Todo normal en un rodaje de Coppola: 'Megalopolis' amenaza con irse al traste por descontrol en el presupuesto

En el mundo del cine hay muchas cosas posibles, y también otras que jamás ocurrirán. Por ejemplo, que Francis Ford Coppola ruede un proyecto personal sin que la producción se convierta en un infierno: el director se enfrenta ahora a un nuevo desastre con Megalopolis, la película que iba a suponer su regreso a la actualidad.

A sus 83 años, Coppola se ha visto envuelto en un cataclismo que The Hollywood Reporter (citando fuentes anónimas) compara con la atroz experiencia de rodar Apocalypse Now en Filipinas. Algo que se vuelve aún más amargo si pensamos que el cineasta vendió sus viñedos de California para costear los 120 millones de dólares de presupuesto. 

Para empezar, los costes de Megalopolis ya han excedido esa cantidad, mientras que los testimonios que maneja THR ponen en duda que los 90 días previstos inicialmente para el rodaje vayan a ser suficientes para terminar la película. 

Pero eso no es todo. En diciembre, Coppola despidió a todo el equipo de efectos especiales encabezado por Mark Russell (El lobo de Wall Street), de la misma manera que, en 1992, se quitó de en medio al de su Drácula de Bram Stoker. Para Megalopolis, el director quería usar tecnología CGI similar a la empleada por Disney en The Mandalorian.

Para colmo, ahora son la diseñadora de producción Beth Mickle y el director de arte David Scott quienes han abandonado la producción. El Sindicato de Directores de Arte afirma "estar observando la situación para decidir su siguiente paso", mientras que un testigo describe el rodaje como "una absoluta locura". Coppola, por su parte, podría estar buscando sustitutos ahora mismo. 

Con un reparto estelar en el que figuran Adam Driver, Nathalie Emmanuel, Forest Whitaker, Laurence Fishburne, Jon Voight, Talia Shire, Shia LaBeouf, Jason Schwartzman y Dustin Hoffman, Megalopolis aspira a contar la historia de un arquitecto encargado de reconstruir Nueva York tras un desastre que arrasa la ciudad. La duda, tal y como están las cosas, es si alguien logrará reconstruir el filme. 

"[Coppola] va a gastarse mucho más dinero del que esperaba", declara un productor que prefiere mantenerse en el anonimato. "Puedes imaginarte cuánto ha invertido ya. Sería un trago muy amargo no terminar [la película]", remacha. 

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