Este artículo contiene SPOILERS de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'.
Será cosa de Sam Raimi, de Michael Waldron, de Kevin Feige o de los inmortales Vishanti, pero el responsable nos da igual. Porque, para los marvel zombies veteranos, la escena mid credits de Doctor Strange en el multiverso de la locura ha sido un placer aún más grande que… bueno, que ver al Doctor Strange transformado en zombie.
Pero, si tu último examen de Artes Místicas se saldó con un aprobado por los pelos, es posible que no captes el por qué de ese entusiasmo. Si bien ver a Charlize Theron en una película, cualquier película, es motivo de jolgorio, este cameo final abre muchos interrogantes.
Porque ¿quién es esa señora vestida de púrpura que aparece en el primer epílogo del filme? ¿Por qué quiere reclutar al 'Doc', recién traumatizado por la aparición de su tercer ojo, para una misión en otra realidad? ¿Por qué ese portal parece conducir a la Dimensión Oscura, el tenebroso lugar que conocimos en la primera Doctor Strange? Y también, ¿por qué la propia Theron ha bromeado sobre el tema en Twitter e Instagram?
Tranquilos, jóvenes aprendices, porque las respuestas están al alcance de vuestras manos. Tras consultar códices escritos por los grandes iniciados Englehart, Claremont, Stern y otros, podemos afirmar que el personaje de Theron es Clea. Es decir, una de las presencias clave en las aventuras del Doctor, su interés romántico más persistente… y algunas cosas más.
En realidad, Clea lleva acompañando al Doctor Strange en las viñetas desde 1964, cuando Steve Ditko la dibujó por primera vez. Y no solo eso: su debut en los cómics acompañó al del terrible Dormammu, señor de la Dimensión Oscura, al que los fans del MCU recuerdan sobre todo por las palabras "¡he venido a negociar!".
Pese a que Ditko y Stan Lee tardaron dos años en bautizarla, refiriéndose a ella con nombres como "la mujer misteriosa" o "la chica del pelo plateado", la hechicera se reveló pronto como una señora de armas tomar. A lo largo de 14 números de la colección Strange Tales, Clea usó sus poderes para ayudar a Strange en sus combates contra Dormammu, pese a ser la súbdita, y la aprendiz, del llameante demonio.
Asimismo, conforme su rol en las historias del 'Doc' iba haciéndose más importante, Clea también le echó una mano al hechicero frente al barón Mordo y otros villanos. Entre ellos, Umar, hermana de Dormammu y una de las femme fatales emblemáticas de Marvel. Toma nota de esto, porque es más importante de lo que parece.
En 1968, el guionista Roy Thomas le dio un nuevo impulso al rol de Clea en Marvel sacándola de la Dimensión Oscura y llevándosela a la Tierra. Lo cual, a la propia, le resultó bastante ventajoso: aunque su nuevo hogar redujese drásticamente sus poderes, en él podía asumir el rol de aprendiz del Doctor Strange sin que Dormammu la castigase por ello confinándola en vete a saber qué infierno abominable o tratando de sacrificarla a las potencias del abismo.
Además, y para colmo, las sucesivas etapas a cargo de escritores como Steve Englehart y Chris Claremont (e ilustradas por Frank Brunner y Gene Colan, entre otros) profundizaron más entre la relación entre Clea y Stephen, demostrándonos que cuando la chica interdimensional y el hechicero estaban juntos en la misma habitación, saltaban chispas. O eso, o entendimos mal lo de los rituales tántricos: todo puede ser.
Desgraciadamente, los modos de la época eran los que eran, con lo que nuestra heroína acabó confinada a un rol de damisela en apuros bastante rutinario. Sus intervenciones en los cómics daban pie a momentos muy entrañables, pero era inevitable sentir rabia al verla caer exánime en las garras de villanos como Daga de Plata. Todo ello mientras los no iniciados (entre ellos el escritor Tom Wolfe, cameo mediante) la confundían con una hippie drogada hasta las cejas.
