No queda lejos el estreno de Avatar: El sentido del agua, un taquillazo inmenso que se sobrepuso a los escépticos y además lo hizo con una desquiciada variedad de formatos. James Cameron, deseoso de revolucionar el cine una vez más, calibró multitud de variables con respecto a la exhibición de su película, prestando una atención especial a la tasa de frames por segundo. Como resultado, Avatar 2 se comercializó con la friolera de 1056 versiones a lo largo de los cines del mundo.
Se trataba, claro, de un récord. Uno que James Gunn no tenía interés en superar, pero al que se ha terminado acercando. Según Hollywood Reporter, Guardianes de la galaxia: Volumen 3 (estrenada el pasado 4 de mayo en España) ha sido distribuida a cines en hasta 600 versiones distintas. Parte de ellas incluyen las versiones dobladas al idioma de cada mercado, pero en su mayoría remiten a las especificaciones de formato. Entre las variaciones de ratio y 3D, Gunn ha batido un récord en el seno de Marvel, donde lo habitual son 500 versiones de cada estreno.
Es “el lanzamiento más complejo que nunca haya hecho Marvel”, declara el ejecutivo Evan Jacobs. “El objetivo era dar a cada exhibidor en la mayoría de territorios internacionales la opción de maximizar el tamaño de su pantalla para el público. Vayas donde vayas a verla tendrás la mejor versión”, sostiene. En su día, Gunn experimentó de forma semejante con los anteriores volúmenes de Guardianes de la galaxia, pero en este caso no ha temido alternar el formato incluso dentro de una misma copia.
La versión más extendida de Guardianes de la galaxia 3, destinada a cines tradicionales y a algunas salas con sistema Dolby Cinema, cuenta con 45 minutos con un ratio de 1.85 y el resto de sus dos horas y media de duración a formato más panorámico, 2.39. Gunn la rodó concretamente de esta forma, pero también invirtió esfuerzos en un formato variable para cines 3D con sus versiones IMAX.
Ha sido una operación de gran complejidad, en efecto, que sin embargo es difícil que aprecien los espectadores pues el objetivo fundamental de la misma era adaptarse a las características de las diversas salas de cine. Gunn quiere que disfrutemos de su última película en Marvel sin ningún tipo de contratiempo, habiéndose inspirado para ello en James Cameron y sus épicos esfuerzos con Avatar 2.
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