"Pensaba que era algo rollo 'Mad Men'": Así le quitaba Tarantino importancia al comportamiento de Weinstein

"Nunca se habló de violación ni nada parecido", reconoce el director.
Harvey Weinstein y Quentin Tarantino
Harvey Weinstein y Quentin Tarantino
Harvey Weinstein y Quentin Tarantino

La carrera de Quentin Tarantino no habría existido sin la mediación de Harvey Weinstein. A través de Miramax y The Weinstein Company, el polémico productor financió hasta nueve películas de Tarantino, empezando por Reservoir Dogs y terminando con Los odiosos ocho. En octubre de 2017 Tarantino se desvinculó de él, coincidiendo con el estallido de MeToo que descubriría a Weinstein como un delincuente sexual y tras los juicios pertinentes le llevarían a la cárcel en 2020, culpable de violación y sujeto a una condena de 23 años de prisión. Érase una vez en Hollywood es, pues, la primera película que Tarantino ha hecho sin Weinstein, y volverá a ocurrir lo mismo en la siguiente, que el director ha concebido como el final de su carrera. Pero, naturalmente, el recuerdo de Weinstein le sigue a todas partes.

En el pasado Tarantino ya ha lamentado no haber reaccionado a los abusos del productor, de los que le llegaban ecos que prefería ignorar. La actriz Mira Sorvino, su expareja, llegó a revelarle que ella misma había sufrido parte de estos abusos, y a cada tanto el director expresa su arrepentimiento por cómo se comportó entonces. Ha vuelto a ocurrir en el programa de HBO Max Who’s Talking to Chris Wallace, donde Tarantino ha intentado explicar cómo abordó en un primer momento las señales de que algo no iba bien. El cineasta se encuentra embarcado en la gira de Meditaciones de cine, su primer libro de ensayos que llega este 26 de enero al mercado español. Por eso da cada día titulares en materia de hot takes cinéfilas, pero en este caso ha preferido ponerse serio.

“Nunca, en absoluto, había escuchado las historias que luego salieron a la luz. Escuchaba lo mismo que todo el mundo escuchaba. Lo que me gustaría haber hecho es hablar con Harvey sobre ello y decirle ‘Harvey, no puedes hacer esto’”, explica Tarantino según recoge IndieWire. “A decir verdad, lo atribuía a algo rollo la época de Mad Men, con el jefe persiguiendo a la secretaria alrededor de la mesa. No digo que eso esté bien. Pero así es como lo escuché... en ese nivel. Nunca se habló de violación ni nada parecido”. El sentimiento que llegó a inspirarle Weinstein entonces era lástima; a Tarantino le causaba incomodidad ver este comportamiento, y rehuyó las oportunidades para hablar con él.

“Pensaba que lo que estaba haciendo era patético, y no quería lidiar con su patetismo. No pensé que fuera ‘vale, haces esto por mí o no harás esta película’. Nunca escuché a ninguna actriz decir algo así. Era simplemente, ya sabes, ‘no te metas en la parte trasera de la limusina con él’. Era fácil lidiar con eso hasta cierto punto”, asegura. “Igualmente me siento mal por ello. Me siento mal por no haber tenido una charla de hombre a hombre con él al respecto”. Sus reflexiones recuerdan a las que compartió hace años, cuando admitió que “le gustaría haber asumido la responsabilidad de lo que escuchó” a partir del testimonio de Sorvino.

“Lo que hice fue pasar por alto los incidentes”. Entonces Tarantino ya empleó más o menos la descripción ‘rollo Mad Men. “Cualquier cosa que diga ahora sonará como una excusa de mierda... Lo achacaba a la imagen de la época de los 50-60 de un jefe persiguiendo a una secretaria alrededor del escritorio. Como si eso estuviera bien”.

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