Si Babylon es una celebración excesiva y desmadrada de los años más salvajes de la industria del cine en Hollywood, se puede decir que en algunos aspectos el director Damien Chazelle incluso se ha quedado corto.
Solo hace falta echarle un vistazo a las disolutas y escabrosas vidas reales que llevaron muchas estrellas de la época del cine mudo, en cuyas luces y sombras está inspirado el personaje de la actriz Nellie LaRoy, a quien interpreta Margo Robbie en la película.
Clara Bow
Mucho más que una actriz, fue la primera it girl y una genuina flapper, chica indomable que bebía, fumaba, apostaba, llevaba pelo corto y bailaba charlestón. Principal inspiración para el personaje de Nellie, la existencia de Bow fue un bofetón al establishment de Hollywood, que la repudió pese su éxito cuando se descubrieron sus bacanales. Entre sus amantes, Gary Cooper, Bela Lugosi y John Wayne.
Alma Rubens
Debutó en 1916 y en diez años protagonizó más de 50 películas. Hasta que se convirtió en yonqui. Su transición al sonoro fue desastrosa debido a su adicción a la misma droga que destruye la carrera de Nellie: la cocaína. Al final, su vida se convirtió en un caos de fugaces matrimonios con vividores, ingresos en clínicas de desintoxicación y fallidos intentos de volver a trabajar. Murió a los 33 años.
Joan Crawford
Promiscua y bisexual, la Crawford fue en los locos años 20 una pelirroja de rompe y rasga que arrasaba tanto en fiestones como en rodajes. Nellie LaRoy debe su ética, su estética y su naming a esta estrella nata, cuyo verdadero nombre era Lucille Fay LeSueur y que también hizo gala de una precoz maestría como actriz. Ya lo dijo George Cukor: “Joan jamás le tuvo ni pizca de miedo a la cámara”.
Jeanne Eagels
Como tantas otras actrices, aderezó su éxito con sexo, drogas y charlestón. Disfrutó de una carrera fulgurante en el cine mudo a pesar de que, debido a sus vicios, era imprevisible y faltaba mucho al trabajo. Tenía 39 años cuando sus excesos con el alcohol y la heroína la llevaron a la tumba. Recibió una nominación póstuma al Oscar por su trabajo en La carta, su primer y penúltimo filme sonoro.
Thelma Todd
Empezó presentándose a concursos de belleza y acabó haciendo de rubia frívola en 130 películas, llegando a trabajar con Buster Keaton, Laurel y Hardy o los Hermanos Marx. Aficionada a las drogas, al alcohol y a conducir cochazos a gran velocidad, contaba a sus amantes por docenas. Tuvo su propio café, donde trabó peligrosas amistades con mafiosos que desembocaron en una muerte oscura y violenta.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios