Fue más o menos a partir del estallido del Black Lives Matter, renovado en 2020, cuando empezaron a aflorar los rótulos aclaratorios en el streaming. Ante el clima de inestabilidad política y la repulsa colectiva contra el racismo, las compañías que tanto éxito estaban teniendo durante la pandemia decidieron tomar medidas contra algunos contenidos que alojaran y que, en el marco actual, pudieran ser vistos como problemáticos. Esto llevó al surgimiento de los disclaimers: rótulos que aparecían automáticamente antes de cada película, y trataban de contextualizar brevemente algunos de sus detalles.
Es una práctica bastante inofensiva, acaso condescendiente, que sin embargo tiene en pie de guerra a muchas figuras de la industria. Mientras unos cuantos títulos saltaban a la palestra por recibir su disclaimer correspondiente (caso de Lo que el viento se llevó, James Bond contra Goldfinger o una amplia parte de la producción Disney, con Dumbo a la cabeza), se han posicionado contra esta tendencia gente como Cate Blanchett, Ralph Fiennes, Judi Dench o Ian McKellen. A cada tanto nos topamos con un nuevo enfado por esta práctica, incluso cuando son películas que ya llevan tiempo con el cartelito.
Así es que el New York Post recoge una rocambolesca historia que tiene que ver con Uno de los nuestros. Resulta que el servicio de streaming de AMC Networks (disponible en España como AMC+) hizo pasar por este trato a la película de Martin Scorsese hacia 2020, en EE.UU. y en plena afloración de los disclaimers. Pero hay gente que se ha dado cuenta ahora, y que está enfadada. Por ejemplo… el expolicía que hizo a su vez de policía en Uno de los nuestros, llamado Bo Ditel. Él está muy enfadado por un rótulo que reza: “Esta película incluye lenguaje y/o estereotipos culturales que son inconsistentes con los estándares actuales de inclusión y tolerancia y pueden ofender a algunos espectadores”.
“La maldita corrección política se lo ha llevado todo por delante. Así era la vida entonces. No era una cosa limpia y bonita. No se puede limpiar la historia. Si quieres contar la verdadera historia, tienes que contarla tal y como es”, ha declarado Ditel. Por su parte, AMC ya ha dado su versión: “En 2020 empezamos a añadir avisos delante de ciertas películas que incluyen referencias raciales o culturales que algunos espectadores podrían considerar ofensivas”.
Lo más chocante de la noticia, por otro lado, es que también le han dejado el micro para que opine sobre la polémica (o amago de ella) un tipo llamado Michael Franzese, que en su día tuvo vínculos con la mafia. Franzese confesó que ese rótulo le “divertía”: “No necesitamos que nadie proteja a los mafiosos. Es una locura”.
Uno de los nuestros se estrenó en 1990 y se le considera una de las mejores películas de Scorsese. Protagonizada por Ray Liotta y Robert De Niro, le dio un Oscar a Mejor actor secundario a Joe Pesci, y se centra en los avatares de un clan de gángsters. Lo de los “estereotipos culturales” de AMC bien puede referirse a la población italoamericana, aunque curiosamente esto no ha pasado con El padrino. Este film también está disponible en AMC y está centrado en mafiosos de ascendencia italiana, pero su disclaimer es mucho más genérico y estándar.
Deja la experiencia “a discreción del espectador”, y cuenta con “breves desnudos, lenguaje fuerte y violencia intensa”. La nota sobre los estereotipos, por alguna razón, se la ha dejado a Uno de los nuestros.
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