Durante un tiempo, Damien Chazelle fue el niño bonito de Hollywood. Tanto Whiplash como La La Land tuvieron un éxito tremendo cuando él apenas contaba con 30 años, y en particular La La Land fue la favorita a llevarse el Oscar a Mejor película hasta que, en un giro inolvidable, este fue a parar a Moonlight. Igualmente Chazelle ganó Mejor dirección, y aunque First Man no tuvo tanta notoriedad posteriormente, no había razones para pensar que a Babylon le fuera a ir mal. Era una ambiciosa epopeya sobre la historia de Hollywood, retratando el paso del mudo al sonoro en los años 20, y sus protagonistas eran Margot Robbie y Brad Pitt. Todo debería haber ido de maravilla, pero no lo fue.
Babylon tuvo críticas mixtas, y habiéndole costado a Paramount 80 millones de dólares solo recaudó 15 en EE.UU. Aunque a nivel global la cosa le fue bastante mejor (tanto en cuestión de taquilla como de valoración del público), sus finales 63 millones no fueron suficientes para rentabilizar la inversión. Los Oscar, por otro lado, apenas la hicieron caso: solo logró tres nominaciones en categorías técnicas, sin ganar en ninguna de ellas. Con lo que Babylon, pese a haber sido reivindicada por cierto sector del público desde entonces, es lo que se dice un fracaso. Y está por ver cómo le va a afectar esto a Chazelle para próximos proyectos.
El cineasta ha acudido invitado al podcast Talking Pictures de TCM, y ahí ha admitido sus temores de que la debacle económica de Babylon impida que pueda seguir con su carrera como a él le gustaría. Cuenta que está escribiendo un nuevo proyecto, pero teme no encontrar financiación luego de haberle hecho perder tanto dinero a Paramount. “Ciertamente, en términos financieros, Babylon no funcionó en absoluto”, confirmó Chazelle. “Intentas que eso no afecte a lo que estás haciendo creativamente, pero, a cierto nivel, no puede evitar afectarlo. ¿Pero quizá esté bien? Tengo mis dudas al respecto. Quién sabe. Tal vez no voy a ser capaz de conseguir hacer esto. No lo sé. Tendremos que esperar y ver”.
Babylon se distanciaba de anteriores trabajos de Chazelle en su escala enorme, así como en una ambición que iba mucho más allá de recrear el periodo histórico: también era un ampuloso homenaje al cine en sí mismo, que encontró no pocos detractores. Quizá Chazelle opte ahora por un proyecto más discreto. “He estado ocupado escribiendo. Así que podré comprobar si algo ha cambiado desde Babylon cuando termine el guion e intente que se haga. Estoy un poco preocupado, y no me hago ilusiones. No voy a tener un presupuesto del tamaño de Babylon en un futuro próximo, o al menos no en esta próxima película”, concluye.
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