conocimos a los animales que habitaban en el zoológico de Nueva York. Una cebra llamada Marty soñaba con vivir en el mundo salvaje mientras que sus mejores amigos, Álex el león, Melman la jirafa y Gloria el hipopótamo, adoraban la vida en el zoológico. Sin embargo, tras el intento de fuga de Marty, los cuatro compañeros se veían arrastrados a una aventura que los llevaba a intentar sobrevivir en la desconocida isla de Madagascar.
Allí encontraban un mundo inexplorado en el que los leones se comían a las cebras, en el que un lémur llamado Julién reinaba sobre el resto de animales de la isla y en el que, sobre todo, había mucha, mucha música. Y, entre tanta 'marcha, marcha' y filetes de carne imaginarios, cuatro pingüinos tenían su propia misión secreta: llegar al Polo Norte.
Con Skipper como su superior, Kowalski, Rico y Soldado construyeron túneles y planearon misiones de escape mientras los protagonistas de la película intentaban comprender su nueva vida en la isla. Entre bromas, aciertos y planes fallidos, los cuatro pingüinos se convirtieron en unos de los personajes más queridos por el público y, por ello, no fue de extrañar cuando, en 2008, se estrenó el primer episodio piloto de su propia serie, titulada Los pingüinos de Madagascar.
El spin-off, que contó con 3 temporadas y 149 episodios en total y que derivó en una película del mismo nombre en 2015, está disponible en Amazon Prime Video y cuenta las aventuras de este grupo de pingüinos organizados como agentes de la CIA.
Sonreíd y saludad
Ni antes ni después de los sucesos de Madagascar. Según comentó en una entrevista para Animation World Network Tom McGrath, co-creador de la serie y voz de Skipper en su versión original, las historias del show "no suceden específicamente antes o después de la película, simplemente, los quería a todos de vuelta en el zoo. Pienso en ello como si se estuviese dando en un universo paralelo".
Si bien es cierto que los personajes se mantienen igual (con la ausencia del cuarteto protagonista), para poder adaptarlos a la serie de animación, fue necesario hacer algunos cambios, tanto en el diseño como en la personalidad de los pingüinos.
"Parte de la gracia en la película era que todos tenían el mismo físico", explicó el guionista Bob Schooley en la entrevista. Sin embargo, fueron necesarios algunos cambios para convertirlos en líderes para la serie. "Los hemos rediseñado mínimamente para que sean más fáciles de animar y más fáciles de distinguir", explicó.
En cuanto a sus personalidades, el guionista Mark McCorkle recordó cómo, en la película, "Skipper hacía reír junto con el león, Rico no hablaba en todo el filme y Kowalski era un personaje muy recto sin muchas líneas. Fue fácil saber cómo iban a ser Skipper y Soldado, pero tuvimos que preguntar a los directores de la película [Eric Darnell y Tom McGrath] cómo escribir los otros dos personajes sin violar sus personalidades".
Al final, la serie resultó en 149 nuevas aventuras en el zoo de Nueva York, donde cuatro pingüinos bien organizados intentaban impartir justicia y salirse con la suya entre sonrisas y saludos a los humanos.
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