Las redes acusan a Carlos Sobera, 'Secret Story' y Luca Onestini de forzar un beso con Cristina Porta por estrategia

Este martes 7 de noviembre, Telecinco emitió una nueva entrega de Secret Story: cuenta atrás. Presentado por Carlos Sobera, el programa albergó la reconciliación entre Cristina Porta y Luca Onestini. La pareja atravesaba su crisis más profunda desde que, el pasado jueves, la periodista no fuera lo suficientemente efusiva al agradecerle al italiano que la salvara de la nominación.

Desde entonces, los jóvenes entraron en lo que ellos mismos denominaron como "bucle": discutir sin parar con breves treguas en las que se besaban... para volver a estar mal en cuestión de segundos. En las redes, mucho de los usuarios que siguen el 24 horas acusaron a Luca Onestini de intentar manipular a la comunicadora, mientras que otros tantos creían que el problema estaba en que esta solo miraba por sí misma y por ganar el concurso.

Este martes, ambos fueron citados en la Sala de la verdad, y se volvió a repetir lo de discutir excepto en los momentos en los que la pareja se besaba. Al contrario de lo ocurrido a lo largo de este mismo día, fue el italiano quien se mostró más entregado a la reconciliación, algo que contrastaba mucho con las múltiples veces que el hermano de Gianmarco apartaba a Porta, tal y como esta denunció: "Me haces más cobras que Chenoa".

Sin embargo, poco quedó de esas cobras y ataques como varios en los que el italiano aseguraba que Porta le estaba dando de lado por estrategia, pues en la gala Onestini llegó a callar a la leridana con un beso en el momento en el que esta intentaba explicar por qué se sentía dolida. El beso fue provocado, en gran parte, por Carlos Sobera, que instó a la pareja a acercarse cada vez más.

La inesperada reconciliación causó mucha controversia: exconcursantes como Lucía Pariente, Adara Molinero y Miguel Frigenti señalaron que ambos actuaban de cara a que el italiano se salvara de la expulsión, tal y como ocurrió. En las redes, algunos afearon que el programa pusiera tanto empeño en arreglar lo que había quedado claro que era una "relación tóxica", y otros aseguraron "no entender nada" ante el bucle de desencuentros y muestras de cariño.