¿Dirigió Chelo Loureiro ‘Valentina’? La polémica que envuelve al último Goya a Mejor película de animación

Un grupo de trabajadores ha acusado a Loureiro de irregularidades e impagos en la producción.
Fotograma de 'Valentina'
Fotograma de 'Valentina'
Fotograma de 'Valentina'

En la gala de los Goya celebrada este sábado competían cuatro títulos por el premio a Mejor película de animación. Suponía una mejoría con respecto al año pasado, cuando La gallina Turuleca fue la única nominada y, consecuentemente, la que ganó. Esta situación tan chocante alarmó lo suyo a la industria española (sobre todo por el poco tiempo que había transcurrido desde que Klaus o Buñuel en el laberinto de las tortugas movieran a mirar con esperanza este mundillo), y condujo directamente a la realización de un film como Gora Automatikoa, que se choteaba de esta situación y de las circunstancias que habían conducido a ella. Gora Automatikoa fue nominada al Goya, pero no ha ganado.

La victoria le pertenece a Valentina, musical animado centrado en una niña con síndrome de Down que se había estrenado el pasado 10 de diciembre, y que se impuso entre los aspirantes conduciendo al escenario a su directora, Chelo Loureiro. Quien, según se encontró frente a los micros, no dudó en reivindicar la animación española, al tiempo de alertar de su precario estado de salud. “Este es el único premio que recogemos los que hacemos cine de animación. El cine de animación es cine, no es fácil hacer animación y nos tenemos que contentar con un solo premio”, declaró, seguidamente a reivindicar la cultura gallega.

Loureiro es también la productora de Valentina a través de su empresa Abano Producions, y pocas horas de que se llevara el premio surgió un clamor en redes sociales. Varios trabajadores de Valentina han denunciado que Loureiro no es la verdadera directora del film, además de llamar la atención sobre irregularidades en la producción que incluyen impagos. La controversia está servida.

Abano y Antaruxa

El desarrollo de Valentina fue especialmente accidentado debido a la pandemia (que desembocó en varios parones de la producción), pero también por las discrepancias entre el personal de Abano y de Antaruxa, estudio de animación coruñés de amplia experiencia que ha llegado a trabajar para Disney. Los empleados de este último se ven ahora en “la obligación de exponer a la opinión pública su más profundo malestar, repulsa e incredulidad ante las declaraciones y actos que ha venido realizando Chelo Loureiro”, según se puede leer en un comunicado compartido en redes sociales por Raquel Rodríguez.

La misma que afirma que Loureiro no dirigió Valentina, sino el equipo formado por ella, Raquel Ramos, Sandra Varela y Brandán de Brano, responsable de Antaruxa. Denuncian que Loureiro “se ha atribuido una dirección que no ha realizado”, describiendo la compleja producción que atravesó Valentina. El plan original era efectivamente que Loureiro dirigiera, en el marco colaborativo de Abano y Antaruxa, pero “nunca llegó a realizar dicha dirección, siendo sus únicas labores conocidas el haber sido guionista de la obra junto a Lúa Testa, haber puesto voz al personaje de la Abuela y ejercer el papel de productora ejecutiva”. Todo fruto de un baile de roles que habría durado hasta el final del proceso.

“Hacia el final de la producción mandamos un documento completo a Chelo Loureiro con los departamentos integrantes definitivos. Documento que, deducimos, Chelo Loureiro ignoró y sin avisar y/o consultar con sus propios trabajadores, cambió a placer”. La conclusión de Rodríguez y los trabajadores proviene del hecho notorio de que en los créditos de Valentina Loureiro figura como directora del largometraje, y así es como ha allanado su camino hasta los Goya. Loureiro habría, pues, “modificado los títulos de crédito de forma que no se corresponden con la realidad”, y esto a pesar de “estar advertida”.

El personal de Antaruxa reprueba las acciones de Loureiro por cómo “está intentando sustraer un derecho intelectual y de autoría que no le corresponde”, “perjudicando gravemente la imagen de la profesión”. También, lo que es más grave, asegura que se han producido “impagos” en la producción de Valentina: “algo difícilmente justificable cuando la película ya ha sido estrenada en cines”; lo que implica que ya hay beneficios en taquilla que repartir. El comunicado denuncia “un uso personal e interesado” de la comunicación pública, que ha dejado en segundo plano cualquier mención al equipo.

