El GPS de un barco fantasma guía a dos pescadores hasta el lugar donde su capitán había caído por la borda horas antes

Los pescadores estadounidenses usaron el GPS del barco fantasma para localizar cuándo se había descontrolado.
Los pescadores estadounidenses usaron el GPS del barco fantasma para localizar cuándo se había descontrolado.
Afrah vía Unsplash
Los pescadores estadounidenses usaron el GPS del barco fantasma para localizar cuándo se había descontrolado.

Andrew Sherman y su hijo Jack salieron a pescar como solían hacer el mes pasado a casi 60 kilómetros de la costa de Carolina del Norte (EEUU) cuando estuvieron a punto de colisionar contra un barco fantasma. El vehículo iba sin nadie al volante y estaba moviéndose con un GPS de la marca Garmin. Lo que en un principio molestó a los Sherman terminó salvando la vida a un náufrago.

El padre estaba acostumbrado a ver a otros pescadores que se acercaban mucho a ellos, pero en el caso del buque fantasma llegó a estar a demasiado próximo. Esto le obligó a encender el motor y alejarse unos 10 metros. Tras hacerlo, tanto Andrew como su hijo gritaron al barco para que tuviesen cuidado y se percataron de que no había nadie.

Al darse cuenta de que nadie pilotaba el timón y el peligro que esto suponía, la familia decidió perseguir el barco con el suyo mientras tocaban la bocina por si alguien reaccionaba. Cuando los dos vehículos estuvieron lo suficientemente cerca, Jack entro en el barco fantasma, apagó el motor y comprobó que, efectivamente, no había nadie.

Dentro del barco, el hijo encontró una cartera con una identificación en la cabina y llamó a la Guardia Costera para darle toda la información de lo sucedido. Las autoridades pidieron a los Sherman que mirasen en el GPS del barco, que miraron durante media hora todos los puntos de la ruta que había seguido.

Andrew se percató que el barco había seguido una línea recta hasta llegar a un punto en el que se desvió bruscamente a la izquierda, dando una vuelta completa y regresando a través de su propia línea y, después, girando nuevamente hasta encontrarse con la familia. El padre se lo comunicó a la Guardia Costera y estos salieron en su búsqueda.

Gracias al GPS y a que encontraron un par de botas en el agua, Andrew pudo deducir lo que haría en caso de que fuese él el que se cayese. “Me quitaría las botas […] Probablemente me caería en el punto en el que iba [el barco] en línea recta”, explicó a posteriori el padre. Por lo tanto, decidieron seguir la ruta antes de que el barco fantasma se descontrolase y dieron con Sascha Scheller, al que rescataron y llevaron a la orilla.

El náufrago contó que se había acercado a un lado del barco para hacer sus necesidades y que cayó por la borda justo antes de que el bote se comenzase a mover sin él a bordo. Según detalla, llevaba aproximadamente dos horas y media en el agua.

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