Dejemos a un lado tabúes y vergüenzas, y abordemos el placer en el cine. Si se lo propone, la ficción es el espejo más certero de la emoción y la experiencia humana; es capaz de reproducir el dolor de nuestra primera ruptura, el duelo por la pérdida, nuestro miedo más profundo o el amor incondicional.
También refleja casi como ningún otro arte el placer sexual, llevando a sus protagonistas (y al espectador) al clímax en sus apuestas más excitantes y afinadas.
Además, las zonas erógenas no conocen de género, presupuesto, movimiento artístico o procedencia en gran pantalla. De la ciencia-ficción al drama indie, de Nora Ephron a Pedro Almodóvar, el cine no se ha cortado un pelo con los gemidos de sus estrellas. A continuación, repasamos los orgasmos más recordados del séptimo arte.
'Cuando Harry encontró a Sally' (1989)
Uno de los orgasmos más sonoros del cine se lo debemos a Meg Ryan. En 1989, la rubia conseguía convertirse en leyenda con una escena totalmente improvisada que acabaría colándose en el imaginario colectivo de los espectadores. La secuencia del orgasmo fingido en un restaurante frente a un Billy Cristal estupefacto fue un nuevo hito para la musa de Nora Ephron, poco importa que ahora avergüence a sus hijos.
'Éxtasis' (1933)
Es imposible pensar en Hedy Lamarr (estrella, icono e inventora del wifi) y no recordar que, en uno de sus primeros trabajos, llevó a la pantalla el primer orgasmo de la historia del cine, derribando a su paso tabús sociales y llegando a despertar la ira del papa Pío XI.
'Rumores y mentiras' (2010)
Esta sobresaliente comedia de instituto que nos descubrió a Emma Stone, adaptación moderna de La letra escarlata, arrancaba con una escena sexual falsa de lo más escandalosa. Para proteger a un compañero de ser acosado, Olive (Stone) fingía acostarse con él en medio de una fiesta y el resto de estudiantes no tardaba en tacharla de promiscua. ¿Cómo respondía ella? Alimentando su mala reputación.
'Cisne negro' (2010)
La turbia película de Darren Aronofsky le valió a Natalie Portman su único Oscar hasta la fecha, y a su obsesiva bailarina un orgasmo imaginario apoteósico, cortesía de la droga y la autoexigencia desmedida. Nina (Portman), hasta arriba de éxtasis, aparentemente disfrutaba de un cunnilingus con su competidora, Lily (Mila Kunis), pero el tatuaje alado en movimiento o la visión de sí misma ahogándola con una almohada indicaban que era todo una fantasía.
'Barbarella' (1967)
Dirigida por su entonces marido Roger Vadim, una expresivísima Jane Fonda se entregaba al goce tecnológico. La escena tenía lugar después de que su heroína fuera capturada y colocada en una máquina de 'tortura' similar a un órgano musical que estimulaba a las mujeres hasta matarlas de placer orgásmico.
'Como Dios' (2003)
Grace (Jennifer Aniston) puede fardar de haber tenido un orgasmo celestial, provocado por el mismísimo poder de Dios. Cuando Bruce (Jim Carrey) se hacía con los dones del todopoderoso, decidía sorprender a su pareja con un apoteosis sexual jamás disfrutado por nadie en el baño de su casa.
'Paso de ti' (2008)
Jason Segel vivía por culpa de Judd Apatow la pesadilla de toda persona recientemente soltera: encontrarse de vacaciones con la ex (Kristen Bell) de la que se sigue enamorado y el nuevo novio de esta (Russell Brand). El momento cumbre llegaba cuando el personaje de Bell, cuya habitación estaba pegada a la de su expareja, escuchaba a este haciendo el amor y, cegada por los celos, decidía fingir que estaba en pleno orgasmo con su amante.
'La cruda realidad' (2009)
Cuidado con ponerte unas bragas vibradoras para una cena de trabajo porque te puede pasar como a Abby (Katherine Heigl), que vive los minutos más bochornosos y a la vez placenteros de su vida después de que un inoportuno niño encuentre el mando a distancia de su juguete sexual. La protagonista trata de mantener la compostura en una escena sorprendentemente gráfica para una 'rom-com'.
'Mujeres al borde de un ataque de nervios' (1988)
El cine de Pedro Almodóvar es en sí mismo una revolución sexual. Esta vez, hemos querido reivindicar el orgasmo en sueños del personaje de Rossy de Palma, decisión narrativa tomada por insistencia de la actriz (vía Vogue). Tan pesada se puso que al final consiguió que su virginal Marisa 'perdiera' la inocencia en una secuencia en la que Antonio Banderas y María Barranco presenciaban la plácida y satisfactoria siesta.
'40 días y 40 noches' (2002)
En 2002, en un momento en el que Hollywood estaba empeñada en conseguir que Josh Hartnett forrara las carpetas de todas las adolescentes del mundo, el actor protagonizó esta comedia en la que su personaje, dolido tras una ruptura, se embarcaba en una serie de catastróficos líos de una noche; entre ellos, uno en el que fingía un orgasmo (a estas alturas, deberíamos considerarlo casi una especialidad dentro de las secuencias de sexo) para terminar cuanto antes la práctica sexual.
'Y entonces llegó ella' (2004)
Los protagonistas de Ben Stiller y Jennifer Aniston no tenían nada que ver; él, tan aprensivo y seguro, y ella, tan aficionada a la comida picante, al riesgo y a bailar salsa. Sin embargo, conectaron rápidamente y se acostaron en una divertida escena en la que Reuben (Stiller) azotaba, contaba cada segundo de los cinco minutos que se había propuesto aguantar y culminaba gritando: "¡50!".
'Showgirls' (1995)
La ahora película de culto de Paul Verhoeven escandalizó a muchos cuando llegó a la pantalla a mediados de los 90 y una de las escenas más provocativas y comentadas fue aquel orgasmo de Nomi Malone (Elizabeth Berkley) en la piscina. Espasmos, champán y un rostro extasiado de placer componen una de las secuencias de sexo más controvertidas del cine.
'Con derecho a roce' (2011)
Mila Kunis y Justin Timberlake son colegas, amantes y enamorados (por ese orden cronológico) en esta comedia romántica sobre los amigos con beneficios. ¿Lo mejor de estas relaciones? Que puedes aprender y enseñar a dar placer sin tapujos. Así lo vemos en la escena en la que Jamie (Kunis) guía a Dylan (Timberlake) a través del arte del sexo oral hasta alcanzar el orgasmo.
'Blue Valentine' (2010)
Nos situamos en los inicios de la relación entre Cindy (Michelle Williams) y Dean (Ryan Gosling), con este último, deseoso de dar placer a su pareja, practicando el cunnilingus. Esta secuencia casi cuesta a la película una calificación para mayores de 17 años por "contenido extremadamente pornográfico". Gosling tachó la medida de "misógina".
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