Huawei Mate50 Pro: un móvil premium señorial con algunos condicionantes

Los móviles de gama alta y premium de Huawei acostumbran a lucir unos diseños potentes y cautivadores. Estos smartphones desprenden nivel y sugerencia si bien presentan condicionantes que tienden a frenar a los usuarios fuertemente familiarizados con el Android 'normal' y los servicios de Google, sombras que asoman en el caso del, en cualquier caso notable, Huawei Mate50 Pro.

El nuevo flagship de la compañía china, a la venta por 1.200 euros en una configuración de 8 GB + 256 GB, desprende un aspecto señorial en virtud de su diseño, bastantes de sus prestaciones y las posibilidades que permite en términos de fotografía.

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Su plasmación conjuga lo refinado con lo imponente, fusión manifestada ante todo en el enorme círculo de la trasera, el módulo (por supuesto envuelto en un anillo según los cánones estéticos de la marca) donde figura el sistema de cámaras. La elegancia premium se extiende al acabado (aunque en color negro se ensucie con facilidad) y a los bordes. La comodidad (y eso que pesa 209 gramos) completa la seducción al tenerlo en las manos.

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El recorrido de las cámaras se escenifica en la tecnología Xmage desplegada, referente al sistema óptico o al procesamiento de imágenes, entre otros elementos. En la composición reina una cámara de ultra apertura de 50 MP, que permite la apertura variable (10 niveles en el modo profesional) con lo que ello supone en cuanto a un mayor control de la profundidad de campo. Un reclamo enfocado a los usuarios con inclinaciones Pro y con conocimientos fotográficos.

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En el terreno del usuario medio, lo atrayente reposa en la buena calidad general de las imágenes y en el apreciable zoom de su teleobjetivo de 64 MP. El zoom óptico de 3,5x se adscribe a lo brillante, y el nivel sigue alto con el zoom digital de 10x. El de 30 aumentos sorprende aunque los resultados ya no son los mismos, como ocurre cuando se prueba el de 100x, menos convincente.

Junto al sensor principal y al telefoto, ambos con estabilización óptica de imagen (OIS) en línea con lo habitual, se encuentra una cámara ultra gran angular de 13 MP.

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Su pantalla, definida por lo sugestivo del punto curvo, es una OLED de 6,74 pulgadas con fluidez de 120 Hz, muestreo táctil de 300 Hz y mil millones de colores. Llama la atención que Huawei haya apostado por un notorio notch rectangular, parte negra que no afecta a la experiencia y que se justifica por el hecho de que la cámara frontal se acompaña de una cámara de detección de profundidad en 3D.

La batería, de 4.700 mAh, no da lugar a quejas en lo relativo a la autonomía, y tampoco la carga rápida, de 66W (la Huawei SuperCharge). Soporta asimismo carga rápida inalámbrica de 50W.

Lo que hay que tener en cuenta

Integra el procesador potente e ilustre de este tramo de 2022, el Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, lo que habla del rendimiento de primera del Huawei Mate50 Pro. En todo caso, hay que matizar que se trata de la variante 4G del chipset, no de la 5G tan presente en la vertiente premium, reflejo de las limitaciones que arrastra Huawei tras el veto estadounidense.

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Esta conectividad supone un problema para un dispositivo de un precio tan considerable, pero el mayor condicionante se encuentra en el ámbito del software. No por el sistema operativo EMUI 13, con su lado Android y estrenado con este smartphone, sino por la variación que entrañan los servicios propios de Huawei. Sigue costando acostumbrarse, lo que no quita que se palpe y se reconozca el gran esfuerzo del fabricante por superar la carencia de los servicios de Google y ofrecer alternativas que además modulan y dan la vuelta a los conceptos.

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