El pueblo al borde del abismo en un cerro del interior de la Costa Azul

A media hora de Niza, hay una pequeña villa medieval suspendida en las montañas a la que merece la pena desviarse si recorres la preciosa Costa Azul francesa.
Pueblo de Peillon.
Pueblo de Peillon.
iStock
Pueblo de Peillon.

A 20 kilómetros hacia el interior de Niza se encuentra este vertiginoso pueblo medieval con sinuosas calles, casas de piedra y unas panorámicas envidiables. Peillon se alza a 376 metros sobre el mar, donde el tiempo parece no haber pasado en esta villa escondida al sur de Francia, en la región Provenza-Alpes-Costa Azul

Se ubica en el valle arbolado del mismo nombre y se considera un "nido de águila" por su posición encaramada en un espolón. Es un claro manifiesto de villa medieval defensiva por su compacto urbanismo y por la presencia de molinos hidráulicos de aceite y harina.

La arquitectura medieval de Peillon

Las estrechas calles, escaleras de caracol y el laberíntico trazado hacen de Peillon un viaje al pasado. Peillon cuenta con varios edificios religiosos como la Iglesia de San Sauveur, seguramente el edificio que primero avistaremos, ya que se erige sobre el resto. Esta iglesia esconde restos de un castillo fortificado y se ha ido ampliando y restaurando desde el siglo XVI.

Iglesia Saint Saveur o de la Transfiguración en el pueblo medieval de Peillon, Francia.
Iglesia Saint Saveur o de la Transfiguración en el pueblo medieval de Peillon, Francia.
Rolf E. Staerk / iStockphoto

Descendiendo por el pueblo, se ubica la Capilla de Nuestra Señora de los Siete Dolores, receptora de muchos viajeros y peregrinos. El techo lo decora un colorido fresco del artista italiano del siglo XV Giovanni Canavesio y en el siglo XVII fue sede de la Hermandad de los Penitentes Blancos, reconocibles por sus túnicas blancas.

Siguiendo la línea religiosa, son numerosos los oratorios esparcidos por la villa, los reconoceremos porque son rincones con estatuas de santos. 

Monumentos civiles

El aura de tranquilidad, desconexión y veneración contrasta con el ambiente cosmopolita y elitistas de sus vecinas Mónaco y Niza. El trazado urbano de la población destaca los pountin o pasajes abovedados, una especie de puentes muy cortos que conectaban una casa con otra, separadas por la calle. 

Una de las calles de Peillon, se puede apreciar el puente que conecta las casas entre sí.
Una de las calles de Peillon, se puede apreciar el puente que conecta las casas entre sí.
MOSSOT / Wikimedia Commons

Por otro lado, hay tres construcciones que representan la vida cotidiana de la comunidad. La fuente de la Plaza Arnulf que da bienvenida al viajero, pues se recomienda empezar la visita desde este punto. Otro lugar de referencia de Peillon es su pintoresca estación de tren Peillon - Saint- Thècle y su fachada rosada, que alberga el Museo del Patrmonio Ferroviario Flaminius Raiberti. Otro ejemplo de vida vecinal es el horno comunitario, donde las familias de la villa horneaban el pan.

fachada de la estación de Peillon - Saint-Thécle en el pueblo francés de Peillon.
fachada de la estación de Peillon - Saint-Thécle en el pueblo francés de Peillon.
VV Shots / Getty Images

Cómo llegar a Peillon

Peillon se localiza a 20 kilómetros de Niza, unos 33 minutos por la carretera M2204B, y a 30 km de Mónaco, unos 40 minutos en coche por la A8. Se puede llegar en tren a Peillon desde Niza, el trayecto dura 25 minutos y el billete de ida y vuelta cuesta 8 euros.

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