"Es la razón por la que no renuncié a seguir actuando": la confesión de Bradley Cooper tras trabajar con Paul Thomas Anderson

El actor y director, que protagoniza 'El callejón de las almas perdidas' cree que nada hubiese sido igual sin la ayuda del director de 'Licorice Pizza'
Bradley Cooper en 'Licorice Pizza'
Bradley Cooper en 'Licorice Pizza'
Cinemanía
Bradley Cooper en 'Licorice Pizza'

Hace unos meses se hizo viral un vídeo en el que se podía ver a un jovencísimo Bradley Cooper haciéndole una pregunta a Robert De Niro. No de actor a actor, sino de aspirante a actor a estrella consagrada. Han pasado muchos años desde aquel vídeo y ahora se podría decir que Bradley Cooper es más estrella que De Niro, pero el camino hasta entonces no ha sido nada fácil para el actor de Ha nacido una estrella.

Ahora el actor se encuentra en la cúspide de su carrera. Acaba de protagonizar El callejón de las almas perdidas, la nueva película de Guillermo del Toro, y tiene pendiente de estreno Licorice Pizza, lo nuevo de Paul Thomas Anderson. Precisamente este último se ha descubierto como uno de los grandes pilares que mantuvieron en pie al actor de Resacón en las Vegas cuando más dudaba de sus cualidades interpretativas.

"La razón por la que no dejé de actuar es Paul Thomas Anderson", confesaba Cooper en una charla junto al también actor Mahershala Ali. Después de haber pasado una mala racha a causa del Covid-19 y no estar del todo seguro con su papel en la película de Guillermo del Toro, Cooper recibió con los brazos abiertos la propuesta del director de Boogie Nights, aunque en realidad fuese un pequeño papel: "Cuando me llamó para que tal vez estuviera en su película, y lo digo en serio, pensé que hasta me valdría con solo abrir una puerta en el filme. Hubiera hecho literalmente cualquier cosa".

Cooper recalca la importancia de su primer proyecto post-confinamiento y las muchas dudas que lo asaltaron antes de cogerlo. Pero la insistencia y gran capacidad de persuasión de Anderson hicieron que finalmente el actor cogiese un papel que dará mucho de qué hablar. Cooper da vida en Licorice Pizza a Jon Peters. Peters fue una figura especialmente icónica en los 70 por pasar de ser el peluquero y estilista de muchas estrellas a la pareja de estas para más tarde convertirse en productor de cine.

En la película, en la cual tiene una breve pero intensa aparición, Peters contrata a Gary Valentine (Cooper Hoffman), Alana Kane (Alana Haim) y el resto de la pandilla con la que tienen montado un negocio de colchones de agua. Todo ello para que instalen el colchón en ausencia del propio Peters, que sale de la lujosa casa en busca de Barbra Streisand. Pero a partir de ese momento se producen una serie de sucesos de lo más extraños y cómicos que dan rienda suelta a la vena más humorística de Bradley Cooper.

Una vez superado el bache, el actor ya ha encontrado nuevos proyectos, como su segunda película como director en la que también dará vida al compositor Leonard Bernstein o la adaptación de un poema de Milton que pretende llevar a cabo, Paradise Lost. Mientras tanto, Cooper está en nuestras salas dando vida al buscavidas de Stanton Carlisle en El callejón de las almas perdidas y nadie puede perdérselo cuando llegue a los cines su Jon Peters de Licorice Pizza. Al fin y al cabo, es gracias a Paul Thomas Anderson que sigue con fuerzas para actuar.

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