Acostumbrados a su imagen más tierna en el séptimo arte, el retrato de los ciervos siempre ha sido asimilado a conceptos como la lealtad, el equilibrio o el alma. Consciente de ello, el cineasta Sam Esmail ha decidido darle una vuelta de tuerca en su aparición en el filme apocalíptico Dejar el mundo atrás, como él mismo señalaba para Tudum.
"Transformar su imagen dulce en este tipo de siniestra y amenazadora advertencia me pareció interesante. Ese es el truco de esta película. Siempre intentamos tomar las cosas que nunca consideramos realmente una amenaza y les damos la vuelta", señalaba Sam Esmail sobre la adaptación cinematográfica de la novela superventas de Rumaan Alam.
De hecho, la presentación de este animal como un peligro inminente o una señal de que algo malo sucede, como señala incluso el personaje de la pequeña Rose (Farrah Mackenzie), ya tenía lugar en las páginas de la obra original. "Queríamos coger las cosas que nunca consideramos una amenaza y darles la vuelta", incide Esmail.
No eran los ciervos que Rose había visto, sino que iban camino de unirse a ellos. Una migración masiva. Una respuesta al desastre. Un indicador de desastre. Una catástrofe en desarrollo” (Extracto del libro)
El significado de los ciervos en 'Dejar el mundo atrás'
Desde su primera aparición en el patio de la vivienda vacacional de los Sandford, segundo hogar de los Scott, el extraño comportamiento de los ciervos llamaba la atención de los protagonistas. Una amenaza que se volvía real cuando un rebaño al completo plantaba cara a Ruth (Myha'la) tras salir de la cabaña, provocando que Amanda (Julia Roberts) saliera a su rescate.
"Los ciervos son digitales. Sabíamos que queríamos que los ciervos parecieran lo más reales posible. Teníamos maquetas para que los actores tuvieran algo con lo que grabar y nos aseguramos de que la iluminación del pelaje fuera lo más precisa posible", confiesa el director, alabando el trabajo en los efectos especiales de Chris Harvey, Dione Wood y Alec Hart.
Los propios Rose (Farrah Mackenzie) y Archie (Charlie Evans) también daban su opinión sobre el significado de estos ciervos. "Es indicativo de lo que está pasando con el poder y la falta de movimiento de personas", afirma Mackenzie. "Representa la conexión con el mundo natural, cómo lo tratamos, cómo se mueve alrededor de nosotros y cómo no lo tenemos tan en cuenta como deberíamos", añade Evans. Una serie de elementos que demuestra la complejidad de la presentación de este animal en el filme.
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