Las películas de las Tortugas Ninja, ordenadas de peor a mejor

De todas las sagas cinematográficas nacidas del mundo del cómic, quizá la de las Tortugas Ninja sea una de las más caóticas, irregulares e intermitentes. Con este ranking intentamos ponerle orden.
Las películas de las Tortugas Ninja
Las películas de las Tortugas Ninja
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Las películas de las Tortugas Ninja

Aprovechando el reencuentro de este verano con las Tortugas Ninja en Ninja Turtles: Caos mutanteuna película claramente influenciada por las recientes propuestas animadas de Spider-Man, toca iniciar la temporada de sopa de tortuga. 

Repasamos en orden de peor a mejor lo que ha dado de si la convulsa vida en celuloide de los quelonios mutantes ninja y adolescentes creados en las viñetas por Kevin Eastman y Peter Laird.

7. 'Las tortugas ninja III' (Stuart Gillard, 1993)

'Las tortugas ninja III' (1993)
'Las tortugas ninja III' (1993)
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La decadencia absoluta de la franquicia. Como muchas modas pasajeras (y el boom de las Tortugas Ninja entre finales de los 80 y principios de los 90 lo fue), el interés por los quelonios irradiados demostró en su tercera entrega no solo la decadencia de una franquicia cinematográfica hecha deprisa, corriendo y mal, sino la rápida indiferencia que cada nueva entrega de la saga provocaba en los que fueron sus más fieles seguidores.

Dirigida por el televisivo Stuart Gillard -especializado posteriormente en subproductos de franquicias cinematográficas de éxito como el serial  Poltergeist: El legado (1996), o subproductos para vídeo como Juegos de Guerra 2 (2008) o Jóvenes ocultos 3: Sed de sangre (2010)- Las tortugas ninja III alberga el honor de ser la cinta de la trilogía original con mayor presupuesto y la que peor luce.

Cercana en intenciones a El ejército de las tinieblas de Sam Raimi, estrenada el mismo año, y ya sin el estudio de Jim Henson para plasmar en carne y hueso a las criaturas animatrónicas, Las tortugas ninja III revela una desgana absoluta por el producto que entregan. Alejado tanto de las versiones de los personajes en las viñetas como en la serie de animación, intenta (infructuosamente) traer al recuerdo otro cómic independiente de éxito como es el Usagi Yojimbo de Stan Sakai. A destacar, únicamente, el regreso de Elias Koteas tras su aparición en la primera entrega como Casey Jones y aquí con doble e intrascendente función.

6. 'Las tortugas ninja II: El secreto de los mocos verdes' (Michael Pressman, 1991)

'Las tortugas ninja II: El secreto de los mocos verdes'
'Las tortugas ninja II: El secreto de los mocos verdes'
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Estrenada exactamente un año después del fulgurante éxito de la primera entrega, Las tortugas ninja II es uno de los mejores ejemplos de morir de éxito. Con el doble de presupuesto que la anterior y un acercamiento cada vez más próximo al tono y la estética de la serie animada y menos al tebeo original, esta secuela es un delirio flúor precursor de los Batman de Joel Schumacher, dirigido por el realizador televisivo Michael Pressman.

Su mayor problema no son las intenciones de hacer un producto (aún) más familiar que la primera entrega, sino en la absoluta falta de escrúpulos al entregar una obra a medio cocer, donde el merchandising se introduce de manera abrupta con un product placement sonrojante en la secuencia del club neoyorkino donde Vanilla Ice (otra flor de un día) interpreta el tema pop asociado: Go, Ninja, Go. 

Tan inenarrable como la cara de David Warner a lo largo de toda la cinta, interactuando con la reinterpretación cinematográfica no acreditada de los Bebop y Rocksteady televisivos.

5. 'Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja)' (Jonathan Liebesman, 2014)

'Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja)' (2014)
'Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja)' (2014)
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¿A quién se le podía ocurrir que intentar nolanizar a las Tortugas Ninja era una buena idea? Pues a Michael Bay, que después del éxito incontestable de las tres primeras entregas de Transformers quiso traer de vuelta a otro fenómeno cultural salido de finales de los años 80.

Y al igual que hiciera con los Transformers de Hasbro, la mano de Bay traslada los sencillos pero efectivos diseños de las versiones animadas a una búsqueda infructuosa del realismo digital del siglo XXI. Así, pasamos de los toscos pero entrañables rostros animatrónicos diseñados y ejecutados por la factoría de Jim Henson a unos diseños digitales que pretenden humanizar a los personajes originales, eliminándoles de un plumazo su iconicidad.

La presencia de Megan Fox como la reportera April O’Neil acapara el protagonismo, alejando el centro del relato de las Tortugas a pesar de que su origen secreto se plantea como el núcleo de la historia en un ejercicio que pretende (sin conseguirlo) aportar la misma profundidad que Nolan imbuyó al hombre murciélago en Batman Begins. El resultado es un blockbuster genérico, que ni ofende ni entusiasma, e indistinguible de cualquier franquicia de acción del Hollywood de la última década.

4. 'TMNT' (Kevin Munroe, 2007)

'TMT'
'TMT'
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Primer largo animado y primera cinta estrenada de los personajes catorce años después de su ignorada tercera película en imagen real. Posiblemente sea la primera de todas las entregas de este ranking que podemos considerar una película correcta. Una cinta de animación 3D que, aunque algo envejecida por el paso del tiempo, sí que consigue transmitir formal, plástica y estéticamente el trazo y el tono de los tebeos originales de Kevin Eastman y Peter Laird.

