Las playas de Vizcaya son el destino perfecto para disfrutar con tu familia y amigos alejándote de las aglomeraciones y con toda la libertad de movimiento que te da esta forma de viajar. Además de poder pernoctar de manera improvisada en lugares privilegiados, este destino cuenta con numerosas áreas de autocaravanas y campings para acceder a los servicios necesarios que se requieren en un medio de transporte que cada día tiene más adeptos.
Playa de Karraspio
En el municipio de Mendexa y a poca distancia de Lekeitio, se encuentra este paraíso natural donde, además de disfrutar del baño y de increíbles vistas, se pueden realizar actividades deportivas como surf o vela.
Puedes pernoctar en el área de Lekeitio, con espacio para 15 plazas. Tarifa de 3 euros por el cambio de aguas. Aprovecha para hacer algo de turismo: visita la Basílica de Santa María de la Asunción, el Faro de Santa Catalina y la Marierrota (molino de marea). Por supuesto, no pierdas la oportunidad de dar un relajado paseo por el casco viejo de Lekeito antes de sucumbir a las delicias de la alta gastronomía de la zona.
Playa de Azkorri
La playa de Gorrondatxe (conocida también por el nombre de Azkorri), es una playa tranquila y normalmente sin demasiada gente, que se encuentra en la localidad de Getxo. Se trata de una zona muy especial que todavía conserva un sistema dunar propio. Emplazada entre acantilados, cuenta con parking y otros servicios que vienen muy bien para que no falte de nada en una jornada marítima. Es una playa de fuerte oleaje, de arena oscura, que se funde con zonas de hierba.
Playa de Barinatxe
Enclavada entre los municipios vizcaínos de Sopela y Getxo, es conocida popularmente como La Salvaje. Cuenta con unas impresionantes vistas panorámicas, sobre todo desde arriba de los acantilados que escoltan la playa. Pero además, esta costa es un lugar perfecto para disfrutar también del sol, el mar y las agradable temperaturas en los arenales. Se trata de una playa muy especial y con un toque salvaje. Para pernoctar, contáis con el parking de Sopela, de pago por el día, pero por la noche es gratuito.
Playa de Meñakoz
Os encantará esta pequeña playa rocosa de difícil acceso, popular también en la práctica del nudismo. Aquí la naturaleza manda. De mucho oleaje, es también un paraíso para los amantes del surf. Además, es el destino ideal para los que van en busca de un espacio solitario y con algo de intimidad.
Meñaroz es una de las playas mas salvajes que vais a encontrar en esta ruta. Para acceder tendréis que andar mas o menos medio kilómetro en un camino de piedras y arena, pero realmente merece la pena.
Playa de Bakio
Esta playa urbana y de arenal dorado, es una de las que tiene más encanto en este litoral, además de ser la más larga de Vizcaya con un kilómetro de longitud. Cuenta con todas las comodidades para disfrutar de un día de mar, de maravillosas vistas y largos paseos por la arena. También se puede aprender a surfear.
La zona se presta a recorrerla, disfrutando la belleza de los impresionante con acantilados frente a la costa. Estás cerca de San Juan de Gaztelugatxe, con lo que puedes aprovechar para acercarte hasta este islote unido al continente por un puente. Sobre la isla hay una ermita del siglo X. Es practicamente una visita obligada, ya que se trata de una de las joyas más preciadas del País Vasco, además de ser ya mundialmente famosa por ser uno de los escenarios de la serie Juego de tronos.
Playa de Laga
Esta hermosa playa de dunas de la localidad vizcaína de Ibarrangelu, cuenta con uno de los paisajes más deslumbrantes del litoral vasco. A disfrutar de sus aguas acuden muchos surferos para retarse con las olas. Zona protegida, de gran riqueza natural, es otra de las playas que no puede faltar en tu recorrido.
Además, no perdáis la ocasión de pasear por Ibarranguelua y visitar la iglesia de San Andrés de Ibarrangelu, una iglesia muy especial, declarada Patrimonio Histórico de Bizkaia, y con una impresionante bóveda interior.
Playa de Aritzatxu
En Bermeo te esperan muchas sorpresas, por algo es uno de los pueblos más bonitos del País Vasco. Además de casas con fachadas de colores y todo el sabor de la vida marinera, esta localidad cuenta con una pequeña y encantadora cala, Aritzatxu, de arena dorada y flanqueada por impresionantes acantilados. Para acceder a ella, hay que pasar por detrás del campo de fútbol y bajar por una pendiente algo inclinada. Para dejar la caravana hay un parking junto al estadio de fútbol.
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