Análisis de 'Hogwarts Legacy'

Puro entretenimiento para 'muggles'

Todo fan de Harry Potter ha soñado con recorrer los pasillos de Hogwarts y aprender magia de sus sabios profesores
Todo fan de Harry Potter ha soñado con recorrer los pasillos de Hogwarts y aprender magia de sus sabios profesores
Warner
Todo fan de Harry Potter ha soñado con recorrer los pasillos de Hogwarts y aprender magia de sus sabios profesores

'Hogwarts Legacy’ no es el primer juego del universo ‘Harry Potter’ pero es, sin duda, el más esperado, el título llamado a hacer realidad los sueños de la legión de fans del mago adolescente de sumergirse en este mundo fantástico y que respira magia hasta en su más recóndito rincón. Pero la espera –de más de un cuarto de siglo desde que se publicara el primero de los libros– ha merecido la pena. ‘Hogwarts legacy’ no es, ni mucho menos perfecto como juego, pero sí que cumple con creces el deseo último de recrear con gran realismo y hasta el más mínimo detalle el orbe mágico de J. K. Rowling.

La historia nos traslada un siglo antes de todo lo acontecido en las novelas y, por ende, en las películas protagonizadas por el joven Harry. El jugador encarna a un mago o una bruja que entra en Hogwarts directamente en quinto año, algo altamente inusual pero que no es la primera vez que sucede, y que guiará la trama de la que seremos protagonistas.

Seguramente marcado por la polémica en la que se ha visto envuelta la autora por sus declaraciones sobre el colectivo trans, ‘Hogwarts Legacy’ no solo deja escoger al principio del juego el aspecto y el sexo del protagonista, sino también el modo en el que se le tratará –entre mago o bruja– y su voz, independientemente del aspecto elegido. Asimismo, durante el juego aparecen personajes homosexuales y otros que, aunque no lo explicitan, sugieren ser transgénero mediante el doblaje. Estos intentos por hacer los juegos más plurales e inclusivos no son nuevos, otros grandes títulos como ‘The last of us: parte II’ o ‘Cyberpunk 2077’ ya han introducido personajes, principales y secundarios, y tramas que visibilizan a colectivos presentes en la sociedad pero, hasta hace poco, con nula presencia en el mundo de los videojuegos. 

De cualquier forma, en ‘Hogwarts legacy’ estos intentos se quedan en un simple anécdota y no parecen haber servido para reconciliar a los fans que se vieron en su día decepcionados o directamente ofendidos por las declaraciones de la autora.

Más allá de la polémica y de estos supuestos intentos por suavizarla, la trama principal del juego es muy similar a lo que los jugadores pudieron ver en los libros y las películas. La acción arranca desde el principio con un accidentado prólogo en el que el jugador se familiariza con los controles básicos al mismo tiempo que conoce a los personajes principales.

Los primeros compases de ‘Hogwarts legacy’ son tal vez los mejores. Las primeras horas de exploración del entorno y de descubrimiento de nuestras habilidades mágicas son de puro disfrute.

Dos mundos abiertos

Se le ha acusado a este juego de no tener un mapa tan grande como otras grandes superproducciones, pero lo cierto es que esta aventura no tiene un mundo abierto, sino dos.

Por un lado está Hogwarts, un gigantesco y laberíntico castillo cuidado hasta el más mínimo detalle en el que tanto los aficionados a la saga como los que lleguen de nuevas a este universo quedarán encandilados desde el minuto cero. Sus pasillos repletos de vida, de escenas cotidianas capaces de arrancar una sonrisa, sus cuadros animados, los fantasmas que se deslizan por los corredores y las misiones secundarias que aguardan en cada rincón, convierten a Hogwarts en el lugar mágico que imaginaron aquellos que se leyeron los libros hace décadas y en el que es imposible aburrirse y muy fácil desviarse de las misiones principales.

Más allá de los muros del colegio se extiende un gran valle casi tan lleno de vida e historias como el castillo; poblaciones con multitud de tiendas en las que cambiar el aspecto de nuestro protagonista, comprar nuevas vestimentas o completar el alijo de pociones, y bosques encantados por los que podremos viajar a pie o montados en escoba, en los que nos encontraremos desafíos y peligros en cada rincón.

El sistema de lucha se basa en un disparo básico lanzado con la varita y acompañado por una serie de hechizos entre los que el jugador tendrá que variar para derrotar a los enemigos que se vaya encontrando. Hacer levitar a un rival, atraerle hacia nosotros para luego prenderle fuego o incluso conseguir que peleen entre ellos son solo algunos de los encantamientos que se irán desbloqueando durante la aventura y que conformarán un amplio árbol de habilidades en el que el jugador deberá moverse con soltura para completar las misiones tanto principales como secundarias.

‘Hogwarts legacy’ no es un juego perfecto, sus menús pueden resultar algo farragosos y lentos en ocasiones, así como el sistema de combate en el que algunos hechizos están demasiado a desmano. También hay momentos en los que la continuidad se pierde por fundidos en negro para pasar de una escena a otra o incluso para cambiar del día a la noche. Detalles que no desmerecen a una aventura que está cargada de ellos y que hará disfrutar a todo aquel ‘muggle’ que alguna vez quiso empuñar una varita.

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