La huelga de guionistas de 2007 fue una debacle para estas películas: así afectó a James Bond, Lobezno, Goku y más

De Lobezno a Goku, pasando por James Bond y los Transformers, todos sufrieron por el conflicto laboral. 
'Quantum of Solace', 'Dragonball Evolution' y 'Transformers: La venganza de los caídos'.
'Quantum of Solace', 'Dragonball Evolution' y 'Transformers: La venganza de los caídos'.
Cinemanía
'Quantum of Solace', 'Dragonball Evolution' y 'Transformers: La venganza de los caídos'.

Son los últimos monos de la industria, los que menos cobran y los que se llevan todos los palos... pero, cuando ellos faltan, tiembla el misterio. Algo que Hollywood podría recordar debido a la actual huelga de guionistas, pero que ya quedó patente hace 16 años. 

La huelga de guionistas de 2007, motivada (entre otras razones) por el auge del dvd en el formato doméstico, sacudió a la industria donde más le duele: en el bolsillo. Algo debido a cómo se hizo sentir en unas grandes franquicias que, por entonces, empezaban a ser la espina dorsal del cine estadounidense. 

Secundado por cerca de 12.000 personas, y con una duración de tres meses y ocho días, aquel paro convirtió a filmes prometedores en galimatías sin pies ni cabeza, e hizo que otras películas con mucha peor pinta llegaran a las pantallas convertidas en auténticos truños que la gente procuraba olvidar cuanto antes. Por suerte o por desgracia, aquí estamos nosotros para recordarlos...

'X-Men Orígenes: Lobezno'

Ni siquiera Chris Claremont podría haber imaginado la sucesión de desgracias que se abatieron sobre esta precuela en la que Hugh Jackman revivía el pasado del mutante con garras. Según los rumores, el guion de Gavin Hood y David Benioff (uno de los futuros creadores de Juego de tronos) ni siquiera estaba terminado cuando el filme llegó a los platós, con lo que Fox necesitó ampliar el calendario de rodaje para compensar por las mil y una reescrituras de última hora. 

Por si esto fuese poco, llegado 2009, una copia inacabada del filme se filtró en internet, alcanzando los cuatro millones y medio de descargas en tiempo récord. Así, aunque X-Men Orígenes: Lobezno alcanzó una taquilla respetable, le quitó las ganas al estudio de producir más spin-off sobre el universo de los X-Men. A estas alturas, su consecuencia más perdurable es habernos presentado a Ryan Reynolds en el papel de Deadpool.

'Transformers: La venganza de los caídos'

¿Michael Bay escribiendo un guion? ¿Es eso posible? Pues sí, y la secuela de su megaéxito juguetero con robots gigantes lo demuestra con resultados, eso sí, un poco de aquella manera. 

En 2007, cuando empezó la huelga de guionistas, el equipo formado por Alex Kurtzman, Roberto Orci y Ehren Kruger no entregó un guion completo, sino una mera sinopsis que Bay se vio obligado a expandir de cara al rodaje. Tratándose de él, el cineasta decidió suplir la falta de argumento con explosiones y acción a cascoporro, algo que, según acabó admitiendo, no funcionó. "Es terrible rodar una película cuya historia se escribió en tres semanas", confesó en 2011.

'Quantum of Solace'

En 2006, Casino Royale pasó a la historia, no solo como el mejor reboot posible para la saga de James Bond, sino también como uno de los mejores títulos protagonizados por 007. Así pues, imagina cómo debió ser acudir al cine dos años después, ansiando un reencuentro con el superagente Daniel Craig, para encontrarse con un filme en el que la coherencia y la originalidad ni estaban, ni se las esperaba.

La producción, que ya de por sí empezó complicadilla con el abandono del director Roger Michell, tuvo su momento más jamesbondiano cuando el guionista Paul Haggis entregó su libreto su parte del libreto dos horas antes de que comenzase el paro de 2007. 

Por supuesto, el guion de marras dejaba mucho que desear, así que Craig afirma haberse enfrentado a la misión más difícil de su carrera tratando de darle un sentido. "Solo quedaba yo, y no soy guionista", declaró, señalando que el cineasta Marc Forster y él mismo se encargaron de remendar el galimatías aprovechando un vacío legal que les autorizaba a reescribir las escenas. "Salimos del apuro por los pelos", remachó.

