El director de casting que descubrió a Joaquin Phoenix cuenta sus secretos en un libro de confesiones

Una irritante Betty White y un fallido encuentro sexual con Rock Hudson, en las memorias de Joel Thurm.
Joaquin Phoenix en 'Todo por un sueño' (1995)
Joaquin Phoenix en 'Todo por un sueño' (1995)
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Joaquin Phoenix en 'Todo por un sueño' (1995)

Detrás de las grandes películas y series suele haber grandes departamentos de casting. Esto es algo que sabe muy bien Joel Thurm, quien puede presumir de haber sido uno de los directores de reparto más admirados y poderosos de Hollywood.

A mediados de los ochenta, como jefe de talento de la NBC, le tocó por ejemplo supervisar el casting de la mítica serie Las chicas de oro, que en su estreno reunió a más de 25 millones de espectadores y se mantuvo entre los diez programas más vistos en Estados Unidos durante seis de sus siete temporadas.

Durante un vuelo a Vancouver, Thurm coincidió con Bea Arthur, Dorothy en la serie, quien según él aprovechó esa ocasión para comentarle que su compañera Betty White era una “cabrona”. No es un secreto que ambas actrices sentían poca afinidad entre ellas. 

“Aunque había actuado antes, Betty White no se preparaba igual que Bea”, dijo al respecto. “Bea era el tipo de actriz que necesitaba tiempo para prepararse. No podías molestarla. Se enfadaba al perder la concentración cada vez que Betty White parloteaba y se divertía con el equipo durante los descansos del rodaje”.

Ya hacia el final de la serie, Estelle Getty (Sophia Petrillo) empezaba a mostrar los primeros síntomas de la demencia de Lewy que con el tiempo le fue diagnosticada. Según apunta Thurm en su libro, esto llevó a que más de una vez la actriz tuviera problemas para recordar sus diálogos y se acabara apuntando algunas frases en la palma de las manos. 

“Pero a veces metía la pata. Betty White, para que la cosa siguiera adelante y el público continuara riéndose, hacía un gesto con el pulgar en la boca y señalaba luego a Estelle, como si Estelle hubiera estado bebiendo. Aquello era algo inocente, pero a Bea no le gustaba, le parecía cruel”.

Fotograma de 'Las chicas de oro'
Fotograma de 'Las chicas de oro'
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De ayudante de teatro a cazatalentos de la NBC

Esas son solo algunas de las muchas anécdotas que jalonan las páginas de Sex, Drugs & Pilot Season: Confessions of a Casting Director, un libro de memorias donde Thurm hace un recorrido por su vida. Desde su niñez en la granja productora de leche que su abuelo tenía en Nueva York, hasta ese momento en que, con doce años, se enamoró del teatro musical después de acudir con su padre a Broadway para ver Guys and Dolls

O cuando luego se puso a estudiar artes escénicas y psicología en el Hunter College de Manhattan y, al ser el único varón de la clase, le encomendaron la tarea de construir decorados para las funciones que montaban.

Más tarde, Thurm empezó a trabajar en la taquilla de un teatro, lo que le permitió empaparse de arte. El día que un amigo suyo se enteró de que había una vacante en la oficina del productor de teatro David Merrick, el neoyorquino se presentó rápidamente allí, donde le dijeron que contaba con la preparación necesaria para ejercer de ayudante del director general. Al mismo tiempo, Thurm se puso a dirigir la compañía que representaba Hello Dolly en Nueva York.

La actriz protagonista, Pearl Bailey, le invitó a dejar Nueva York para irse con ella a la Costa Oeste, donde había sido contratada para hacer un programa semanal de la ABC que se emitiría desde Los Ángeles. Thurm se animó a cambiar de aires y, a través de redes de contactos personales, acabó debutando como director de casting y cazatalentos en largometrajes y series de las cadenas de televisión estadounidenses CBS, ABC y (durante diez años) NBC.

El dúo Travolta-Newton-John

Sex, Drugs & Pilot Season recoge cómo su buen olfato le ayudó a reconocer a John Travolta como algo más que el simpático ídolo adolescente de la serie Welcome Back, Kotter (1975). Thurm se encargó de elegir al de Nueva Jersey, que entonces tenía diecisiete años, para protagonizar el telefilme El chico de la burbuja de plástico (1976), donde también actuaría Robert Reed —conocido por su papel en La tribu de los Brady—.

John Travolta en 'El chico de la burbuja de plástico'
John Travolta en 'El chico de la burbuja de plástico'
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Parece ser que, durante el rodaje de aquel filme de Randal Kleiser, Thurm intercambió más que palabras con Reed en el camerino del actor. “Se sabía [que Reed era gay], pero yo no entré allí con esa intención”, aseguró. “Entré con la intención de decirle: ‘Gracias por aguantar lo que tenemos que hacer’. Y entonces, no sé, empecé a frotarle la espalda. Pensé: ‘Bueno, eso es lo que uno hace en una situación así. No tenía intención de nada más que eso, pero él pareció responder…”.

