La epigenética nos puede proteger del Alzheimer

La IV edición del Seminario Internacional de Neurociencia y Educación, INSE, celebrado en las instalaciones del colegio Montessori Palau, Girona, se ha consolidado como un encuentro anual indispensable en la investigación de la neuroeducación y la pedagogía internacional. Más de una centena de docentes han acudido al seminario de forma presencial, y un mayor número han participado de las ponencias y mesas redondas a través de la emisión en directo, vía streaming. 
Ana Julia, directora del MIRTC, centro de investigación y formación en Pedagogía Montessori, explica la importancia de la formación de los docentes en neurociencia porque les permite conocer cómo aprenden sus alumnos y cómo afectan factores ambientales en el aprendizaje del aula, sin ese conocimiento un profesor no puede mejorar ni avanzar en su profesionalización. No basta con tener vocación para poder atender las necesidades de aprendizaje individual de cada alumno, afirma Julia.
"El cerebro es el único órgano que se estudia a sí mismo", explica Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, (IJC), "y su plasticidad se mantiene durante toda la vida de la persona". Esteller habla de la epigenética, que representa los patrones de expresión y comportamiento de los genes que no están determinados directamente por la secuencia del ADN. Esto, explica, implica una liberación del determinismo de la genética y abre la puerta a factores como la educación, la alimentación y los cuidados recibidos como unidades modificables que condicionan el bienestar del ser humano en su proceso de envejecimiento. Los valores epigenéticos cambian constantemente a lo largo de la vida de la persona y condicionan su salud fisio-biológica al final de la misma. Las enfermedades degenerativas, como las demencias, presentan particularidades y marcas epigenéticas particulares y, también, coincidentes lo que puede ayudar a encontrar una cura en el futuro. La epigenética ofrece la posibilidad de intervención en los genes "malos" y "buenos", que es el campo de investigación de la ingeniería genética. 
Este seminario representa la continuación de la filosofía de María Montessori, quien defendía la estimulación cognitiva y sensorial, reforzándola con las aportaciones neurocientíficas del siglo XXI.