Ya no hay ninguna excusa para quedarse en casa. Ir a un lugar cerca anima a hacer las maletas, por eso te proponemos estas escapadas para el puente de octubre. Aprovecha para relajarte unos días sin tener que irte muy lejos de la capital.
Chinchón (Madrid)
A unos 50 minutos de Madrid, este pueblo de cine puede presumir de tener una de las plazas más bellas de nuestro país, y de las más fotografiadas. De origen medieval, está rodeada de edificios de tres plantas de altura e infinidad de balcones. Te sorprenderá la actividad que tiene a cualquier hora del día.
Pero no dejes que la plaza te eclipse el resto, porque en Chinchón hay mucho más. ¿Sabías que hasta cuenta con un cuadro del mismísimo Goya? para verlo tienes que pasarte por la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Tampoco te pierdas la Torre del Reloj, el Castillo de los Condes y el Monasterio de los Agustinos, convertido en el actual Parador, una opción muy interesante para alojarte o para comer, y disfrutar del edificio y su jardín. Apunta en tu plan de viaje una cita con las Hermanas Clarisas para probar su deliciosa gastronomía.
La Granja de San Ildefonso (Segovia)
Con poco más de 5.000 habitantes, esta localidad segoviana está a la altura de otros sitios reales como Versalles. Al igual que le pasó a Felipe V, no te costará nada caer rendido ante los encantos de El Real sitio de San Ildefonso (su auténtico nombre). Además de visitar el complejo palaciego, con sus jardines y fuentes, puedes visitar las Caballerizas reales, la Plaza de los Dolores con numerosos edificios barrocos y la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
Por supuesto, durante este puente toca probar sus afamados judiones de La Granja, pero también los asados de cochinillo y cordero. Estás en el lugar perfecto para darte un homenaje gastronómico.
Torrelaguna (Madrid)
La cuna del Cardenal Cisneros, y de otros personajes ilustres, cuenta con un importante pasado histórico y patrimonial. Pero además, fue un punto de encuentro importante de distintas culturas, uno de los ejemplos más claros es su actual Casa de la Cultura, que en el pasado fue mezquita y también sinagoga. Te encantará su Plaza Mayor, donde se encuentra la basílica de Santa María Magdalena, ejemplo del gótico madrileño, el ayuntamiento de estilo renancentista o la Puerta de Burgos, por donde se pasaba a la antigua muralla que protegía la ciudad. De origen medieval, Torrelaguna puede presumir de casco histórico, y también de casas palacios de los siglos XVI y XVII, que fueron construidas a la manera de los grandes maestros renacentistas y barrocos.
Y si eres amante de los deportes y el senderismo, incluye en tu agenda de viaje, la Dehesa de Valdegallego. Se trata de un entorno privilegiado, junto al Arroyo de San Vicente y los bosques de Valgallego, una zona que destaca por sus encinas, alcornoques y quejigos.
Manzanares el Real (Madrid)
A unos 50 km de Madrid y en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se encuentra este bonito pueblo en el que lo primero que llama la atención es el Castillo Nuevo de los Mendoza, una de las mejores conservadas de nuestro país. Además, que además podrás descubrirla mediante visitas teatralizadas.
Se trata de uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad de Madrid, y además, tiene La Pedriza muy cerca, una ocasión de vivir la naturaleza en estado puro. Desde la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra, obtendrás las mejores panorámicas del pueblo.
Patones de Arriba (Madrid)
El color es una de las singularidades de este pueblo negro, de calles empedradas, que se ha convertido en uno de los destinos principales de los madrileños que acuden hasta aquí para descubrir sus interesantes rincones. Uno de los lugares mejor conservados de nuestra comunidad y donde los coches de los no residentes tienen la entrada prohibida. Además de pasear y hacer piernas en sus empinadas calles, podrás disfrutar de la rica gastronomía de la zona y deleitarte con increíbles vistas al valle del Jarama. Y para alojarte, una buena opción es una casa rural (las hay tanto en Patones de Arriba como en Patones de Abajo), en las que podrás desconectar de la ciudad y cargar las pilas.
Turégano (Segovia)
A tan solo 130 kilómetros de la capital, en la provincia de Segovia, se encuentra este pueblo que rebosa encanto. Pasear por sus calles es descubrir un rincón interesante tras otro. Como el castillo, desde donde tendrás las mejores vistas. Y dentro de él, la iglesia de San Miguel, sobre la que fue construida la fortaleza. Pero la joya principal de Turégano es la plaza porticada, típicamente castellana se la conoce como “la plaza de los 100 postes”, por los pilares de piedra que sustentan los pórticos.
Rascafría (Madrid)
Situada en el corazón del Valle de Lozoya y resguardada por picos como Peñalara, la localidad de Rascafría es el destino ideal para una escapada con la naturaleza como principal protagonista. Sus dos principales atractivos: el Monasterio de Santa María del Paular, un impactante y gran claustro de estilo gótico y barroco, y las piscinas naturales (Las Presillas), un lugar que se ha convertido en imprescindible en los días de más calor en la capital.
Lo que está claro es que si eliges este destino para el puente no te vas a aburrir. Existen numerosas rutas por Rascafría y el Valle de El Paular donde podrás sacar todo el partido a la belleza natural de la zona. Entre las más interesantes: El paseo a la Cascada del Purgatorio (que dura entre 3 y 4 horas, calculando la ida y la vuelta), o el agradable paseo de Rascafría a Oteruelo, que se puede hacer en menos de 1 hora, y que es uno de los más bonitos para realizar en el mes de otoño.
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