A esto debemos sumar el hecho de que, como pareja, Stephen Strange deja tanto que desear como te estás imaginando. Así pues, en 1981, tras una loquísima trama de viajes en el tiempo hasta la II Guerra Mundial, Clea se hartó de que su chorbo le pusiera ojitos a la escritora Morgana Blessing. Y eso que, en lo que a fidelidad se refiere, ella tampoco iba a ganar ninguna medalla, habiendo llegado a enrollarse con Benjamin Franklin durante un viaje a través del tiempo.
Aprovechando un vacío de poder en la Dimensión Oscura, la chica abandonó a Stephen para encabezar una rebelión que la convirtiese en ama del cotarro. Esta ruptura, dibujada por el gran Marshall Rogers, dejó al Maestro de las Artes Místicas lloroso y hundido en la miseria por no haber valorado más lo que tenía en casa.
A partir de ese momento, las guerras civiles en la Dimensión Oscura fueron una constante en las aventuras del 'Doc'. Trayendo consigo, además, una terrible revelación: Clea era la hija de Umar y, por lo tanto, sobrina del terrible Dormammu. Algo que, en lo que a parentescos marvelitas se refiere, te deja en una situación bastante apurada.
Sin embargo, Stephen Strange estaba dispuesto a arreglar las cosas con el amor de su vida. De modo que, en 1989, Clea y él subieron al altar en la Dimensión Oscura: el bodorrio no pudo celebrarse en la Tierra, porque, como ente de otra realidad, ella tiene el estatus de 'sin papeles' en EE UU. Y, además, convirtió al 'Doc' en yerno de una de sus peores enemigas: inserte aquí su chiste de suegras favorito.
Los considerables altibajos creativos de Marvel durante el cambio de siglo vinieron aparejados a una convivencia tumultuosa entre los tortolitos. Que si tú no paras por casa porque estás todo el rato guerreando contra tu madre y tu tío, que si tú vas de asceta alejado del mundo pero bien que luces capa y amuleto frente a las otras chicas… vamos, lo normal.
Pese a que Clea sugirió más de una vez la conveniencia de un divorcio no culposo, este nunca se produjo. Lo cual cobró una importancia inesperada en 2021, cuando Marvel decidió cargarse al Doctor Strange: en sus últimos estertores (hacer pactos con Mephisto tiene estas cosas), Stephen le confió su Capa de Levitación y el omniscente Ojo de Agamotto a su esposa.
De este modo, actualmente Clea no es solo la gobernante de la Dimensión Oscura y portadora de las Llamas de la Regencia: también es la Hechicera Suprema de la Tierra, con todo lo que eso implica.
Sus correrías en ese cargo, como nos muestra la actual colección Strange, la llevan a enfrentarse con gente de tanto fiar como el Doctor Muerte, además de al deber de mantener el orden en el lado mágico del Universo Marvel, más revuelto que nunca. Todo ello mientras, con la ayuda de Wong, hace lo posible por resucitar a ese tipejo con perilla que nunca se ha merecido sus afectos.
60 años de cómics, ya lo vemos, dan para mucho. Así pues, cabe preguntarse cómo se trasplantarán las aventuras de Clea al MCU. Si bien su carácter entre lo volcánico y lo adorable puede dar mucho de sí en las manos de Charlize Theron, el personaje tiene otros muchos aspectos que podrían generar momentos gloriosos en la pantalla.
¿Rescatará Marvel a Dormammu tras haberlo desaprovechado vilmente (casi tanto como a Mads Mikkelsen) en la primera Doctor Strange? ¿Será Umar la villana del próximo filme? ¿Veremos en acción a los atroces Sin Mente? A falta de las Llamas de los Faltine para iluminarnos, solo podemos especular… y confiar en que Doctor Strange 3 le haga justicia a la auténtica y pionera magical girl de la Casa de las Ideas.
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