Unos investigadores del Instituto Nacional de Grafeno de la Universidad de Manchester han colaborado con la empresa Vollebak durante tres años para crear la primera chaqueta de camuflaje térmico del mundo. Este invento permite que ni las cámaras infrarrojas detecten a quien la lleve puesta.
La prenda todavía está en fase de desarrollo, pero Vollebak ha anunciado ya el lanzamiento del primer prototipo que demuestra la viabilidad de su producto. Según explican, la chaqueta puede programarse por computadora para hacerse invisible frente a las cámaras que detectan las distintas temperaturas.
El invento tiene 42 parches, cada uno con 100 capas de grafeno puro. Estos se pueden controlar individualmente para controlar la radiación térmica en la superficie de la chaqueta.
Los parches están conectados gracias a un cableado impreso en oro y cobre que los conecta a un microcontrolador de la computadora. A través de los cables, la chaqueta recibe un voltaje que fuerza a los iones entre las capas de grafeno, reduciendo la radiación térmica.
Vollebak y los investigadores de Manchester deben mejorar más esta tecnología para hacer más pequeños los píxeles de grafeno. Cuando lo logren, el material podría usarse para camuflar más cosas, desde un vehículo hasta una persona.
La compañía solo se ha centrado de momento en un modelo que se camufla de las cámaras infrarrojas, pero puede que con el tiempo piensen en una prenda que también sea difícil de detectar a simple vista.
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