El regreso del ser humano a la Luna que está programado para finales de esta década depende de que los trajes espaciales de Axiom Space, la nave Orion y el megacohete Starship de SpaceX estén listos. Este último elemento fundamental para el proyecto Artemis de la NASA va por buen camino. El segundo vuelo de prueba del pasado 18 de noviembre así lo demostró, aunque también mostró evidencias de que todavía necesitaba más mejoras.
Al contrario que el primer lanzamiento del 20 de abril, el último no destrozó la plataforma de lanzamiento Starbase (Boca Chica, Texas) ni explotó durante la separación de etapas y consiguió que sus 33 motores Raptor se encendiesen durante el despegue. Estos datos favorables invitaron a pronosticar a Elon Musk, CEO de SpaceX, que el siguiente vuelo podría efectuarse a finales de diciembre, en fechas navideñas.
Sin embargo, tras la separación de etapas, el propulsor explotó y cayó sobre el Golfo de México en vez de aterrizar de forma controlada como estaba programado y la nave también terminó detonando al activarse el sistema de terminado automatizado por un error todavía desconocido. A pesar del problema, el equipo se mostró positivo recordando que en primavera hubo un retraso entre la activación del sistema mencionado y la explosión, mientras que, en esta ocasión, funcionó correctamente.
¿Cómo debería ser el vuelo de prueba de Starship?
La ruta que la empresa aeroespacial ha querido seguir ha sido la misma tanto en el primer como en el segundo vuelo de prueba y continuará siendo así para el tercero, cuando lo apruebe la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos. No obstante, en cada lanzamiento, tienen unos objetivos principales y otros segundarios en el proceso. Por ejemplo, en el primero, era crucial que despegase; en el segundo, esperaban que el cohete se separase y alcanzase la órbita.
Tal y como hemos explicado en otras ocasiones en 20Bits, el equipo de SpaceX busca que el cohete despegue desde su plataforma en Boca Chica, haga la separación de etapas, alcance la órbita y recorra el mundo durante 90 minutos hasta llegar al Océano Pacífico, cerca de Hawái, donde amenizaría de forma controlada.
En el caso del segundo vuelo, el cohete despegó cuando en España eran las 14:02 (eran las 8:02 AM en Texas) y la misión se dio por finalizada sobre las 8:11. Por lo tanto, el viaje de Starship no llegó a la hora y media estimada, ni siquiera alcanzaron los diez minutos, pero en ese tiempo ascendió 150 km de altura y voló a una velocidad de aproximadamente 24.000 km/h.
SpaceX ha comunicado que la prueba proporciona "datos invaluables para continuar desarrollando rápidamente Starship". El equipo asegura que ya está revisando los resultados obtenidos para intentar mejorar con vistas al próximo vuelo.
La NASA estima que, antes del viaje tripulado a la Luna, SpaceX tendrá que llevar a cabo alrededor de diez vuelos desde la plataforma Starbase y desde la que están construyendo en el Centro Espacial de Kennedy (Florida) de la agencia. Estos lanzamientos servirán para colocar un depósito de propulsor espacial a mitad de camino, transportar propulsores de metano y oxígeno líquido y mandar el módulo de alunizaje, que se recargará en el depósito.
¿Qué falló en la segunda etapa de Starship?
La primera etapa del cohete se cree que falló por el proceso de puesta en marcha en caliente que, según explican los investigadores, pudo haber ejercido demasiada tensión en el propulsor. Esto habría podido desencadenar una cadena de fallos que dieron lugar a la detonación. SpaceX está tratando de identificar la raíz del problema, que podría estar en la entrada en calor de la etapa o en el hardware involucrado en dicha tarea.
Sin embargo, el error de la segunda etapa va a ser más complicado de estudiar. Pese a la explosión de la primera parte del cohete, el equipo continuó expectante a la misión para ver cómo terminaba la nave. Todo parecía ir bien, pero los ingenieros perdieron el contacto y, poco después, la segunda etapa también explotó.
Es un misterio el motivo por el cual se perdió la señal. Un YouTuber que comentó el directo mientras se retransmitía apuntó que podría deberse a una fuga en el tanque de oxígeno, pero SpaceX no se ha aventurado a dar ninguna hipótesis y sigue siendo un completo misterio.
¿Qué quieren conseguir con Starship?
SpaceX lleva trabajando en su megacohete desde al menos 2005, casi desde su fundación. Su meta es que este vehículo espacial, que es el más potente construido hasta la fecha, logre llevarnos hasta Marte. Sin embargo, de momento, se centran en el regreso a la Luna.
Starship es un cohete de clase orbital que pretende ser reutilizable y que cuenta con dos etapas: el Starship como tal, y el vehículo de lanzamiento, al que llaman Starship/Super Heavy, que tiene 33 motores Raptor que permiten que el primero salga de la Tierra.
Su altura es de 120 metros, es decir, mide más que el SLS Lauch que se lanzó para Artemis I. SpaceX asegura que su cohete será capaz de transportar hasta 150 toneladas de carga útil, algo crucial para lanzar naves de misiones tripuladas que irán con tecnología muy necesaria para la supervivencia en un lugar tan alejado de la Tierra como Marte.
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