Huelga de guionistas 2023: ¿qué piden los escritores de Hollywood?

De los royalties al uso de las IA: el sindicato se alza contra el nuevo orden impuesto por el vídeo bajo demanda.
Guionistas de Hollywood se manifiestan en la huelga de 2023.
Guionistas de Hollywood se manifiestan en la huelga de 2023.
David McNew
Guionistas de Hollywood se manifiestan en la huelga de 2023.

Hacía 16 años que Hollywood no veía algo como esto: la huelga de guionistas que ahora afecta a la Meca del cine promete igualar en sus efectos al paro convocado en 2007, una protesta sindical capaz de derrotar al mismísimo James Bond (ahí está el libreto de Quantum of Solace para probarlo) y cuya duración total fue de tres meses y ocho días.

Al igual que entonces, el antagonismo entre la AMPTP (patronal de productores de cine y TV) y el sindicato WGA (central con alrededor de 11.500 afiliados) empieza a llenar Los Ángeles de piquetes y a amenazar a los eslabones más débiles de la producción audiovisual: los late nights en directo y las series. ¿Cuáles son las demandas que han llevado a los guionistas a cruzarse de brazos esta vez?

Si la huelga de 2007 vino motivada por la irrupción del dvd, el paro actual apunta a una causa igualmente revolucionaria: el auge del vídeo bajo demanda. No es extraño que, según Variety, uno de los primeros piquetes que se formaron (y uno de los más numerosos, con cerca de 200 trabajadores reunidos) se encontrase frente a la sede de Netflix, en la esquina de Sunset Boulevard y la avenida Van Ness. 

Según el WGA, las nuevas condiciones de producción impuestas por los gigantes del streaming se han combinado con los efectos de la pandemia (los cuales, para variar, afectaron a los guionistas más que a ningún otro gremio) para crear una brecha aparentemente insalvable: aquella que separa a las firmas de lujo, como Ryan Murphy, J. J. Abrams o Shonda Rhymes, de los currantes que sudan la camiseta en las salas de guionistas.

De ahí que, afirma el sindicato, ahora mismo se dé una paradoja sangrante: aunque el salario medio del gremio sea mayor que nunca, la compensación que un guionista puede recibir por su esfuerzo resulta, proporcionalmente, la más baja de la historia. Según el Los Angeles Times, de hecho, el número de guionistas que cobran la tarifa mínima ha aumentado un 16% desde la última década, con los escritores de contenidos para streaming ingresando un 46% menos que sus colegas de la TV en abierto. 

¿Qué piden los guionistas?

La lista de demandas publicada por el WGA exige, lo primero de todo, un incremento del salario mínimo para compensar el auge de los llamados short order shows, series de poca extensión cuyos plazos de producción son, además, mucho más breves. Todo un problema para un gremio cuyos miembros cobran por episodio escrito, y cuyas tarifas actuales se calcularon cuando las temporadas de 24 capítulos eran el estándar de la industria.

Los residuals, o "regalías", también ocupan un espacio considerable entre las demandas del sindicato. La central reclama que estas compensaciones adicionales (calculadas, en el convenio actual, a partir de conceptos obsoletos como las reposiciones y las ventas en formato doméstico) se calculen de forma unificada, beneficiando por igual a los escritores sin importar el formato o el género para el que trabajen.

Asimismo, el documento del WGA también pide que regulen las llamadas "mini-rooms" o "minisalas", uno de los aspectos más conflictivos de sus negociaciones con la patronal. El sindicato exige un número mínimo de miembros por cada equipo de guionistas, para evitar la sobrecarga de los trabajadores, además de contratos con más garantías. 

Por otra parte, también es de señalar que las exigencias  especifiquen la necesidad de "regular el uso de la inteligencia artificial y tecnologías similares". Según explican sus representantes, el WGA es consciente de que las grandes plataformas están obsesionadas con producir contenido a destajo para ganar suscriptores, una mentalidad que vuelve de lo más sabrosa la idea de contar con máquinas que generen diálogos y argumentos como si de chorizos se tratara. 

Resulta interesante, de hecho, que la patronal AMPTP también prefiera coger con pinzas este último apartado. Su propuesta actual se basa en reuniones anuales con el sindicato para estudiar los avances tecnológicos y su posible aplicabilidad a la escritura de guiones. 

Las reivindicaciones del WGA también abarcan medidas contra la discriminación en el trabajo y mejoras para los seguros médicos y los planes de pensiones de sus socios. Pero son estos aspectos, relacionados con los cambios en la industria, los que más preocupan a sus asociados, la práctica totalidad de los cuales han secundado la huelga.

Por otra parte, esto podría ser solo el comienzo: los actuales acuerdos del Sindicato de Directores y del Sindicato de Actores vencen en junio, y esos dos gremios también están deseando sacudirse de encima las condiciones que les perjudican en la era del streaming. La huelga de guionistas puede quedar para la historia como el preludio de un terremoto que pondrá la industria del revés. O, al menos, lo intentará. 

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