El faro más alto de España: 69 metros de altura e impresionantes vistas del golfo de Cádiz

Los faros tienden a ser lugares que atraen visitas, y por buenos motivos. Debido a su función, suelen estar enclavados en lugares privilegiados con muy buenas vistas tanto de la tierra como del mar, y además el imaginario popular les ha conferido un cierto significado casi mitológico.

Pero, entre todos los de España, hay uno que destaca por su belleza y por su altura. Se trata del faro de Chipiona que con unos impresionantes 69 metros de altura ofrece una de las mejores panorámicas posibles del Golfo de Cádiz.

Antecedentes romanos

Construido entre 1857 y 1869 sobre los restos de otros faros más antiguos de origen romano, su principal función es la de señalar a los navíos la entrada al Guadalquivir, el único río navegable de España. Específicamente, quienes transitan esas aguas deben tener especial cuidado con la Piedra Salmedina, un arrecife rocoso próximo a la desembocadura del Gran Río que queda sumergido durante la pleamar, representando un gran peligro. Según la tradición, es sobre esta roca sobre la que se levantaba el faro original romano.

No sólo eso, sino que el faro de Chipiona también es utilizado como baliza por los aviones; de hecho, es uno de los 20 faros considerados aeromarítimos en España (es decir, su haz de luz alcanza la misma distancia en vertical que en horizontal).

Visitar el interior y la cúpula

Una de las características que hacen más atractivo al faro de Chipiona es que se puede visitar. De esta manera, nos ofrece una larga subida de 322 escalones que es finalmente recompensada con unas espectaculares vistas panorámicas del Golfo de Cádiz.

Para ello, no obstante, es imprescindible contar con una reserva previa, que puede obtenerse a través de la Oficina de Turismo de Chipiana (con la que se puede contactar por teléfono o por correo electrónico. El precio es de tan sólo cinco euros, y la visita es completamente gratuita para los niños menores de 7 años.