Seguramente, Grease (1978) sea la película más icónica en la que Thurm ha participado. En sus memorias relata que John Travolta no solo fue el único actor vinculado al proyecto desde el principio (Paramount aceptó producirlo con la condición de que él fuese su estrella masculina), sino que también le sugirió la posibilidad de dar el papel de Sandy a Olivia Newton-John.

John Travolta y Olivia Newton-John en 'Grease'
John Travolta y Olivia Newton-John en 'Grease'
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Rocky, Ricky y Jason Bateman

Varios años después del estreno del musical, Thurm conoció al actor Jason Bateman, que entonces encarnaba al personaje gracioso de la serie Silver Spoons (1982-1987), coprotagonizada por el niño prodigio Ricky Schroder

Según su versión, la “idiota” madre de Ricky se enfadó porque Jason “eclipsaba” a su hijo y pidió al equipo que se deshiciera del susodicho: “No le gustaba que fueran pareja, así que tuvimos que perderlo. Lo sustituimos por Alfonso Ribeiro, que es un buen actor, pero también es un hombre convencional [como lo era Ricky]”.

La serie, que perdió entonces su gracia, murió al poco tiempo. Pero Thurm estaba tan convencido de que Jason Bateman era un buen actor que decidió darle un papel en otra serie de la NBC que, para disgusto de todos, resultaría fallida. “Cuando Valerie Harper estuvo disponible al año siguiente”, ha dicho, “pusimos a Jason con ella en La familia Hogan, que sí funcionó bastante bien”.

Jason Bateman en 'La familia Hogan'
Jason Bateman en 'La familia Hogan'
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También fue Thurm el encargado de fichar a las estrellas de The Rocky Horror Picture Show (1975), basada en el hilarante musical de Richard O'Brien. "Vi a David Arquette en una pequeña producción en Los Ángeles, pero no se puede sustituir a Tim Curry”, ha opinado. 

“Es fácil sustituir a Brad y Janet, y de hecho había un tipo mucho mejor para hacer de Riff Raff. Su nombre era Bruce Scott y era mil veces mejor que Richard O'Brien. Podía cantar increíblemente, pero al principio de los ensayos tuvo un accidente al estilo Ann-Margret y estuvo fuera de servicio durante los meses siguientes”.

Tim Curry y Richard O'Brien en 'The Rocky Horror Picture Show'
Tim Curry y Richard O'Brien en 'The Rocky Horror Picture Show'
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La familia Phoenix

Entre los descubrimientos de Thurm destaca sin duda el de la familia Phoenix. La matriarca del clan fue su secretaria durante cinco años, y él mismo inició en el mundo de la farándula a los hermanos River y Joaquin, a quienes consiguió su primer agente. 

“Cuando Joaquin se hizo famoso, no concedía entrevistas. Le dije en broma a su madre: ‘Es un actor maravilloso, pero una estrella de cine terrible’. Cuando empezó la campaña por el Oscar con Joker cambió, porque tenía que hacerlo”, comentó Thurm, que en 1990 se jubiló de su puesto a tiempo completo en la NBC y hoy se dedica principalmente a la fotografía.

Joaquin Phoenix en 'Joker'
Joaquin Phoenix en 'Joker'
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"No salgas del armario"

Precisamente fue Joaquin Phoenix quien le animó a escribir sus memorias, en las que también hay espacio para su ídolo de adolescencia, Rock Hudson. En concreto, Thurm menciona una fiesta en Hollywood a la que asistieron varios homosexuales en el armario que se reunieron para pasar un buen rato y ver juntos Boys in the Sand (1971), considerada una de las primeras pelis porno gay.

En un momento dado, Hudson le hizo señas para que le siguiera hasta una habitación situada escaleras arriba. Thurm estaba tan nervioso que, una vez allí, fue incapaz de conseguir una erección satisfactoria. “Estaba avergonzado y mortificado”, ha comentado. 

“Hacer que se me levantara era una de mis especialidades, pero no logré hacerlo, ¡porque él era Rock Hudson! Eso me intimidó demasiado”. Pese a todo, la mítica estrella de cine se mostró comprensiva con una situación que por lo visto había vivido más veces.

Rock Hudson en 'Confidencias de medianoche'
Rock Hudson en 'Confidencias de medianoche'
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Durante una entrevista promocional, Thurm ha reflexionado también sobre el hecho de que ninguna estrella de cine masculina se anime a salir públicamente del armario. “Lo más cerca que estuvimos de conseguirlo fue Richard Chamberlain”, comentó sobre un actor (conocido por su papel en El pájaro espino) que en 2003 reveló su homosexualidad, a los 66 años de edad, al tiempo que reconocía que no había dado ese paso antes por temor a ser relegado profesionalmente por la industria.

“Creo que se debe a la enorme cantidad de dinero que se invierte en los largometrajes y a la suspensión de la incredulidad”, ha apostillado Thurm. “Esa incredulidad desaparece totalmente en el escenario, pero no se traslada al cine. Si eres un protagonista guapo en camino de convertirte en estrella de cine, te recomiendo que te lo guardes para ti. No salgas del armario”.

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