Sitges 2022 | 'Nocebo': Eva Green sufre las consecuencias de la explotación laboral en Asia

Lorcan Finnegan en un cineasta aclamado por su manera de transformar los elementos de la vida cotidiana y familiar en espectáculos visuales, con historias que toman el pulso a la sociedad actual. Con Vivarium (2019), su segunda película tras Without Name (2016), el irlandés se consagró en su versión sobre la juventud, atrapada en un mundo que intenta que se mimetice y creando crisis existenciales por doquier. Una filmografía repleta de thriller y terror, con elementos incluso de ciencia ficción, unos géneros en los que repite ahora en su tercera película, Nocebo. 

Ahora, una espléndida Eva Green se convierte en el eje central de la trama, donde interpreta a una reconocida diseñadora de ropa infantil, que compagina esta ardua tarea con el cuidado a su familia perfecta. Sin embargo, una extraña enfermedad pone patas arriba todo, hasta que su asistente filipina le ofrece una misteriosa cura. Una mujer interpretada por la actriz Chai Fonacier, quien se introduce en un personaje repleto de aristas ocultas.

En pleno resurgir del folclore más horripilante de Asia, con títulos tan relevantes como The Medium o Maleficio, Nocebo nos adentra en el relato de los curanderos filipinos. En la historia del país oriental el chamanismo se encuentra muy arraigado a través de los babaylán o los katalonan, especializados en curación, herbología o adivinación. Unas figuras muy bien consideras en la sociedad filipina, que cuentan con su aparición estelar a través de la sirvienta y curandera de Nocebo.

Además, entre conjuros y altares paganos, la dolencia del personaje de Green también ejemplifica el efecto nocebo, aquel que se considera contrario al placebo. El resultado acaecido como consecuencia del consumo de una sustancia o tratamiento que pueden ser dañinos y causan que el paciente crea que empeora, situando a una enferma Green en el ojo del huracán. Una mujer crédula que se ve obligada a confiar plenamente en las dotes medicinales de su criada. 

La explotación laboral en Asia

Aunque la historia de Nocebo se ambienta en nuestros días, su trasfondo nos traslada a los orígenes del día de la mujer. Cuenta la leyenda que, en el Nueva York de 1908, las empleadas de la fábrica de camisas Cotton declararon una huelga de cuatro meses, en protesta por las condiciones de trabajo. El empresario no aceptó los paros y decidió encerrar a las trabajadoras en el emplazamiento, donde se declaró posteriormente un incendio. Así, 129 féminas murieron en este cruento acontecimiento.

Una historia puesta en entredicho en numerosas ocasiones, pero que sirvió para concienciar a la sociedad occidental de la necesidad de mejorar el entorno laboral. Sin embargo, el mercado oriental siguió dando tumbos hasta nuestros días, siendo el foco de los empresarios occidentales sin escrúpulos. Pero, toda acción finalmente tiene sus consecuencias.

Aunque parezca que los derechos humanos y laborales han avanzado mucho en las últimas décadas, lo cierto es que numerosos países del mundo continúan acarreando siglos de explotación, especialmente los más vulnerables. Mientras tanto, Occidente se aprovecha de la mano de obra barata y las condiciones nimias en los puestos de trabajo de los países asiáticos para llenarse los bolsillos. Una denuncia que ha puesto  en el punto de mira a empresarios como Amancio Ortega, provocando que las redes ardan cada vez que intenta limpiar su imagen a golpe de talonario. 

Finnegan no tenía nada fácil repetir un trabajo tan complejo e interesante como Vivarium, pero, al menos, logra alcanzar la atención del público con su crítica hacia la explotación en las fábricas orientales. Un filme en el que Eva Green brilla de nuevo, entre enfermedades extrañas, chamanismo y una lección de buenas praxis laborales, que quedará marcada a fuego.

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