El fraude detrás de 'El chico y la garza': la ilustradora colombiana que mintió al afirmar haber trabajado para Studio Ghibli

Geraldine Fernández ha compartido un comunicado oficial en el que explica la farsa de su participación en la nueva película de Hayao Miyazaki. 
'El chico y la garza'
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Cinemanía
'El chico y la garza'

La ilustradora colombiana que mintió sobre su trabajo en El chico y la garza, el multipremiado filme de Studio Ghibli, se ha convertido en un nuevo fenómeno viral en las redes sociales. 

El reconocimiento que ganó el filme de Hayao Miyazaki en los Globos de Oro 2024 terminó detonando la farsa detrás de la historia narrada por Geraldine Fernández. Después de aparecer en diversos medios de comunicación hablando de su trabajo en el filme y su posible presencia en los Oscar, las incongruencias en su relato causaban que tuviera que pedir perdón tras haber "exagerado". 

La barranquillera de 30 años llegó a afirmar que había ilustrado más de 25.000 fotogramas de la película de Hayao Mizaki. Esta cifra resultaba exageradamente ridícula, comenzando a poner en evidencia sus mentiras y explotando cuando los espectadores notaron la ausencia de su nombre en los créditos finales. 

Así, Fernández se excusaba en su trabajo como freelance y una cláusula de confidencialidad un tanto extraña, ante el baño de masas que se estaba dando, terminando de despejar cualquier atisbo de duda. Un engaño que ahora ha confesado en un comunicado oficial.

La ilustradora colombiana confiesa que mintió

"Informo a la opinión pública, medios de comunicación, amigos y familiares que nunca existió participación en la ilustración y diseño de El niño y la garza [el título del filme en Latinoamérica], dirigida por Hayao Miyazaki", empieza el comunicado compartido por Geraldine Fernández y del que se hacen eco medios como El Espectador o Caracol Radio.

"Todo lo sucedido fue producto de un mal ejercicio que reconozco y de lo cual estoy arrepentida, considero que mi afición y admiración por la técnica de ilustración y mi profesión como diseñadora, me animaron a comentar en círculos cerrados mi labor como ilustradora de algunas escenas", añade la colombiana, quien también confiesa que "la situación se me salió de las manos y para mí fue muy difícil retractarme". 

La historia detrás del engaño de Geraldine Fernández

Tras una primera entrevista para el streamer español Caith_Sith, donde llevó a cuotas inimaginables sus patrañas, Fernández tenía que aportar una nueva versión en una segunda entrevista concedida para este canal. El entrevistador acababa acorralando a Fernández pidiéndole pruebas de alguna comunicación con el estudio japonés e incidiendo en que algunos dibujos de su portfolio eran encontrados en bases de datos. Una verificación que esta era incapaz de aportar y culpaba de sus palabras erróneas al "nervio" que tenía. 

"Yo no soy artista principal, ni parte de los directores principales, simplemente soy parte del equipo como si fuera del área de una empresa que da la cara", señalaba en sus declaraciones para el streamer. "Entera, no la realicé... Hago parte de 250 ilustradores" y en los créditos "solo aparecen los principales que van a dar la cara por la película y van a estar en los premios", insistió sin dar respuesta a por qué su nombre tampoco aparecía en IMDb.

Finalmente, el presunto montaje era confirmado por Tecnoglass, la empresa de vidrios en la que Fernández trabajaba, después de que estos señalaran que había falsificado varios certificados de cursos en japonés. Algo que provocaba que inicialmente se disculpara y confesara que tan solo había trabajado en "un par de escenas" de la película, pero sin poder demostrarlo.

La colombiana acaparaba pronto la atención de los internautas. La artista se veía obligada a dejar las redes sociales y amenazaba con "tomar medidas extremas" después de que varios hilos de Twitter se hicieran virales. Finalmente, Fernández ha decidido contar una verdad que ya era demasiado evidente para la mayoría.

El caso de Geraldine recuerda al de la intérprete española Anna Allen, quien durante meses se inventó trabajos en Hollywood y compartió montajes realizados por Photoshop de una calidad ínfima por los que fue descubierta. Este suceso provocó que la actriz de Cuéntame cómo pasó tuviera que disculparse y sufriera el escarnio público hasta el extremo, dramatizando su propia historia en su retorno a la televisión de la mano de Los Javis en Paquita Salas y Veneno.  

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