Montañas únicas y gastronomía italiana en el mayor dominio de esquí del mundo

Dominio de esquí Dolomiti Superski.
Dominio de esquí Dolomiti Superski.
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Dominio de esquí Dolomiti Superski.

En las provincias italianas de Trento, Bolzano y Belluno se encuentra el mayor dominio esquiable del mundo. Nada menos que 1.200 kilómetros de pistas repartidos en doce centros de esquí. Su extensión no es solo lo que hace único a este lugar sino las montañas donde se encuentra, los Dolomitas italianos, cuya peculiar formación geológica, de origen marino, crea un entorno realmente espectacular, sobre todo por cómo se refleja el sol en los anfiteatros rocosos que forman estas cumbres.

La peculiar formación geológica de los Dolomitas crea un entorno realmente espectacular, sobre todo por cómo se refleja el sol en los anfiteatros rocosos 
Estación de Cortina d'Ampezzo.
Estación de Cortina d'Ampezzo.
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El Val di Fassa

Un buen lugar para alojarse en este dominio es el Val di Fassa. Hace dos siglos, este valle era la zona más pobre del Trentino, con la guadaña del hambre siempre pendiendo sobre la población; pero hoy, gracias al turismo, presume de ser la zona más rica de esta provincia. Este valle, junto con los de Fiemme y San Martino (que alberga la conocida localidad de Cortina D’Ampezzo, sede de las Olimpiadas de Invierno de 1956 y escenario de secuencias míticas de la saga James Bond), forman el Dolomiti Superski, el mayor dominio de esquí del planeta.

Estamos en la región de Trentino-Alto Adigio. Su capital, Trento, es conocida por el Concilio que allí tuvo lugar entre 1545 y 1563 y por los numerosos testimonios medievales y renacentistas que atesora, además del Duomo románico que albergó las sesiones del Concilio. Otras ciudades importantes son Cavalese, en el Val di Fiemme, San Martino di Castrozza y Bolzano, donde se mezclan la cultura latina y la alemana.

Fue un geólogo francés, Déodat Gratet de Dolomieu (1750-1801), quien dio nombre a esta cordillera por su descubrimiento y catalogación de la dolomita, mineral compuesto de carbonato de calcio y magnesio.

Esquiadores en el glaciar de la Marmolada.
Esquiadores en el glaciar de la Marmolada.
Peter Engelsted Jonasen

La Marmolada

Los Dolomitas pertenecen a los Alpes orientales y alcanzan su mayor elevación en el monte Marmolada, de 3.342 metros de altitud. Otros dieciocho picos dolomitas superan los tres mil metros. En la región del Trentino-Alto Adigio hay 297 lagos, así como numerosos cursos de agua con cascadas espectaculares. Entre los lagos destaca el de Garda, compartido con Lombardía y Véneto, en un paraje natural de gran belleza, con pequeñas localidades con encanto que se extienden a lo largo de su costa.

El nombre de la Marmolada evocará grandes gestas a los aficionados al ciclismo ya que es un puerto mítico del Giro de Italia. El campeón español Alberto Contador cimentó precisamente su victoria en el Giro del 2008 en la etapa de la Marmolada.

Pistas cerca de la localidad de Canazei.
Pistas cerca de la localidad de Canazei.
Dmitry Rukhlenko

Origen marino

El origen marino de las montañas Dolomitas es lo que las distingue del resto de las cumbres alpinas, de origen volcánico. La singularidad de su composición geológica se manifiesta sobre todo con la luz de la puesta de sol, cuando las cumbres adquieren un tono rosado que maravilla a quien tiene la oportunidad de contemplar este fenómeno. Los aficionados a los deportes blancos disfrutan aquí de un tipo de nieve que los italianos denominan “farinossa” (harinosa), ideal para deslizar sobre ella.

En esta parte del noreste de Italia los habitantes tienen la simpatía propia del italiano y la seriedad del “tedesco” (alemán), la fortaleza del tirolés y la franqueza del austriaco. En esta zona habitan asimismo los ladinos, que en número de unos tres mil mantienen la lengua, la gastronomía y las tradiciones de un pueblo que ha sobrevivido asociado a la montaña y a largos inviernos de aislamiento.

El pueblo de Campitello de noche.
El pueblo de Campitello de noche.
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Maratón de esquí

En este gran dominio los esquiadores cuentan con remontes modernos (algunos a pie de pueblo, como en Campitello, donde basta cruzar la calle para subir al funicular), una amplia oferta hostelera con alojamientos limpios y bien cuidados, buena y abundante nieve y pistas para todos los niveles, con recorridos imaginativos y bien señalizados, como el Sella Ronda Ski Maratón, una sucesión de remontes que permiten bordear la montaña y esquiar en total 42 kilómetros, un maratón en toda regla que un buen esquiador puede realizar en unas tres horas y nunca en solitario.

Refugio Fuciade.
Refugio Fuciade.
Elio Giro

Cena en el refugio Fuciade

Al finalizar la jornada de esquí sorprende la gran oferta de wellness en todos los establecimientos de los valles dolomíticos, muchos con baño turco y servicio de masajes. Una vez relajado cuerpo y mente, y bien abierto el apetito, los refugios de montaña son el lugar perfecto para cenar. Algunos, como el Fuciade, cerca del paso de San Pellegrino, solo son accesibles en moto de nieve o en trineo tirado por caballos, servicio que proporciona este hotel, restaurante y enoteca. Las ocho habitaciones de que dispone están muy solicitadas en todas las estaciones. Un lugar divertido y seguro para ir con niños.

Refugios como el de Fuciade, con restaurante y hotel, solo son accesibles en moto de nieve o en trineo tirado por caballos

La gastronomía italiana se ve reforzada en estos valles por la típica de la región, con preparaciones tan contundentes como el Canederli, un plato compuesto de tres albóndigas de espinacas, setas y queso. De postre, hay que atreverse con el queso Puzzone, de aroma tan intenso que no conviene llevarlo en la maleta si no va bien sellado con varios envoltorios.

Cómo llegar al Val di Fassa

Los aeropuertos más cercanos a Val di Fassa son los de Venecia y Verona. Luego hay unas tres horas en coche hasta el valle. La carretera es difícil y peligrosa. Es mejor alquilar un servicio de taxi con un conductor experto. Para llegar en tren, hay que ir desde Venecia a Verona y ahí cambiar al tren que llega a Bolzano. Los valles dolomíticos cuentan con numerosos alojamientos para invierno y verano, principalmente de categoría tres y cuatro estrellas, limpios y bien equipados. Más información en www.enit.it y en dolomitisuperski.com

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