Parece mentira, pero el cine ya está inmerso en la nueva temporada de reconocimientos. Los Premios Forqué, con sus rasgos propios, han supuesto una primera manifestación del estado de la cuestión respecto a la más que sugerente cosecha española de 2022. En la 28 edición de los galardones organizados por Egeda, definida por el homenaje a Verónica Forqué y a su familia, As bestas y Cinco lobitos obtuvieron sendas distinciones, mismo número que Apagón en el apartado de series.
As bestas se llevó el primer trofeo de la noche, el de interpretación masculina para el francés Denis Ménochet, que recurrió al móvil para leer su discurso en español al no controlar demasiado el idioma, de ahí que a ratos se decantara por el inglés. El tenso thriller de Rodrigo Sorogoyen también recogió el último, el Forqué al Mejor Largometraje de Ficción o Animación.
La andadura de Cinco lobitos, alabado drama de Alauda Ruiz de Azúa, comenzó con el Forqué al Cine y a la Educación en Valores, representación en el palmarés redondeada por el ganado por Laia Costa, mejor interpretación femenina. La actriz, que entre sus rivales tenía a su compañera de reparto Susi Sánchez, invitó a celebrar "este año de ficción increíble", apreciación acerca del nivel de los títulos más significativos del cine español de estos meses que apareció en varias de las intervenciones sobre el escenario de Ifema.
Apagón, la creación colectiva que parte de un inquietante apocalipsis tecnológico, disponible en Movistar+, lideró las distinciones en lo relativo a la pequeña pantalla: mejor serie de ficción y mejor interpretación masculina en series de ficción (para Jesús Carroza). En categoría femenina el Forqué recayó en Mónica López por su trabajo en Rapa, también de Movistar+.
En el terreno documental se impuso (fue una de las sorpresas) Labordeta. Un hombre sin más, homenaje audiovisual firmado por Gaizka Urresti y Paula Labordeta, una de las hijas de la importante figura aragonesa. Por su parte, en el cauce de los cortometrajes, el Forqué fue para Cuerdas, de Estibaliz Urresola. En cuanto a las películas latinoamericanas, como se esperaba el Forqué a la mejor del año lo logró Argentina, 1985, de Santiago Mitre.
La gala de los productores, emitida por La 2, se adscribió a lo correcto y, a la vez, como suele ocurrir en estas citas, a lo dilatado, palpable en las intervenciones de Adrián Lastra y la mexicana Esmeralda Pimentel. Cumplieron con simpática solvencia dentro del condicionante de que el guion alargó sus momentos más de la cuenta.
De Dulceida y Quevedo a El Consorcio
La ceremonia, en la que se entregó la Medalla de Oro a José Luis Bermúdez de Castro, productor clave del cine español de los 70, no ocultó su intención de hacer algunos guiños al público joven, de ahí las menciones a la popular influencer Dulceida, en primera línea de butacas, o el pequeño baile de Luis Tosar, alentado por los presentadores, al ritmo de la canción de moda de Quevedo.
Paradójicamente, tras la complicidad a la que se prestó el gallego llegó, en claro contraste, la actuación de El Consorcio, que trajo a la memoria los viejos tiempos con algunos de sus grandes éxitos. Con merecimiento recibieron una ovación. Siguiendo con los clásicos, aunque más cercanos en el tiempo, Ana Torroja interpretó Cruz de navajas, uno de los temas de su etapa en Mecano.
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