A lo largo de los 158 minutos de metraje de Napoleón, el filme de Ridley Scott ofrece algunas de las escenas de sexo más desternillantes, incómodas y extrañas del cine contemporáneo. Desde la apertura de piernas de Josefina a lo Sharon Stone, hasta las dos ocasiones en la que Napoleón se sitúa tras la retaguardia de su esposa, este biopic muestra secuencias controvertidas de alto voltaje que ahora defiende una de sus protagonistas, Vanessa Kirby, la actriz detrás de la emperatriz.
En una entrevista concedida a Irish Independent, Kirby ha hablado abiertamente sobre las escenas de sexo de Napoleón. "Joaquin y yo dijimos desde el comienzo que serían poco convencionales. La relación entre Napoleón y Josefina era extraña y muy poco habitual, así que no queríamos que fuera el típico drama de época o un reflejo histórico, porque no sentíamos que fuera algo así", afirma la norteamericana.
"Cada vez que grabábamos las escenas de sexo, Joaquin y yo las interpretábamos de una manera diferente. Esto hacía que tuviéramos que parar a reírnos juntos entre tomas", confiesa sobre los momentos compartidos entre ambos en el set de rodaje.
La escena de sexo improvisada de 'Napoleón'
Con un inesperado y gustoso toque cómico en algunas de sus secuencias, la escena en la que Napoleón se sitúa debajo de la mesa para mantener relaciones sexuales con Josefina resultó ser improvisada. La actriz no sabía que Joaquin Phoenix se iba a introducir debajo del mantel y a imitar a un cerdo para arrastrarla hacia él, emulando que mantenían sexo ante la presencia de los guardias.
"Comencé a pensar en este filme hace tres o cuatro años, planteándome que los campos de batalla y las escenas de sexo de las películas se vuelven aburridos, y la caracterización sexual de la relación entre dos personajes es la cosa más interesante que a menudo impulsa la narrativa. Es interesante que un hombre tan poderoso como Napoleón sea tan vulnerable con una mujer como Josefina en su vida", señalaba sobre esta dinámica Ridley Scott recientemente para Rolling Stone.
La verdadera vida sexual de Napoleón y Josefina
Se dice que Napoleón era inexperto cuando se casó con Josefina, quien al contrario contaba con un enorme historial de amantes e incluso se rumorea que vendía su cuerpo a cambio de dinero. Cuando aún era joven, el militar perdió su virginidad en París en un burdel. Las malas lenguas señalaban que no sin poco esfuerzo, después de hasta cuatro intentos.
Más allá de los numerosos mensajes eróticos que Napoleón escribió a su amada a través de las más de 256 misivas que se conservan, la información que tenemos sobre la vida sexual del mandatario francés no le deja en muy buen lugar. Son muchos los rumores que hablan sobre su ineptitud en la cama, que al menos compensaba con un gusto mayúsculo por el sexo oral. Esto hacía que fuera relacionado con una técnica denominada 'zigzag' para dar placer a Josefina. Un método que podemos intuir en la película de Ridley Scott cuando Josefina le ofrece sus atributos femeninos por y para siempre.
"Hacer zigzag con la lengua significa asegurarse de estimular todas las áreas del clítoris, en lugar de centrarse en un solo punto y quedarse allí", explica la sexóloga Tracey Cox para Mail Online. "Quizás ella también lo hacía mientras le realizaba sexo oral, zigzagueando su lengua sobre su glande, la parte más sensible del pene", añade. Una vida sexual que continuaría dando de qué hablar incluso después de muerte, cuando su pene fue seccionado.
¿Dónde está el pene de Napoleón?
Tras la muerte de Napoleón en la isla de Santa Elena en 1981, el médico forense Francesco Antommarchi le realizó una autopsia. El profesional consideró que era de interés, no se sabe muy bien por qué, mantener su pene y dos trozos intestinales momificados, seccionando estas partes del cuerpo y trasladándolas al Museo Real del Colegio de Cirujanos de Inglaterra. Las partes del intestino se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que la pista del miembro viril se pierde en 1999 cuando fue adquirido en una subasta por el urólogo estadounidense John Lattimer por tres mil dólares.
Este hombre fallecía en 2007 y desde entonces se cree que la herencia pasó a formar parte de la colección privada de su hijo Evan. Este último llegaría a soltar con sorna en varias entrevistas que el pene tan solo medía 4,1 centímetros y en erección alcanzaba un máximo de 6,6 centímetros. Algo que se ha relacionado en varias ocasiones con una enfermedad glandular que Napoleón podría haber sufrido a los 40 años, viendo reducido el tamaño de sus atributos. A día de hoy, muchos dudan de si realmente se trata del pene de Napoleón o realmente esta pieza anatómica se perdió para siempre. Un desenlace igual de trágico que el que sufrió su propio dueño.
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