El biopic de James Dean que protagonizaba Leonardo DiCaprio, dirigía Michael Mann, y nunca vio la luz

Estos días Michael Mann está haciendo todo lo posible por sacar Heat 2 adelante. Ya ha publicado la novela en la que se basaría la película, y mientras rueda un biopic de Enzo Ferrari con Adam Driver aprovecha cada pausa para asegurar lo mucho que le gustaría que la secuela de Heat viera la luz, y para recordar alguna anécdota jugosa de su pasado. En una entrevista con Deadline al hilo de la novela de Heat 2, Mann ha recordado cómo a principios de los 90 contemplaba realizar un biopic sobre James Dean, el mítico actor de Hollywood que murió con solo 24 años. Ocurrió a causa de un accidente de coche en 1955, luego de aparecer en tres enormes clásicos: Gigante, Rebelde sin causa y Al este del edén.

Tan escueta filmografía fue suficiente para convertir a Dean en una leyenda, que la industria quería rentabilizar a través de la correspondiente película biográfica al poco de que Mann empezara a jugar con grandes presupuestos en El último mohicano. Corría el año 1993, y a Mann le gustaba el guion que le habían hecho llegar. Solo había que encontrar a alguien que interpretara a Dean de forma convincente. “Lo de James Dean era muy raro. Estábamos como ‘¿quién demonios podría interpretar a James Dean?’. Y encontré a alguien que podía hacerlo, pero era demasiado joven. Era Leo. Hicimos una prueba bastante sorprendente. Debía tener unos 19 años por entonces”, explica el director de Hunter.

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Ese Leo era, sí, Leonardo DiCaprio, que a principios de los 90 había sorprendido con Vida de este chico y ¿A quién ama Gilbert Grape? “Desde mi punto de vista lo tenía todo. Era brillante. Giraba la cara en una dirección y veíamos a James Dean, y luego giraba la cara en otra dirección ya no, era un chico joven”. El problema con DiCaprio era ese, que parecía demasiado joven para el papel. Así que el proyecto fue aplazándose sin cabeza visible, y Mann se puso a otras cosas como, propiamente, Heat. “Tres años después, Leo ya era absolutamente perfecto. Y, por respeto a mí, nunca hizo la película”, asegura.

DiCaprio no interpretó a Dean (este acabaría teniendo el rostro de James Franco en 2001, para el telefilm James Dean: Una vida inventada), pero acaso ajustándose a su estela participó en Diario de un rebelde, de no pocas concomitancias con Rebelde sin causa. Luego vendrían Romeo + Julieta, y en 1997 la película que le consagró como estrella, Titanic. Hoy hacer una película de James Dean es tan impensable para DiCaprio como parece serlo para Mann, pero es bonito imaginar cómo habría sido.

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