Universal tiene en Fast & Furious una de sus franquicias más lucrativas, con una recaudación que por lo general no ha hecho sino subir con cada nueva entrega de la familia pilotada por Vin Diesel (como estrella del reparto y productor principal). No obstante, y como le ha ocurrido a tantos otros films, a la última Fast & Furious 9 le tocó lidiar con un escenario imprevisible, el pandémico, trayendo un declive en su recaudación con 726 millones de dólares globales. Hay expectativas algo mejores con la siguiente Fast & Furious 10 (penúltimo film antes del planeado final de la saga principal); el problema es que el presupuesto ya se ha inflado tanto que va a costar más que nunca generar beneficios.
The Wrap recoge que Fast & Furious 10, actualmente rodándose, lleva un coste de 340 millones de dólares. Una cantidad desorbitada en comparación con lo que costó la anterior entrega, 200 millones, que convierte al film en uno de los más caros de la historia lindando las cifras de Vengadores: Endgame: cumbre del Universo de Marvel que precisó de 356 millones de las arcas de Disney para compensarlos felizmente con una taquilla asombrosa, que convirtió a la producción en la más taquillera de todos los tiempos durante unos meses (antes de que Avatar de James Cameron recuperase el puesto.) Con Fast & Furious 10, sin embargo, parece difícil aspirar una taquilla de 3.000 millones, y el margen de beneficios es mucho menor. El caso es, ¿por qué ese presupuesto?
Los motivos son variados. En primer lugar está el hecho de que Diesel se ha subido el sueldo, tanto él como a los demás intérpretes veteranos que le acompañan en la saga de un tiempo a esta parte: 20 millones de dólares suma su caché. Por otra parte la inflación global habría aumentado también la inversión, y los protocolos COVID provocado otro tanto. Y además está la dramática pérdida de dinero que el film registró al inicio de su desarrollo, cuando Justin Lin abandonó la silla de dirección una vez había empezado el rodaje. Universal tuvo que buscar a toda prisa un sustituto, y mientras revisaba a todos los candidatos en nómina la segunda unidad siguió trabajando, gastándose entre 600.000 y 1 millón de dólares al día sin que la producción avanzara significativamente.
Finalmente la major eligió a Louis Leterrier (Ahora me ves) y frenó la sangría, pero para cuando lo hizo el presupuesto se había incrementado drásticamente. Los 340 millones de Fast & Furious 10 quedan lejos, por suerte, de los 400 millones que se dejó Disney en el aparatoso rodaje de Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, allá por 2011, y aún dejan espacio para que la taquilla los rentabilice. Universal tiene previsto el estreno para el 19 de mayo de 2023, habiendo sumado su reparto a intérpretes como Brie Larson, Jason Momoa y Daniela Melchior.
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