El impresionante pueblo español abandonado tras la construcción de un embalse en el régimen franquista

Antiguo pueblo de Escó.
Antiguo pueblo de Escó.
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Antiguo pueblo de Escó.

Muy cerca de la frontera de Zaragoza con Navarra, se esconde lo que fue en su día un pueblo lleno de vida. A día de hoy, eso es cosa del pasado, ya que la villa se encuentra abandonada. Se trata de Escó, una población que quedó en parte anegada por la construcción de un embalse y que ahora llamada la atención de los viajeros más curiosos.

Inicio y final del pueblo

El pueblo de Escó estuvo habitado desde la Edad de Bronce y en la zona también se han llegado a encontrar restos de las épocas celta y romana. Más tarde, durante la Edad Media, la villa se convirtió en todo un enclave estratégico debido a su posición geográfica. Incluso contaba con un castillo en esos momentos.

Pueblo abandonado de Escó.
Pueblo abandonado de Escó.
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Llegamos ahora a la década de los 60, cuando Escó se topó con su trágico final. La localidad zaragozana fue expropiada para la construcción del pantano de Yesa para el represamiento del río Aragón. El resultado fue un enorme embalse que se convirtió en la mayor superficie navegable de Aragón.

Sin embargo, este proyecto tuvo consecuencias muy negativas sobre varios pueblos de la zona como Escó, ya que dejó anegadas las tierras del cultivo más productivas. Esto supuso que sus habitantes se fueran marchando hasta dejar abandonada la villa. El mismo destino sufrieron los pueblos de Ruesta y Tierma.

Ruinas de Escó.
Ruinas de Escó.
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Hasta la década de los 70 se siguió viviendo en Escó, pero poco a poco sus vecinos se marcharon a las grandes ciudades en busca de una vida mejor. Y así se dejó atrás no solo un pueblo, sino una forma de vida, una cultura y valiosas tradiciones.

Un pueblo desértico y en ruinas

A día de hoy, el antiguo pueblo de Escó está en ruinas. Solo cuatro pastores habitan el lugar, aunque no de forma permanente. Sus calles están desiertas y a un lado y a otro se levantan los restos de algunos edificios. Por ejemplo, las construcciones mejor conservadas son la iglesia románica de San Miguel y la ermita de Nuestra Señora de las Viñas.

Entrada del pueblo de Escó.
Entrada del pueblo de Escó.
Tande / iStock

Además, cabe mencionar que, con el objetivo de devolverle la vida a la localidad ha surgido la Asociación Pro Reconstrucción de Escó. Esta busca recuperar lo que fue en su día el pueblo y hacer que vuelva a estar habitado.

Cómo llegar a Escó

El trayecto entre la ciudad de Zaragoza y Escó es de 2 horas y 10 minutos por la A-23 y la A-132. Al final del recorrido entraremos en la N-240 y deberemos tomar un desvío por un camino de tierra hasta llegar al pueblo. Allí podremos dejar el coche.

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