'Terminator Salvation'

Hoy en día, la cuarta película de la saga creada por James Cameron se recuerda, más que nada, por la pataleta de Christian Bale contra un operador de cámara. En su momento, sin embargo, esta precuela llamó la atención por sus malas críticas... y por su dantesca producción, estrangulada por la huelga de guionistas. 

Como en tantos otros casos, el guion de John Brancato y Michael Ferris fue un desastre escrito a toda prisa antes del comienzo del paro, lo cual hizo necesaria la aparición de un ejército de máquinas... perdón, de rewriters, entre los que destacaba Jonathan Nolan. Pero el 'hermanísimo' de Christopher Nolan también andaba apurado con los plazos, con lo que abandonó de un día para otro. 

El guion de Terminator Salvation dio tantas vueltas que Alan Dean Foster tuvo que escribir su novelización desde cero al menos dos veces para acomodar tanto cambio. Cuando la película llegó a los cines, casi todo el mundo pensó que la franquicia había llegado a su punto más bajo... hasta el estreno de Terminator: Génesis en 2015. Con aquella película, los fans sintieron ganas de marcarse su propio 'Bale Out'. 

'G. I. Joe'

Otra película basada en una franquicia de juguetes Hasbro... y otro filme cuyo guion fue escrito a toda prisa para cumplir con los plazos marcados por la huelga. Stuart Beattie, David Elliott y Paul Lovett, trabajaron sometidos a "una presión inhumana" para terminarlo a tiempo, según el productor Laurence Di Bonaventura.

Quejas de la patronal aparte, el director Stephen Sommers fue, una vez más, el encargado de rellenar los huecos que tanto apuro dejó en el libreto. Al menos la película resultante resultó más o menos simpática, una excusa a la que no pudo acogerse G.I. Joe: La venganza, nefasta secuela estrenada en 2013. 

'Ángeles y demonios'

En 2006, cuando Tom Hanks y Ron Howard estrenaron El código Da Vinci, el nombre de Dan Brown era sinónimo de millonadas en taquilla. Unos años después, sin embargo, las novelas conspiranoicas del escritor estaban más desacreditadas que la carrera internacional de Audrey Tautou, algo que vuelve aún más inexplicables las medidas de Columbia Pictures cuando el guionista Akiva Goldsman se sumó al paro. 

En lugar de reunir a un gabinete de crisis que completase el libreto a todo correr, el estudio decidió posponer el rodaje para así contar con un guion completo tras el fin de la huelga. Algo que no supuso ninguna diferencia, básicamente porque el material literario de Brown (ya totalmente pasado de moda cuando se estrenó el filme) era incalificable desde el principio. 

'Star Trek'

Durante la huelga de 2007, las normas del Writers Guild of America fueron la salvación para algunos filmes (que podían aprovecharlas para torcer la situación a su favor), pero también una pesadilla para otros. Algo que J. J. Abrams y Damon Lindelof descubrieron mientras trataban de llevar su reboot de Star Trek allá donde nadie había llegado jamás. 

Durante el rodaje, Lindelof y Abrams tuvieron muchas ideas para mejorar el libreto original de Alex Kurtzman y Roberto Orci. Pero, aunque ninguno de los dos estaba en el plató como guionista (Abrams era el director, mientras que Lindelof producía), ambos eran miembros del WGA, con lo que no podían aplicar esos cambios sin quedar como unos esquiroles. Al final, todo se saldó con un "podría haber estado peor". 

'Dragonball Evolution'

Los infelices que recuerdan este desastre lo consideran como uno de los productos más nefastos de la huelga de 2007. Y no es para menos, porque la película de James Wong hacía con las creaciones de Akira Toriyama lo que una panda de supersaiyanos enloquecidos con ganas de desahogarse en una mañana de resaca. 

Aunque la escritura del filme hubiera sido un caos, con el guionista Ben Ramsey firmando un borrador tras otro, el verdadero efecto de la huelga no tuvo que ver con el guion... sino con que el propio filme llegara a rodarse. Porque, con su proyectos más importantes amenazados por la protesta, Sony necesitaba una película para rellenar su calendario de estrenos como fuese. No es de extrañar que incluso el importe de su presupuesto siga siendo dudoso.

De este modo, Dragonball Evolution ha quedado como uno de los filmes más lamentables estrenados por un gran estudio durante el cambio de siglo. Llegado 2016, en un gesto que le honra, Ben Ramsey pidió disculpas por el guion, reconociendo que andaba mal de dinero por entonces y necesitaba un trabajo. 

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