7 planes para disfrutar de un día redondo en Valladolid gracias a los nuevos billetes baratos de tren

Desde hoy 18 de abril es posible viajar desde Madrid a Valladolid en tan solo una hora con precios a partir de 9 euros el trayecto. Una oportunidad única para conocer Pucela
La histórica Plaza Mayor de Valladolid.
La histórica Plaza Mayor de Valladolid.
SAMI AUVINEN
La histórica Plaza Mayor de Valladolid.

El crecimiento de las low cost ferroviarias no deja de crecer en nuestro país para alegría de todos aquellos que les gusta viajar y que les encanta hacerlo en tren. La última gran novedad ha llegado de la mano de Ouigo, que hoy 18 de abril estrena su nueva línea Madrid- Segovia- Valladolid. Así, el viaje a la capital de Castilla y León desde Madrid tomará solo una hora y los precios parten desde los 9 euros, cifras que animan y mucho a reservar día en el calendario para hacer esta apetecible excursión.

Hoy arranca la nueva línea Madrid- Segovia- Valladolid del operador ferroviario Ouigo

A la hora de planificar el día nos lo ponen fácil ya que solo hay una opción (de momento). El día empezará temprano, a las 7.05, cuando parte el primer tren y único de la mañana. La vuelta será a las 20.40, una hora perfecta ya que da tiempo suficiente para disfrutar de un día completo en el que no deben faltar estos planes:

1. Café en la Plaza Mayor

La primera parada seguro que es en busca de un café, que después del madrugón es más que necesario. Pero haz un esfuerzo e intenta llegar hasta el corazón de la ciudad, su Plaza Mayor. Es la más antigua de España y sirvió de ejemplo a otras que tienen la misma estructura, como la de Salamanca o la de Madrid. El edificio más destacado es el Ayuntamiento y la estatua que preside la plaza es la del conde Ansúrez, fundador de la ciudad.

El famoso Pasaje Gutiérrez.
El famoso Pasaje Gutiérrez.
José Ignacio Soto

2. De plaza en plaza

Ahora que las energías están a tope es el momento de callejear por el centro histórico y conocer otras plazas de la ciudad vallisoletana. Una de las menos conocidas es la del Viejo Coso. Fue una plaza de toros y conserva tanto la forma octogonal como los balcones corridos de la parte superior. Y para seguir la ruta entre plazas hay que pasear por las calles de Cebadería, Especería, Vicente Moliner y Cánovas del Castillo, que forman un largo recorrido porticado. Dicen de ellas que son las calles más bonitas de la ciudad y habrá que verlas con calma para poder decidir cuál se merece el primer puesto. Y no olvides pasar por el Pasaje Gutiérrez, unas galerías que te trasportarán a finales del siglo XIX.

Fachada del Colegio de San Gregorio.
Fachada del Colegio de San Gregorio.
Ana Barón

3. Empaparse de escultura

En Valladolid, concretamente en el Colegio de San Gregorio, se encuentra el Museo Nacional de Escultura, uno de los más destacados de Europa ya que acoge obras valiosísimas. El edifico en sí es una maravilla, sobre todo su fachada gótica ricamente decorada. En su interior destaca su extensa colección de madera policromada con obras de grandes maestros como Alonso Berruguete, Juan de Juni o Gregorio Fernández. Escultores destacados del conocido como Siglo de Oro de la Imaginería.

4. Tapas de premio

Aquí se celebra cada año el Concurso Nacional de Tapas y en más de una ocasión el premio no ha salido de la ciudad, por lo que el nivel es altísimo. El hojaldre relleno de guiso de lechazo con kare raisu (curry japonés) del restaurante Trasto se alzó con el primer premio la pasada edición (noviembre 2023) y aún es posible probarlo. Otros clásicos son Los Zagales, famosísimos por sus trampantojos, La Sepia o Alarcón, el conocido templo del torrezno.

5. Siesta en el Campo Grande

Después de una comilona el cuerpo pide tranquilidad. El parque Campo Grande es el gran pulmón verde de la ciudad y también el lugar ideal para descansar un poco en uno de sus bancos; si consigues uno junto al estanque estás de suerte. Si el tiempo acompaña puedes cambiar el parque por la playa en un trayecto de unos minutos. La playa de las Moreras no tiene olas, pero sí arena en la que tumbarse junto al río Pisuerga.

Palacio de Santa Cruz.
Palacio de Santa Cruz.
Getty Images

6. Un último empujón

Ya recuperados toca ponerse en marcha de nuevo para exprimir al máximo esta escapada exprés a Valladolid. De entre los muchos monumentos de la ciudad, uno de los imprescindibles indiscutibles es el Palacio de Santa Cruz. Se trata de la primera muestra de arte renacentista en España y su primer uso fue el de colegio mayor a finales del siglo XV. Hoy acoge el Rectorado de la Universidad y su entrada sigue siendo igual de espectacular.

Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Getty Images

7. Despedida a lo grande

A cuatro minutos caminando destaca la catedral de la Asunción, una última parada antes de poner rumbo a la estación. Valladolid es la tercera ciudad de España en número de templos, llegando a sumar 57. Entre todos ellos hay verdaderas joyas, como San Benito, San Miguel y San Julián. Pero si no hay tiempo para más, la visita a la catedral no puede faltar. Se la conoce como “La Inconclusa” porque nunca llegó a terminarse, en parte por problemas económicos, pero también porque el proyecto siempre fue demasiado grande. Además, entre lo que sí se terminó hubo algunas pérdidas por el paso de los años, como una de las torres. Eso sí, la que queda en pie se puede visitar y las vistas desde arriba son la mejor despedida que se puede tener antes de darse prisa para no perder el tren de vuelta a Madrid.

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