Los parajes naturales más bonitos cerca de Huelva: de Doñana a la Sierra de Aracena

Parque Nacional de Doñana
Parque Nacional de Doñana
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Parque Nacional de Doñana

El Parque Nacional de Doñana es tal vez el paraje más conocido de Huelva, pero la provincia cuenta con otros muchos encantos naturales que merecen más de una visita. Marismas, ríos y frondosos bosques esperan a los viajeros con un sinfín de formas de explorarlos.

Parque Nacional de Doñana

Aves en Doñana.
Aves en Doñana.
Juan Carlos Buades Tardio / iStock

El Parque Nacional de Doñana combina a la perfección diferentes ecosistemas como playas, dunas, cotos o marismas, que acogen una biodiversidad única en Europa. Por ejemplo, las marismas son utilizadas como lugar de paso, cría e hibernación por miles de aves europeas y africanas. Además, aquí encontramos varias especies en peligro de extinción como el águila imperial ibérica y el lince ibérico.

Marismas del Odiel

Marismas del Odiel.
Marismas del Odiel.
Fran Rodriguez / iStock

Al sur de la provincia de Huelva, justo en la confluencia de las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, se abre paso un ecosistema de marismas de gran valor ecológico. Aquí las fuerzas de las mareas han generado islas como la Isla de Enmedio, la de Saltés y la de Bacuta; lagunas como la del Batán y la del Taraje, e incluso playas como la del Espigón. Y por supuesto es un lugar perfecto para la observación de aves.

Río Tinto

Río Tinto.
Río Tinto.
Jorgefontestad / iStock

El Paisaje Protegido Río Tinto es una zona única no solo en Andalucía, sino en el mundo entero. Por estas minas a cielo abierto, la más grande de Europa, el cauce del río Tinto tiñe sus aguas de un peculiar color rojizo debido a las sales ferruginosas y el sulfato férrico, y nos trasporta por un instante a un escenario de otro planeta.

Sierra de Aracena

Vacas en la Sierra de Aracena.
Vacas en la Sierra de Aracena.
Ismael Montero Verdu / iStock

En el extremo occidental de Sierra Morena se extiende el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Lo más destacado de este paisaje es su extensa y frondosa masa forestal, así como las dehesas donde se crían los cerdos ibéricos. Además de este animal, aquí también vive el meloncillo, la gineta o la nutria, sin olvidar los buitres, milanos y cigüeñas negras. Nada mejor que hacer una ruta de senderismo por los senderos señalizados y descubrir este paisaje de cerca.

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