¿Quién es Florence Aubenas, la periodista que se infiltró en un batallón de limpieza? Emmanuel Carrère cuenta su historia en 'En un muelle de Normandía'

“Yo soy un escritor autobiográfico pero creo que es importante aprender a salir de uno mismo y contar las experiencias de los demás”, dice Emmanuel Carrère cuando lo entrevistamos en San Sebastián. El autor de El adversario, reciente Premio Princesa de Asturias de las Letras, lleva tiempo manifestando su voluntad de dejar de contarse a sí mismo en sus novelas, una tendencia de la que ya avisó en la última de ellas, Yoga, crónica de la depresión que lo confinó en un psiquiátrico durante meses. 

En un muelle de Normandía, cuyo estreno en salas es este viernes 28 de enero, parecía la oportunidad perfecta para salir del ensimismamiento y fue la actriz Juliette Binoche quien se la brindó. “Binoche tenía muchas ganas de interpretar el papel protagonista de El muelle de Ouistreham, la novela de Florence Aubenas, y dio muestras de su tenacidad habitual –explica el escritor y cineasta–. Invitaba a la autora todos los años a cenar para preguntarle cuándo hacían la película. En una de esas cenas, Aubenas mencionó mi nombre. No sé muy bien por qué”.

Nosotros sí. En la crisis de 2008, la periodista Florence Aubenas se trasladó a una ciudad de provincias y se presentó en el INEM francés como una mujer recién separada en busca de un trabajo. El empleo que consiguió, como limpiadora en un transbordador que cruza el canal de la Mancha, dio pie a esta novela sobre la precariedad laboral y la situación de los más afectados por la crisis económica. Un trabajo que Emmanuel Carrère podría haber desempeñado a la perfección si ese sector no fuese mayoritariamente femenino.

Carrère había dirigido dos películas antes de En un muelle de Normandía: el documental Retour à Kotelnitch, de cuyo peculiar rodaje da cuenta en Una novela rusa, y la ficción La moustache, adaptación de su novela El bigote. Para abordar su tercer filme, escribió un guion junto a Hélène Devynck en el que el personaje de Binoche es una mezcla de Florence Aubenas y él mismo. Otra decisión que tomó fue la de contratar a actrices no profesionales para los personajes de las limpiadoras del transbordador con los que se relaciona la escritora protagonista. 

De hecho, dos de las actrices son personajes que aparecen en el libro: Evelyne Porée, que da vida a Nadège, la contramaestre del ferry, y Emily Madeleine, que interpreta a Justine. El casting duró medio año y, después, Carrère trabajó otros seis meses con ellas en la construcción de sus personajes. “Lo más importante y lo que más me asustaba era el encuentro entre Juliette Binoche y las actrices no profesionales y entendí enseguida que iba a ir bien, por la confianza y la generosidad que aportó Binoche”.

Karma

Si de algo habla la tercera película como director de Carrère es de las diferencias de clase social. En un mundo cada vez más fragmentado por lo identitario, sorprende ver una película que se centra en tratar este tema. En ese sentido, se agradece la sutileza de Carrère al dejar fuera del plano los váteres cagados y vomitados en el ferry y al decantarse por las redes de camaradería entre las limpiadoras. Por eso, la traición de Marianne funciona tan bien dramáticamente. Como le dice su mejor amiga cuando se descubre el pastel de que ha estado escribiendo un libro sobre sus compañeras limpiadoras: “Cada una en su lugar”. Es un final duro, pero también lo es limpiar baños públicos para ganarse la vida.

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