Cuando el hombre del saco y el asesino de Crystal Lake se zurraron: veinte años de 'Freddy contra Jason'

Se han cumplido dos décadas del estreno en España del loco, lúdico e infravalorado crossover dirigido por Ronny Yu en el que se enfrentaron Freddy Krueger y Jason Voorhees, dos de los iconos del slasher
'Freddy contra Jason' se estrenó en España en octubre de 2003
'Freddy contra Jason' se estrenó en España en octubre de 2003
(New Line Cinema)
'Freddy contra Jason' se estrenó en España en octubre de 2003

El hombre del saco de las cuchillas y la cara quemada que tanto nos aterrorizaba de chavales aunque no viviéramos en Elm Street y el psychokiller inmortal de la máscara de hockey surgido de Crystal Lake. Dos iconos del terror juvenil frente a frente dándose guantazos como si fueran superhéroes infernales. Eso era lo que proponía Freddy contra Jason (2003), loco, divertido e infravalorado crossover de cuyo estreno en España se han cumplido 20 años.

Revisar la película con motivo del aniversario supone reencontrarse con un producto puramente dosmilero influenciado por las formas del slasher de los 90, raíz que activa la nostalgia por el cine de género de entonces y que a la vez señala cuánto han cambiado las cosas.

Al rescatarla uno la incluye en su lista particular de reivindicables pasatiempos de antes, y de hecho bien puede darse el caso de que al aficionado le guste más que cuando se acercó a ella por primera vez. Activa la afinidad por su tono lúdico y su trazo grueso (patente en las muertes y en la pelea), cauce canalizado con habilidad y oficio por el hongkonés Ronny Yu, director que ya había mostrado sus credenciales para estos componentes en La novia de Chucky (1998). Yu, que después firmaría Sin miedo, fue el seleccionado para una faceta creativa en la que New Line Cinema había tanteado a Rob Zombie y Peter Jackson.

'Freddy contra Jason' y sus momentos de disfrute

Freddy Krueger y Jason Voorhees, mano a mano en el tramo clave de 'Freddy contra Jason'
Freddy Krueger y Jason Voorhees, mano a mano en el tramo clave de 'Freddy contra Jason'
(New Line Cinema)

Los últimos 40 minutos, los dedicados verdaderamente al duelo sobrenatural, deparan el disfrute por sus ocurrencias cafre, la plasmación del enfrentamiento, la sangre, la violencia y el humor. Es cierto que la parte previa, centrada algo más de la cuenta en las víctimas adolescentes y con los referentes en segundo término, se adscribe a lo funcional, pero resulta correcta. Los detalles de lo que vendrá hacen que la espera se sobrelleve.

La desatada premisa del crossover se explica en el sugerente prólogo. Este recuerda la figura de Freddy Krueger (eterno Robert Englund, aquí de nuevo en su salsa), pasaje revestido del recorrido de que se muestren momentos de destacada imaginería de la saga Pesadilla en Elm Street, molesto porque ha perdido poder debido a que la gente le ha olvidado. Para que vuelvan a temerle y que su nombre resurja, busca en el infierno y despierta a Jason Voorhees (encarnado por Ken Kirzinger).

El problema para Krueger reside en que el enorme asesino autómata de la franquicia Viernes 13 comienza a quitarle víctimas, y eso no lo puede permitir. "¡Es mía!", grita Freddy cuando Jason le 'arrebata' a la joven que iba a matar cuando la tenía a su merced en sus aposentos oníricos (el matarife la elimina antes durante una fiesta nocturna adolescente).

El filme elige una estructura narrativa por la que de primeras es una película en torno a la amenaza de Freddy Krueger con Jason como asesino invitado. No obstante, después la balanza expositiva, respetuosa con ambos legados, se equilibra, ya que también se incide en lo que sucedió en Crystal Lake. 

La batalla transcurre en el terreno en el que cada icono es fuerte, el de las pesadillas y el real. Freddy lleva la iniciativa y la delantera, si bien los jóvenes en medio de la situación 'toman partido' y 'ayudan' a Jason para tener opciones de sobrevivir (asimismo influye en la cuestión el hecho de que la protagonista quiere vengarse de Krueger).

El enfrentamiento acaba en empate y con los dos derrotados, aunque ya se sabe que nunca mueren. Siguiendo con los matices, sí que puede decirse que, por capacidad de aguante, Jason gana a los puntos. Hay que tener en cuenta además que en el epílogo Voorhees emerge del lago portando la cabeza cortada de su oponente (mérito sangriento de la protagonista). Este detalle y el guiño cómplice que Freddy destina al público dejan caer el surgimiento de una alianza. Lástima que nunca hubiera secuela para averiguarlo.

Más allá de lo indicado de la época a la que pertenece este slasher (aderezado por cierto con una banda sonora metalera que concuerda bien con el tono), lo clásico está presente en la cuestión de la figura maligna que utiliza un medio para regresar a infundir terror y en el factor de lo que ocultan los adultos

Estos tapan el pasado de horror en la localidad (el nombre que no se puede pronunciar, los jóvenes llevados al psiquiátrico, la droga experimental para inhibir los sueños) para que no vuelva a repetirse. Los jóvenes descubren esa conspiración adulta, la parte más olvidable de la historia. Incluso el propio relato la deja de lado cuando ha cumplido su función previa.

El mítico Robert Englund y Monica Keena

Monica Keena, protagonista de 'Freddy contra Jason'
Monica Keena, protagonista de 'Freddy contra Jason'
(New Line Cinema)

Con Robert Englund como secundario estrella, Freddy contra Jason estuvo protagonizada por Monica Keena en un rol de joven inocente y virginal, arquetipo a su vez revestido de sexualidad por su físico (aspecto claramente buscado). 

La cantante Kelly Rowland y Jason Ritter (hijo del mítico John Ritter) le acompañaron en los otros dos personajes principales. En el elenco también se encontraban Katharine Isabelle, actriz asociada a la trilogía de culto Ginger Snaps, y Lochlyn Munro (Scary Movie, la serie El pacificador).

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