Esta semana Variety publicó un demoledor reportaje sobre la actual crisis de Marvel Studios, que bien podría estallar del todo cuando The Marvels se estrene este 9 de noviembre. La Casa de las Ideas ha vivido tiempos mejores, y esto se puede constatar en cada rincón de su holgada producción actual. Pero sobre todo lo constatamos si nos ceñimos a las series de Disney+: con ellas empezó el declive, y tenemos el caso definitorio de Invasión secreta en tanto a su presupuesto desmedido, su mala recepción crítica y la catastrófica audiencia.
Pero es que ni siquiera Loki llega a ser un consuelo. La serie protagonizada por Tom Hiddleston y Owen Wilson dejó muy contenta a Disney una vez estrenó su primera temporada en junio de 2021. Se supone que vino a ser la serie más exitosa de Marvel en Disney+, de forma que la compañía quiso renovarla por una segunda temporada: algo totalmente único en el marco de las series en acción real (el MCU televisivo solo ha renovado al margen de esta la animada ¿Qué pasaría si…?), que refrendaba que había grandes expectativas de cara a la segunda temporada de Loki. La cual está actualmente en emisión.
De hecho la nueva entrega de Loki ya ha estrenado la mayoría de sus capítulos: lleva cinco de seis, y el sexto llegará la semana que viene junto a The Marvels. El problema (aparte de la reaparición de Jonathan Majors como Kang mientras el actor afronta un juicio por violencia machista) es que su audiencia ha bajado con respecto a la primera entrega. Se hace eco Hollywood Reporter según la clasificación del streaming de Nielsen: el estreno de la segunda temporada de Loki el pasado 5 de octubre no causó tanto revuelo como el de la primera hace dos años. Hizo 446 millones de minutos de visionado en sus tres primeros días.
El piloto de Loki por su parte hizo 731 millones de minutos, con lo que la segunda temporada ha bajado un 39%. Desde Disney sostienen por su parte que los 47 minutos del primer episodio de la segunda temporada tuvieron 10.9 millones de visionados en todo el mundo, aunque es Nielsen quien lo ha despiezado más en detalle ciñéndose al territorio estadounidense. Solo que claro, ahí este medidor cuenta con limitaciones: al margen de centrarse en EE.UU: sus exámenes solo incluyen reproducciones en televisión (nada de ordenadores o móviles).
Por otra parte los 446 millones registrados se aplican tanto al estreno de Loki 2 como a los seis episodios de la primera temporada, con lo que es difícil decir con exactitud cuánto tiempo dedicaron los espectadores estadounidenses al estreno de la segunda. Seguramente sea la mayor parte, pero aun siendo así seguiría siendo bastante poco comparado con los logros del estreno de Loki. La conclusión ostensible es que el interés por las aventuras espaciotemporales de este personaje ha descendido notablemente. Y, con él, el de buena parte de la producción marvelita.
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