A Martin Scorsese y Paul Schrader les une una amistad de décadas. También alguna colaboración ocasional muy celebrada, en tanto al guion que Schrader escribió para Taxi Driver, Toro salvaje o Al límite. Scorsese, por su parte, le ha producido algunas películas a Schrader, pero nada de esto impide que el director de El reverendo vaya a hablar con total franqueza sobre lo que le parece el trabajo de su amigo. Al fin y al cabo, más allá de sus películas (y por su labor como crítico de cine), Schrader es conocido por no tener pelos en la lengua, y por escribir los posts de Facebook más hilarantes y faltones que podamos imaginar.
Su última ocurrencia no ha tenido lugar en el muro de Facebook, sin embargo, sino en una entrevista que le ha concedido a Le Monde. Este año Schrader estrenó El maestro jardinero, la tercera entrega de esa trilogía de “hombres en la habitación” que completaban El contador de cartas y la citada El reverendo, y ha tenido críticas estupendas. No tan buenas, en cualquier caso, como las de Los asesinos de la luna que ha dirigido su amigo Scorsese: una presencia habitual en las listas de lo mejor del año y una candidata clara en los próximos Oscar. Pero, ¿le ha parecido para tanto a Schrader? Pues veamos.
Schrader dice: “Marty me compara con un miniaturista flamenco. Él preferiría pintar frescos renacentistas”. Lo dice porque él suele tratar historias minimalistas mientras Scorsese, de un tiempo a esta parte, prefiere las grandes producciones: Los asesinos de la luna ha requerido un presupuesto exorbitado y tres horas y media de metraje. Lo que al director de Como perros salvajes, en fin, le ha parecido demasiado: “Si le das 200 millones de dólares, es inevitable que salga una buena película”, admite. “Dicho esto, habría preferido que Leonardo DiCaprio interpretara al policía en Los asesinos de la luna en lugar de al idiota”.
“Pasar tres horas y media en compañía de un idiota es mucho tiempo”. Schrader se refiere a Ernest Burkhart, que en efecto concentra el punto de vista de Los asesinos de la luna sobre los crímenes contra la Nación Osage. Crímenes que narró David Grann en el libro homónimo que ha adaptado Scorsese, con la presencia secundaria de Lily Gladstone y Robert De Niro. Schrader, por su parte, parece estar aludiendo a una crítica recurrente de Los asesinos de la luna (el protagonismo de DiCaprio) a la vez que a un giro muy publicitado tras las cámaras: originalmente DiCaprio iba a ser el agente del FBI que al final interpretó Jesse Plemons. Y, cuando cambió de personaje, toda la película cambió.
Lo que iba a ser una historia de investigación se transformó en una sucesión de episodios trágicos donde todo está claro desde el principio. Tal fue la decisión de Scorsese, y es una decisión que a su amigo no le ha terminado de funcionar.
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