Sanidad autoriza el primer medicamento biológico contra el cáncer de cérvix

  • El 'Avastin', comercializado por Roche, es el primer medicamento biológico aprobado para este tipo de tumores.
  • Este medicamento ya está aprobado contra otros cinco tumores distintos (colorrectal, pulmón, mama, riñón y ovario).
  • El fármaco actúa contra el proceso de angiogénesis por el que el tumor induce la creación de nuevos vasos sanguíneos para seguir creciendo.
Avastin de Roche.
Avastin de Roche.
ROCHE
Avastin de Roche.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha autorizado la financiación pública para el uso del bevacizumab, comercializado por Roche como 'Avastin', en pacientes con cáncer de cérvix avanzado, recurrente o metastásico, lo que lo convierte en el primer medicamento biológico aprobado contra este tipo de tumores.

El fármaco no es nuevo, ya está aprobado ya contra otros cinco tumores distintos (colorrectal, pulmón, mama, riñón y ovario), según ha recordado la directora médico de Roche en España, Annarita Gabriele, y esta nueva indicación se produce tras demostrar que, en combinación con quimioterapia, puede reducir el riesgo de muerte de forma "significativa", hasta en un 30% en comparación con los tratamientos actuales.

De hecho, el jefe de Servicio de Ginecología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), Lucas Minig, ha reconocido que el fármaco viene a satisfacer "una necesidad médica no cubierta" contra un tumor "relativamente raro" que, sin embargo, es el segundo tumor ginecológico con más muertes en mujeres de 15 a 45 años, y para el que hacía 10 años que no se autorizaban nuevos tratamientos.

Cada año se detectan en España más de 2.500 nuevos casos de cáncer de cérvix y, mientras que el 40% se detectan en estadios iniciales que pueden operarse hasta conseguir una supervivencia de más del 90% a 5 años, el 60% restante se detectan en fase avanzada y el pronóstico es más desfavorable.

"La supervivencia inicial se reduce a la mitad, es mucho más limitada, de apenas un 15-20% después de 5 años. Además, entre el 60 y 70% de estas mujeres van a experimentar una recaída. Y en los últimos 30 años se han probado algunos fármacos pero con poco impacto", según Minig.

La supervivencia media hasta ahora era de apenas un año

El tratamiento estándar desde hace muchos años se basa en una combinación de quimioterapias (en fase avanzada) o de quimio y radioterapia (cuando hay recaída) pero los beneficios hasta ahora eran modestos y la mediana de supervivencia global era de apenas un año.

Sin embargo, con el uso de bevacizumab combinado con quimioterapia han visto que la mediana de supervivencia global asciende hasta los 17 meses. La oncóloga Ana Oaknin, del Servicio de Oncología del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, asegura que este avance tiene "un impacto muy llamativo" para el pronóstico de la enfermedad ya que "hay pacientes que viven mucho más".

De hecho, los resultados del ensayo clínico que ha hecho posible su aprobación muestran que duplica la tasa de respuesta completa (casos en los que desaparece la enfermedad) y el seguimiento de las mujeres tratadas ha revelado que, después de 50 meses, un 20% siguen vivas "realizando una actividad diaria normal y sin que su calidad de vida se vea deteriorada", ha añadido Oaknin.

Por vía intravenosa, en ciclos cada tres semanas

El fármaco se administra por vía intravenosa en ciclos espaciados cada tres semanas, hasta que la enfermedad progresa o presenta algún tipo de toxicidad. Y la clave está en que actúa contra el proceso de angiogénesis por el que el tumor induce la creación de nuevos vasos sanguíneos para seguir creciendo.

"Bloquea el receptor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés), clave en este proceso, lo que hace que los vasos sanguíneos ya formados desaparezcan", según esta experta.

Ambos expertos confían en que este fármaco sirva para mejorar el pronóstico de una enfermedad que está directamente relacionada con el virus del papiloma humano (VPH), que infectará al 80% de las mujeres en edad fértil aunque sólo un 1% desarrollará cáncer.

El problema de estos tumores es que los síntomas no siempre dan la cara y el más característico, el sangrado, suele enmascararse con la menstruación ya que la mayoría de casos se diagnostican entre los 35 y 50 años, cuando todavía están en edad fértil. Además, aunque ya existe una vacuna contra el VPH, Minig asegura que "el impacto de su uso no se verá hasta dentro de 30-40 años".

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