Además, la cinta (en su versión original) tiene un reparto de voces de primer orden, entre las que se encuentran Sarah Michelle Gellar (April O’Neil), Chris Evans (Casey Jones), Patrick Stewart (Max Winters) o Laurence Fishburne como el narrador del relato, además de un cameo del cineasta Kevin Smith como el cocinero de un local de Nueva York. 

En su contra, un tercer acto algo denso y en exceso convencional que rompe el dinamismo de los dos primeros y unos diseños de personaje (en especial April y Casey) excesivamente deudores de los modelos digitales implantados en la primera década del cine de animación 3D del siglo XXI.

3. 'Ninja Turtles: Caos mutante' (Jeff Rowe, 2023)

Fotograma de 'Ninja Turtles: Caos mutante'
Fotograma de 'Ninja Turtles: Caos mutante'
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Segunda apuesta cinematográfica animada tras la estimable TMNT, de la mano del productor y guionista Seth Rogen y el director Jeff Rowe, quien ya había sorprendido dos años antes con Los Mitchell contra las máquinas.

Su baza más poderosa es un estilo de animación cercano (que no coincidente) con el de Spider-Man: Un nuevo universo y su secuela, pero que se acerca mucho más al trazo sucio y feísta de los tebeos originales de Eastman y Laird, aportando un tono underground alejado de lo acostumbrado en producciones animadas dirigidas al público mainstream.

En cambio, Ninja Turtles: Caos mutante se aleja de la estética, el tono y la narrativa del tebeo original, de todo su espíritu Frank Miller (donde parece que se adentrará la secuela, por lo vislumbrado en la escena poscréditos), y prefiere hundir sus raíces más en el aspecto adolescente del cuarteto mutante y menos en su condición de ninjas. 

Ofrece un espectáculo formal y visual sorprendente que se nutre de todas y cada una de las versiones previas (de imagen real o animada) de la historia cinematográfica de las tortugas. Su único problema: no consigue la iconicidad de la primera entrega de los 90, ni el exceso lúdico de la secuela producida por Bay.

2. 'Ninja Turtles: Fuera de las sombras' (Dave Green, 2016)

'Ninja Turtles: Fuera de las sombras'
'Ninja Turtles: Fuera de las sombras'
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Sorprendentemente, una secuela muy superior a la primera entrega del reboot auspiciado por Michael Bay. Mucho más cercana a la serie de animación de los 80 en tono, estilo e intenciones, e incluso un remake infinitamente más acertado que la secuela de la trilogía original. Posiblemente, el cambio es propiciado gracias a su director, el casi debutante Dave Green, procedente del área de efectos digitales de los Spider-Man de Sam Raimi.

La secuela de la película dirigida por Jonathan Liebesman se olvida del aura de trascendencia y gravitas de la original, abrazando el espíritu de los Saturday morning cartoons. Totalmente alejada del tebeo de Eastman y Laird (algo que ya le ocurría a la anterior, situada en una tierra de nadie) y atreviéndose a llevar los excesos del serial animado al máximo, no solo tiene un Shredder totalmente alejado de la impostada trascendencia de la primera entrega, sino que incluso se atreve a introducir a Bebop, Rocksteady y un concepto tan loco como Krang.

Lamentablemente, la fría recepción a la cinta de 2014 hizo que esta secuela recaudara la mitad que la anterior producción, seguramente por el escaso impacto (tanto positivo como negativo) de su primera entrega en el imaginario colectivo. Pero posiblemente el tono, intenciones y resultado de esta secuela (incluso con unas Tortugas Ninja excesivamente realistas en su traslado al CGI) había comenzado a dar con la tecla para trasladar de manera digna a los personajes del cómic a la gran pantalla.

1. 'Las tortugas ninja' (Steve Barron, 1990)

'Las Tortugas Ninja' (1990)
'Las Tortugas Ninja' (1990)
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La cinta que inició el irregular e intermitente reinado de las Tortugas en la taquilla sigue siendo su mejor película hasta la fecha. Y no porque la cinta sea una gran película, que no lo es, sino porque es una obra que, aunque imperfecta, tosca y que refleja el escaso presupuesto de la misma (6 millones de dólares) todavía sigue siendo la traslación más fidedigna y canónica, tanto del tebeo original de Eastman y Laird como de su mucho más popular e influyente versión animada.

Su director, Steve Barron (procedente del videoclip de los 80), apoyado en el trabajo del maestro de las marionetas Jim Henson (aunque, ya enfermo, temía durante toda la producción que el presupuesto era insuficiente para recrear a las tortugas), supo fusionar el estilo y el tono de esa Nueva York decadente y peligrosa del tebeo original con la ligereza lúdica e infantil de la serie de televisión animada, sin que dos propuestas tan antagónicas se anularan mutuamente.

Cierto es que el presupuesto exiguo (arrancaría con 1-2 millones de dólares y ascendería hasta los 6 millones) es incapaz de ocultar las carencias de la producción (en especial en el set que sirve como guarida de Shredder y el clímax final) pero la frescura de la obra, su falta de pretensiones y el trabajo de Henson, más el loco casting con un Elias Koteas (habitual de Atom Egoyan) y la primera aparición de un jovencísimo Sam Rockwell, hacen que esta adaptación para todos los públicos se convirtiera en uno de los sleepers cinematográficos de 1990.

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