Por lo demás, desconocen por qué ha pasado algo así, pero “sienta un terrible precedente en el conjunto del mundo profesional de la animación”. Este comunicado ha sido apoyado por Archi Viloria, director de animación de Valentina, y por el mencionado Brandán de Brano, que en declaraciones para Europa Press afirma “haber visto cosas que se salen de lo normal” incluso aunque lleve 18 años en la profesión. Al parecer De Brano quiso llegar a un acuerdo con Loureiro “para evitar la vía judicial”, pero la supuesta directora se negó a ello y como resultado el conflicto ya está en manos de asesores legales.

La versión de Loureiro

“Hemos considerado conveniente retrasar la emisión de este comunicado hasta que la película haya dejado de exhibirse en salas de cine, para evitar un mayor perjuicio para la película”, concluye el comunicado de Rodríguez. De Brano, por su parte, muestra su “total y absoluto” apoyo a los trabajadores, mientras sus quejas ya se han abierto camino en medios y redes sociales lo suficiente como para motivar una respuesta de Loureiro. Vía Europa Press, así las cosas, se ha apresurado a negarlo todo. “Que lo demuestren”, desafía.

“Si hay impagos que presenten las nóminas sin pagar porque no es cierto. Todo el mundo ha cobrado. Lo que han hecho ha sido estropear un día de fiesta como es poder conseguir un Goya en un género tan complicado como el de Mejor película de animación”, se lamenta. “Ha sido muy triste. Ni siquiera me dejan disfrutarlo. La pena que quede este recuerdo y no el Goya”. Loureiro asegura que cuenta con el apoyo total de 200 trabajadores de Valentina: “200 personas que estaban felices y para quienes esto ha sido un jarro de agua fría”.

Loureiro recurre a su currículum para defender la falsedad de estas acusaciones: “Mi carrera ya está hecha. Yo tengo 63 años. He logrado dos Goya y he sido nominada en muchas ocasiones”. Dice haber hecho una veintena de películas “con mucho esfuerzo”, y se pregunta: “¿cómo voy a acreditarme como directora de una película sin haberla dirigido?”. “Si fui yo quien estuve con el compositor y con los actores de doblaje para darles instrucciones, para que entendieran qué queríamos contar”.

Chelo Loureiro recogiendo el Goya
Chelo Loureiro recogiendo el Goya

Lo curioso de este último aserto es que, en los créditos de Valentina, quienes figuran como directoras de doblaje son Charo Pena y Lúa Testa. Loureiro, por su parte, ha dado su versión de lo que ocurrió en la complicada producción de Valentina, siendo su relación con De Brano “complicada desde el principio, con constantes trabas e interrupciones”. “Brandán de Brano nos tuvo esperando y retrasando los tiempos de la película durante año y medio. Tenía que entregar 75 minutos de metraje y entregó 60. Tarde y mal”. Nani García, compositor de la música de Valentina, es uno de los 200 trabajadores que apoyan a Loureira, y confirma que el trato con el líder de Antaruxa fue muy complicado.

“No le gustaba nada, hablaba con todo el mundo. El resto del equipo estaba igual, fue un boicot constante”, tercia. Los reproches de De Brano y los demás miembros “venían de lejos”, pero han vuelto reforzados tras los Goya. “No son formas. Si algo no te gusta, te vas”. Recuerda que los conflictos con De Brano afectaron a su trabajo como músico. “Hubo un desacuerdo con la producción y la respuesta fue secuestrar las imágenes, por lo que tuve que componer de cero. Lo mismo les pasó a los compañeros de sonido”. García asegura “no haber vivido nunca nada igual”. “Y eso que estoy a punto de jubilarme”.

“Las constantes trabas provocaron retrasos en los plazos, lo que provocó que se llegara muy justo a los Goya. Hubiéramos podido competir en más categorías y no fue posible. Nos podemos dar por satisfechos por haber podido acabar la película. Sin embargo, el daño ya está hecho”. García afirma que él y el resto del equipo han cobrado, en contra de las acusaciones de De Brano y Rodríguez. Lo corrobora Loureiro: “Hasta donde yo sé, hay dos casos de impagos a freelances que no dependían de mi productora. Yo me juego mi empresa y no la pondrá nunca en riesgo con algo tan sumamente fácil de demostrar”

Sea fácil o no, el conflicto pasará pronto a instancias judiciales.

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